Se coló,
por la rendija de la inocencia
el rayo de sol cegador
que fue su amor.
Creado y no, para mí;
como adicción y solución,
virus sin cura.
Hecho y no, para el mundo.
Un enredo conocerlo.
Un laberinto despedirlo.
Es extraño, procesar su bienvenida
y su agria salida.
Una película muy planeada
por un guionista de tramas típicas
de amor. De no creerse. De pensarse como una historia falsa. De cuento.
No me importa lo atípico que suene.
¡Cuánto te amé!
¡Cuántos mares se crearon en un corazón común!
¿Cómo ha pasado?
¿Cómo es que ha pasado?
Un alma en pena, asfixiada.
¡Cuánto más, te hubiera amado!