Los rayos del sol te concibieron. Sin embargo, tus cabellos no son dorados; tus ojos miel, mucho menos. En cambio, tu energía es la misma, atrae toda mi atención. Después de verte, mis ojos no pueden ver a nadie más.
Bajo los rayos de oro se materializó tu cabello azabache, tus iris obsidiana que cortaron a profundidad mi rutina.
Desbordaste de energía, la misma que el sol me regala cada día, las venas que se extienden por cada milímetro de mi cuerpo.
La biblioteca en Booknet es una lista útil de libros, donde puede:
guardar sus libros favoritos
ver fácilmente las actualizaciones de todos los libros de la biblioteca
estar al tanto de las nuevas reseñas en los libros
Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.