Necesito puntadas después de ti. Más no he hallado aguja fina y mis manos nada delicadas no podrán coser con cuidado el frágil y transparente músculo de mí corazón que quedó rasgado en todas direcciones, al derecho y al revés, también atraves. Como mínimo necesito doce docenas. No menos, sí más. Más no me he encontrado quien tenga la suficiente paciencia para ayudar a siquiera sostener el hilo. Y si los dedos me pico, el avance se hará lento. No hay cuerpo que perdure o quiera permanecer a lado de otro que se pasa de doce a doce uniendo una corteza de seda, de papel... Que al menor tirón, en un inesperado descuido, se rasga de nuevo y forma nuevos surcos que ya estaban propensos a aparecer. Necesito puntadas después de ti. Cómo hacerlo si mis dedos sangran, torpes y contaminan mis heridas frescas.
La biblioteca en Booknet es una lista útil de libros, donde puede:
guardar sus libros favoritos
ver fácilmente las actualizaciones de todos los libros de la biblioteca
estar al tanto de las nuevas reseñas en los libros
Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.