"Nada es de color de rosa"

14 Si.

Querida, subconsciente. Si subconsciente y no mente. Me he dado cuenta que Richard no es esa persona como creí haber pensado. El es muy inteligente, caballeroso y muy divertido.

Al principio no quería relacionarme nada con él sin embargo...

- CON MÁS FUERZA!!.- los demás pateaban a Richard con más fuerza.- Eso es lo único que pueden!!.- hace aún lado a uno de sus cómplices y empieza a golpear con mucha fuerza de lo debido.

- Henry, basta está sangrando.- los demás dejaron de patear y fueron a detener al chico cabreado.

Richard abre lentamente sus ojos con algo de borrosidad. Queriendo apoyar su codo en el suelo.

- Eso es para maricas!.- Henry deshace el agarre de sus compañeros.

- Para!.- dije soltando mis cosas pero eso fue como si se tratase la última gota que derramó el vaso. Henry se abalanzó hacia Richard hasta golpearle su rostro.- ¡NO!...- me dirigí hacia Henry y poder jalonear sus prendas.- ¡¿QUÉ HACES?! ¡DÉJALO!.- pero fue en vano, me empujó haciéndome rebotar entre la pared.- ¡B-Basta!... Henry.

Lo decía llorando, llamando la atención de este.

- D-De...deja de las...las...lastimar a las personas.- tartamudeaba.- Por favor... Te lo ruego.

No cabe mencionar que Richard no era el único en ser aislado y en ser víctima. Desconozco el motivo por el cual Henry me dejó en manos de Dianely. Sin embargo sus actos hacia mí no me interesan aunque mi odio hacia ella va creciendo ya que puede ser que no me afecte mientras me haga la vida imposible pero agarrar lo más valioso para mí... No lo puedo tolerar.

Entendí que no soy la única sufriendo, el hecho de tener a una mamá que sufre de una enfermedad que muchos solían desconocer y con unas simples palabras de "sal adelante, no estés en la oscuridad y demuestra quién eres" no arreglaban la situación.

El hecho que hay muchas personas que quieren ser como uno es. Fingiendo tener la misma enfermedad, fingiendo ser buena persona a pesar que solo quieren atención. Y no es sólo eso, me dí cuenta que cuanto más uno quiere atención o algo que no es, mueren de soledad, porque dejan a las personas que estaban para ellas o simplemente no pueden mostrar un poco de lo que son para darles un gusto a las demás personas.

"FELIZ DÍA DE LA INAUGURACIÓN"
 


 

Me percaté que muchos somos lobos solitarios.- observaba a lo lejos a Henry. - Nada es color de rosa cuando le das la bienvenida a un lado grisáceo. 

 

- ¿Me permites está pieza?.- Richard extendió su mano como si fuera un caballero de la realeza.

 

- Jajaja... Mmh ¿no sé? No hay palabras pequeñitas o ¿sí?

 

- Si no las hay, bailarias toda la tarde 

conmigo?.- negué riendo entregándole mi mano.
 


 

Me jalo y fuimos hacia la pista.

A lo mejor no era nuestro día pero dentro de un año lo sería y de allí diríamos que fue solo una pesadilla esperando el siguiente nivel.
 

Richard y yo no paramos de reír hasta que miré hacia donde el estaba. Sentado y solitario, viendo cómo los demás son felices.
 

- Oye...- Richard me habla interrumpiendo mi vista hacia henry.- Agradezco haberte conocido... 
 

Seguía hablando, pero seguí con mi narración. 
 

Le agradezco al tiempo al haberlo conocido, Richard... Era la persona que creía que tenía intenciones malas pero no era así. Richard no era más que otra persona que contar sobre su vida. No es más que un chico inteligente queriendo buscar un respeto entre los demás, buscando buenas notas para demostrarle a su familia que el sería capaz de sacarlos de la pobreza. El es capaz...— Qué hubiera sido de mi, si no lo hubiera echo a propósito...


 

- ¿Propósito?.— ¿Espera echo a propósito? 
 


 

- O-Olvida esa parte. 

 

- No, explícame eso.— me solté de él, este miró aún lado lo que seguro era Henry pero porque de repente lo mirá a el.

 

- Al... Al haber sido el cómplice de Henry, al momento de obedecer y así acercarme a ti.
 


 

- Creo... Qué.— el hace un gesto sin estar entendiendo, me volteó y veo a Caroline llevándose a Henry.— Ire a una parte. 
 


 

Me deshago de su agarre y fuí detrás de él.

 

Flashback

— Qué es lo que acabas de hacer?.— la detengo ya cuando salió del salón sin mucho antes darle un beso a Henry.
 


 

— Qué? Está prohibido besar a la persona que me gusta?.— respondió Dianely.
 

— Si tiene novia y no son nada entonces, si. 
 

— Hay mi niña.— entrecierro mi cejo.— Su novia rompió con el.— abro mis ojos.— Así que mientras el ceda a mis besos no hay problema
 

— D-Dian...
 

— Si es lo que ahora crees. Tsk...— negó por debajo.— Ni lo intentes, porque a Caroline le gusta.
 

— Qué?, debe ser mentira. Ella me dijo que el sería la última persona que pasaría en su mente. Ella no lo haría.

 

— Nena. Me dijo que me distanciará de él. 

 

Seguí caminando con discreción hacia donde ellos se dirigían. Qué estoy haciendo... 

 

— Nadie nos siguió?.— pregunto Caroline y el solo negó.

 

— Habla rápido que no tengo tiempo para escuchar a bichos rar...

 

— Anteriormente!...— lo interrumpió llamando su atención por lo que solo hizo una pausa.

 

— Si es lo que creo, mejor aguardate tus palabras.— me escondí cuando dió la vuelta. 
 

— No. — Caroline reacciono y lo detuvo.— Sigues sin poder dejarla?
 

— Te interesa? No verdad. Aho...
 

— Acaso no puedes aguardar silencio cabeza hueca.
 

— C-CA... ¡¡CABE...— ella lo interrumpe con golpe en su brazo.— Quién eres tú para decirme eso, bicho raro?!.
 



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En el texto hay: bullying, amor, romance juvenil.

Editado: 02.07.2020

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