Naciste para mí

Capítulo 34

—Bien, ahora si me vas a explicar de una vez por todas ¿qué fue todo el misterio y por qué Tifany tiene algo que ver en todo esto? —le exigía una buena respuesta a mi hermano. Quería comprender todo el asunto.

Luke se acomoda en el mueble, me mira, sonríe y empieza a hablar.

—Planeé una sorpresa para Sophy, cuando estaba en el centro comercial, justo en un local de obsequios para novios y todas esas cosas... —Suspiró. —. Me la encontré a Tifany, hablamos un rato y ella comprendió que amo a Sophy, de hecho, Tifany me ayudó con la elección de ciertos detalles para la cena que tenía en mente—explicó—, ¡Lo que digo es cierto Annia! Es por eso que ella me envió un mensaje diciéndome que había hecho mi mejor elección, porque ella me ayudó a elegir las velas y un par de cosas para decorar el lugar, yo jamás engañaría a Sophy—concluyó, asegurándose de que le crea.  

—Bien, entonces explícame por qué no me contaste nada—reprocho.

—Porque tú y Sophy son mejores amigas y no querías que me estropees el plan—dice, convencido.

—¿Me estás diciendo que siempre estropeo tus planes? —le pregunto ofendida.

Eso que dijo fue un golpe bajo.

—No, no digo eso, pero temía que se te pueda escapar algo, además, contaba con la ayuda de Sam y Lesley.

Dejé los reproches infantiles a un lado y le regalé una sonrisa, al fin y al cabo, estaba feliz de que entre Sophy y él todo esté de maravilla.

—Me alegro de que todo esté bien entre ambos—añado, y empiezo a comentarle sobre la fiesta con la familia de Alex y le pareció muy tonta la tonta actitud de Nicole y Bethany.

Terminada la plática con mi hermano, camino hacia mi habitación, alisto mis cosas para mañana el colegio e inmediatamente recuerdo la lección. Había quedado una lección pendiente de Física.

Tomo mis útiles y empiezo a practicar un poco, debía obtener una buena calificación.

(…)


—¡Annia ya despierta—me despierta mi hermano, mientras me mueve de un lado a otro.

—Mmm... ¿Qué? —respondo entre bostezos.

—¡Que te levantes o prometo dejarte! 

Me levanto de la cama y me meto de inmediato al baño.

Una vez lista, recojo mis útiles, mismos que yacían en el piso y otros en la cama. Me había quedado dormida mientras estudiaba.

Bajo y noto que Luke coloca un sándwich en una bolsita de papel.

—Toma, comes en el camino—me indica, mientras me extiende el sándwich.  Aprieto mis labios y miro a mi hermano—, no vayas a empezar, te dije que te levantaras temprano, así que no es mi culpa.

—No podré disfrutar de mi desayuno—me quejo.

—Ya te lo dije, no empieces—responde, mientras realiza todo de manera apresurada.

Camino a la secundaria Luke me comenta sobre la noche de ayer, lo que sucedió mientras yo "estudiaba".

—Así que mamá se pasó de copas… no me lo creo—respondo, riendo.

—Pues sí, se reía por todo, debiste verla. Papá la llevó a la habitación y me temo que podríamos tener un hermanito…

—¡Cállate! A estas alturas no lo creo—le digo—, además, ya es suficiente contigo.

—Mamá es joven aún, apenas tiene treinta y nueve—me recuerda mi hermano.  Y tiene razón, mis padres aún son jóvenes. Mamá tiene treinta y nueve, y papá tiene cuarenta y un años. En fin, de todos modos, dudo mucho que mis padres estén pensando en un nuevo hermano para nosotros.

—Bueno, eso es decisión de ellos, además, no creo que desees pasar mala noche escuchando los gritos de un bebé. 

Llegamos al colegio y cada uno se enrumba a sus salones, al entrar, noto a mis amigas enfrascadas en sus cuadernos. Estaban practicando para la prueba. No es que yo sea excelente para la física, pero presentía que la prueba no iba a estar tan difícil.

(…)

—Realmente pensé que saldría mal de esta—menciona, Lesley.

—Ni que lo digas, yo estaba con los nervios de punta—responde mi mejor amiga.

—La verdad, algo me decía que la prueba estaría fácil—agrego, sin preocupación.




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