Naciste para mí

Capítulo 30

No lo podía creer, hoy Alex me llevaría a la fiesta de su prima y conocería a su familia, espero agradarles y que ellos me agraden también.

No había visto a Sophy más que en el colegio, ella seguía pensando en que mi hermano la estaba engañando y eso me deprimía un poco.

—¿Qué tal? —le pregunto a Lesley, que está acostada en mi cama, viéndome de cabeza.

—Mmm que te puedo decir…—expresa—, estás muy bella. —Me sonríe.

—Lesley, tengo nervios—confieso.

—Nada de nervios, Annia, créeme, les agradarás. 

Retoco mis labios y de repente mi celular empieza a sonar.

Le hago señas a Lesley de que atendiera la llamada y ella la pone en altavoz. 

—¡Amiga! —Es Sophy.

—¿Hola…? —contesto, un poco intrigada por su repentino cambio de humor.

—Luke acaba de llamarme y me pidió que me alistara porque quiere que lo acompañe a un sitio, el cual no me dijo, pero parece que es una sorpresa—dice mi mejor amiga, atropellando las palabras, ya que habla muy rápido.

—Pero, eso es bueno ¿no? —pregunta Lesley.

—¿Lesley? —Se pregunta para sí misma, Sophy.

Ambas sonreímos.

—Si, la misma—responde mi amiga.

—Bueno, díganme, ¿qué hago? —nos pregunta Sophy.

—Pues lo más obvio, ponte hermosa y acompáñalo—respondo.

—¿Qué tal si quiere terminarme? —pregunta nuevamente.

—Sophy, ¿en serio crees que Luke te pediría que te alistes y lo acompañes a quien sabe dónde, solo para terminarte? —Trato de sonar razonable.

—Bueno, tal vez quiere terminarme con estilo—responde ella.

Todas reímos ante su estupidez.

—Amiga, ponte bella como siempre y espera a mi hermano—le pido.

—Está bien—acepta—, por cierto, te irá de maravilla—me dice.

Cuelga y Lesley se acerca a mí para acomodarme el cabello.

—¡Listo! 

Bajamos y veo que en el mueble están mis padres viendo una película. Este fin de semana prefirieron pasarlo en casa.

—Annia, cariño, te ves muy hermosa—me halaga mi madre.

—Que afortunado soy, vivo rodeado de hermosas doncellas—expresa mi papá y reímos ante su comentario.

—Lesley, tienes buen gusto, ese vestido le queda muy bien a Annia—le felicita mi madre a mi amiga y ella responde con una graciosa reverencia.

El timbre suena y Lesley emocionada se dirige a abrir la puerta, mientras el corazón se me acelera, pero de inmediato me calmo al escuchar la voz de Sam.

—¡Muchacho! ¿Como has estado? —Le pregunta papá.

Sam nos saluda.

—Muy bien. —Sonríe. —Si no es molestia, he venido por Lesley.  

—Claro que no, Lesley ha terminado su labor. —Me señala mamá.

—Anni, estas muy linda, espero la pases muy bien. —Sam me regala una sonrisa.

—Eso espero—respondo, mirando la hora.

Sam y Lesley se despiden y se marchan.

—¿Ocurre algo, cariño? —La pregunta de mi padre me saca de mis pensamientos.

—No papá, todo está bien, es solo que no sé si les caeré bien a los padres de Alex—confieso.

—Amor, eres una chica muy inteligente y preciosa, sé que les caerás bien, además de no ser así, ellos se lo pierden. 

Nuevamente suena el timbre y esta vez siento que el corazón se me fue a los pulmones o por algún otro lado del cuerpo.

¡Rayos! Me siento nerviosa y la verdad tengo un mal presentimiento. 
Mamá abre la puerta y veo entrar a un Luke, muy apresurado. 

—¿Qué ocurre? —pregunta mi madre, ante el ingreso apresurado de mi hermano.

-—¡He olvidado algo en mi habitación! —grita Luke, mientras sube las escaleras.

Cuando Luke baja, lo quedamos mirando.




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