Hay muchas personas aquí y debo admitir que esta casa situada en esta hacienda es un lugar perfecto para una fiesta. Todo está hermoso. Seguramente la madre de Alex debió organizar todo esto.
—¡Alex, cariño! —exclama su madre, mientras se acerca y lo saluda.
—¡Pero que chica tan bella! —me dice, y me regala un tierno abrazo.
El padre de Alex nos mira con una sonrisa muy relajada.
—Mamá, papá, ella es Annia, mi novia—me presenta.
—Mucho gusto señor y señora Borns. —Trato de sonar educada, al mismo tiempo que estrecho sus manos, pero para mi sorpresa, el padre de Luke me recibe con un abrazo.
—El gusto es nuestro, sé qué haces muy feliz a mi hijo—me dice.
—¡Tenemos que tomarnos una foto! —Mi suegra llama a uno de los fotógrafos, nos acomodamos y este enseguida toma un par de fotografías.
—Cariño, quiero que sepas desde ya que puedes tratarnos con total confianza. —Me sonríe ella.
—Quisiera quedarme todo el tiempo aquí, pero debemos ver a Nicole—expresa Alex, refiriéndose a su prima.
—Por supuesto, cariño, vayan.
Luego de un par de presentaciones más por parte de Alex a su familia, me doy cuenta de que aún no habíamos hallado a su prima Nicole.
Caminamos hacia una mesa y justo cuando vamos a sentarnos, una voz atrajo la mirada de Alex y la mía.
—¡Primo! —chilla ella, emocionada, mientras se lanza a los brazos de Alex.
—¡Feliz cumpleaños, Nico! —le corresponde—, esto es para ti. —Alex extiende el regalo.
—Gracias, espero que me agrade.
—Eso mismo espero yo—responde él, riendo—. Nico, ella es Annia, mi novia—nos presenta.
La chica de dieciocho años me mira de pie a cabeza, enarca una ceja y pone una expresión poco agradable.
—Ah, hola—suelta, cortante.
—Feliz cumpleaños—menciono, de la misma manera.
—Gracias—me responde, mirándome nuevamente de pie a cabeza —. Iré a saludar al resto de invitados, no te pierdas, porque tenemos que bailar—le expresa a mi novio.
¿Qué se cree esa chica?
—Disculpa a Nicole—me dice Alex.
Noto que él también se ha fijado en la actitud de su prima.
—No te preocupes. —Le sonrío sin ganas.
—Nicole es un poco celosa, no le hagas caso.
Iba a responderle, pero Nicole se acerca a nosotros en compañía de una chica que lleva puesto un vestido negro con un escote en sus senos y el cuerpo… en serio parece una miss o algo así.
—Hola, Bethany—la saluda, Alex. No sé por qué siento que su saludo no es tan agradable.
—Tiempo sin vernos—le responde ella, mientras lo saluda con un beso en la mejilla.
—Te presento a…—Lo interrumpe.
—Lo sé, tu novia—suelta—, los comentarios vuelan aquí. —Me mira y me regala una sonrisa más falsa que sus pestañas.
Hice lo mismo.
Nicole y la tal Bethany deberían saber que ya he lidiado con brujas irritantes como ellas y esta no sería la excepción.
—Alex, cariño, ven por favor un momento—le pide su madre, que se encuentra a escasos metros de nosotros.
Alex me mira y asiento, dándole a entender que estoy bien. Él obedece a su madre y me deja en compañía de su prima y su amiguita.
—Siempre confié en los buenos gustos de Alex, pero ahora…—menciona Nicole, observándome de arriba abajo, como examinándome.
—Nos decepcionó. —Bethany completa la opinión de Nicole.
—Exacto—expresa Nicole, entre risas—, ya sabes, no es que seas la gran cosa. —Me mira triunfante luego de su comentario.
—Tal vez no sea la gran cosa, como dices, pero soy la novia de tu primo y me ama. Ah, y eso me basta—ataco.
—Alex jamás ha amado a nadie—ríe—, para serte sincera, el solo busca sexo, pasarla bien un par de noches y listo—culmina Bethany.
—Debe ser que a ti eso te consta—le respondo.
—Claro que sí y debo admitir que supe complacer todos sus caprichos—dice. Como si fuese digna de aplaudir.