Naciste para mí

Capítulo 39

—¡Annia, baja ya por favor! —Escucho gritar a mamá.

Me miro una vez más al espejo y decido bajar.  Mientras bajaba las escaleras mamá me toma algunas fotos.

—Te ves hermosa—me halaga mi padre.

—Gracias, te amo tanto—le respondo y lo abracé.

—¡Una foto más! —Luke coloca el temporizador de la cámara y posamos para la última foto.

—¿Nos vamos? —pregunta mamá.

—Claro—respondo, emocionada.

Al salir de casa me quedo asombrada al ver una limusina color negro, me imaginé algo más informal, pero, en fin. Miro a Luke y él se encoge de hombros y nos dirigimos al coche.

Luego de unos veinte minutos, llegamos. Todos bajaron menos yo, respiro hondo y pienso en que esta sería una gran noche, pero me sentía algo nerviosa ya que jamás había celebrado un cumpleaños así.  Bajo y me encuentro con la mano tendida del chico que me hace feliz, mi novio.

Lo miro y sonrío al fin.

—Estás preciosa—menciona, en cuanto me observa de pie a cabeza.

—Tú estás muy guapo—le devuelvo el halago.

Entramos al salón y observo que están mis amigos, mi familia, los padres de mis amigos, mis suegros y hasta los tíos de Alex… sí, los padres de su prima.  Les había caído muy bien, tanto como ellos a mí.

Luego de saludar a unos y a otros, Sophy se me acerca.

—¡Estás preciosa! 

—No tanto como tú—le respondo. Y si, mi mejor amiga luce espectacular.

—Sabes, si no fuera porque hay varias personas aquí, me comería a tu hermano de un solo bocado. —Me guiña.

—Creo que después tendrán tiempo para eso. 

—¿Será que puedo bailar un minuto con mi adorable nuera? —interviene el padre de Alex, al acercarse. No me sentí para nada incómoda ya que él inspiraba mucha confianza. Acepté y de inmediato empezamos a bailar.

Un giro más y esta vez estaba junto a Alex.

—Estás atento…—digo, cerca de su oído.

—De ti, siempre—me responde, mientras se mueve al son de la canción.

La noche estaba magnífica, sin duda alguna esta fiesta ha llenado todas mis expectativas.

Tomo asiento un momento, ya que he bailado demasiado, mis ojos se fijan en Lesley y Sam… en serio no se imaginan cuanto adoro a esa pareja. Estaban bailando y riendo, mirándose fijos y sonriendo el uno al otro.

—¿Será que mi hermanita se digna en bailar conmigo? —me pregunta mi hermano en cuanto se acerca.

—¿Tú que crees? —sueno burlona.

—Creo que, aunque no quisieras, te obligaría a bailar. 

—Me rindo. —Elevo mis manos en modo de rendición.

Bailar con Luke es totalmente genial, mi hermano sí que sabe moverse. Él siempre me decía que el secreto está en saber bailar y vaya que ha tenido razón.

La música dejó de sonar y todos nos extrañamos, me fijo rápidamente hacia la puerta y por ella entraban tres hombres. Intento verlos bien y son policías. Todos nosotros nos hicimos a un lado ante la sorpresa y estos se colocaron en el centro de la pista de baile.

La música volvió y el hilo de un ritmo seductor empezó a enredarse en los pasos de los supuestos policías, eran bailarines, bailarines sexys.

¿Qué rayos?

—¡Sorpresa! —me grita Sophy en medio de un abrazo.

La miro totalmente confusa.

—Sophy, es mi cumpleaños, no es mi despedida de soltera—le digo, tratando de elevar la voz lo suficiente para que me escuche.

—¡Vueltita, vueltita! —gritaban. Desvío la mirada y caigo en cuenta en las dueñas de las voces y son: la mamá de Sophy, la madre de Lesley, mi suegra, Lesley y, por si fuera poco, también mi madre.

Busco con la mirada a mi padre y a todos los hombres del lugar y ellos reían muy campantes al escucharlas a ellas gritar.

Los tres bailarines no se quitaron nada más que sus camisetas, hicieron una coreografía tentadora pero no vulgar.  Cuando se fueron todos empezaron a aplaudir y yo sentía que estaba paralizada sin inmutar movimiento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.