Pasamos toda la noche riendo y bebiendo una que otra copa, no nos embriagamos, pero si bebimos de vez en cuando.
Bailé con mi suegro, también con Alex y debo admitir que los padres de Nicole no son como ella, ellos son muy divertidos y amables.
Además, tuve que soportar las miradas de Bethany y de Nicole todo el tiempo.
Mi celular empezó a sonar y contesté.
—¡Amiga! —Es Sophy.
—Uno de estos días me dejaras sorda—respondo.
—¡Tu hermano me vuelve loca!
—Ah, ¿sí? Y ¿eso? —pregunto, riendo.
—Todo lo que ocultaba era para darme una sorpresa. Estamos Luke, Sam, Lesley y yo en la casa de campo de tus padres. Luke me preparó una cena romántica y la estamos pasando de maravilla.
—Me alegro muchísimo, aunque deberás aclararme un par de cosas, por ejemplo, qué tenía que ver Tifany y, además, qué hacen Sam y Lesley ahí, si se suponía que ellos iban al cine.
—Lesley lo sabía todo, pero bueno, te lo explico luego, espero estés pasando muy bien en la fiesta.
No entendía muy bien todo el alboroto, pero me alegraba que Luke y Sophy estén mejor que nunca.
—¿Buenas noticias? —me pregunta Alex.
Le comento lo poco que Sophy me ha contado.
—Por cierto, es un poco tarde, ¿a qué hora iremos a casa? —le pregunto, mirando la hora en mi celular.
—Mis padres insistieron en que nos quedemos y que mañana por el día regresemos a casa—me dice—, ¿te parece?
—Amor, me encantaría, pero no les dije a mis padres que me quedaría, además…
—Yo los he llamado y han aceptado que no viajemos de noche—me responde.
—No quiero ocasionar molestias.
—Estás incomoda por Nicole y Bethany, ¿verdad?
—Pensé que no iba a soportar sus miradas toda la noche, pero bueno, ya no importa—respondo.
La noche fue estupenda, a pesar del mal rato con esas dos chicas, la familia de Alex es muy divertida y me la he pasado muy bien. Una vez estando solos en la habitación, decido quitarme los tacones, los pies estaban pidiendo auxilio.
—Al fin solos…—Alex se acerca y me besa.
—Oye amor—interrumpo su beso—, ¿tu familia no se enoja si dormimos en la misma habitación? O bueno, lo ven ofensivo quizás…
—Claro que no, ellos no son así, además, con ¿quién más podrías dormir si no es conmigo? Todas las habitaciones están ocupadas—me responde—. Es más, la propia Nicole duerme con su novio en su habitación y mis tíos no se lo prohíben.
Estando cómodos en la cama, me dejé llevar por el sueño.
—Te amo, preciosa. —Alcanzo a escuchar.
(…)
Despierto y me percato que Alex no está a mi lado.
—Buen día, hermosa—me saluda, en cuanto entra a la habitación.
—Buenos días—respondo a su saludo en medio de un bostezo.
—Mi madre te envía esto. —Me extiende una bolsita de regalo.
La tomo y la abro de inmediato.
—Alex, no era necesario…
—Vamos, ve a ducharte y te lo pones, seguro te quedará hermoso.
Es un vestido.
Una vez duchada, me dispongo a vestirme y me coloco el vestido.
—Te ves preciosa.
Sonrío. —Para ti siempre estoy preciosa.
—Buen punto. —Me señala mientras me guiña un ojo. —Ven. —Me extiende su mano. —Vamos a desayunar.
Bajamos hasta la cocina y no veo a nadie por ningún lado.
—¿Dónde están todos? —le pregunto.
—Algunos de mis familiares ya se han ido, mis tíos y mis padres están en sus dormitorios, bebieron mucho y supongo que siguen dormidos.
—Buen día—saluda Nicole.
Alex se acerca a ella para apretarle los cachetes mientras ella se queja.
—Buen día, primita.
—¿Durmieron bien? —pregunta, sin mirarme.