LA MASCARA

El viento soplaba haciendo que una lluvia inmensa golpeara contra las paredes de un viejo museo el cual poseía los objetos más extraños que el mundo y la historia podrían haber conocido.

El museo conocía la historia del mundo, de cada país y religión al igual que de los asesinatos y hechos más extraños que ocurrieron, este también tenía el problema que cada guardia nocturno no duraba más de 1 día en el lugar, estos salían corriendo muy asustados y jamás se les volvía a ver.

Juliana era la nueva guardia del lugar después de que el mismo tuviera que contratar por octava vez en el mes.

Sus órdenes cuando llego eran claras, debía recorrer el lugar entero cada 2 horas y por su tamaño le tomaría unos 30 minutos, asique cuando las primeras dos horas pasaron tomo la linterna y comenzó a caminar.

Rápido comenzó a ver varias vasijas de la china antigua, armas que habían sido usadas en la primera y segunda guerra mundial, estatuas y arte de todo el mundo incluso algunas que habían desaparecido mediante guerras o masacres.

Después de caminar por un pasillo por el cual solo se veía arte y se escuchaban los ruidos de sus botas logro ver a la distancia una máscara la cual le llamo la atención por lo extraña que se veía.

Al estar frente a ella comenzó a sentir un aire frio que se apoderaba del lugar, pero sin darle mucha relevancia Juliana siguió su camino hacia las cámaras nuevamente, cuando llego se sentó observando como una de las cámaras apuntaba hacia la máscara nuevamente.

Un rato después la segunda ronda comenzó pero al volver a pasar por el costado de la máscara juliana comenzó a sentir una sensación extraña y sentía como la miraban asique paso de largo sin mirarla mucho más.

Cuando se sentó en la sala de cámaras sintió como la seguían observando y cada vez que su mirada se posaba en la cámara que enfocaba a la máscara su incomodidad aumentaba asique decidió colocarle algo para taparla y no volver a verla.

Pero al hacerlo su cabeza se giró lentamente viendo que por otras de las cámaras la cual enfocaba al pasillo se veía una mujer parada la cual de un segundo al otro desapareció para luego dejarse ver por 2 cámaras a la misma vez.

Juliana rápido tomo el teléfono fijó para llamar a su jefe pero este no funcionaba asique rápido tomo el suyo personal y sin ver nada se lo coloco en el oído esperando que alguien contestara del otro lado.

-juliana llevas horas de trabajo, no creo que nada malo allá pasado – dijo el jefe con un todo apresurado en su voz.

-señor tengo un problema, una mujer aparece en las cámaras, primero apareció en una y no quise fijarme pero luego aparece en dos a la misma vez lo cual me deja muy preocupada- respondió juliana ya con un tono más atemorizada.

-¡¡sal ya mismo de allí estoy tomando mi auto, pero corre!!- dijo el jefe muy preocupado dejando sentir como el ruido de un auto arrancando acompañaba su voz y dejando paso a que se cortara la llamada.

Al hacerlo juliana comenzó a tomar todas sus cosas no sin antes ver la cámara y ver como la mujer comenzaba a aparecer lentamente en cada una de las cámaras levantando una mano y señalando hacia la pantalla que había tapado .

Sin soportarlo más destapo la pantalla viendo como la máscara irradiaba una luz fuerte y una voz iba apareciendo en su mente.

“ven… sé que quieres usarme, cuando lo agás el poder de 5 millones de años serán tuyos y estarán bajo tu control con tan solo usarme”

Sin darse cuenta juliana comenzó a caminar suavemente rumbo a la estantería donde se encontraba la máscara.

El jefe llego al edificio entrando suavemente y sintiendo el rechinido de la puerta junto a un aire frio como si estuviera entrando en un congelador.

El sabia a donde dirigirse asique comenzó a caminar sintiendo con cada paso que daba como una respiración fría lo acompañaba haciendo más fuerte y sentía como el frio aumentaba a medida que se acercaba a la zona de la máscara.

 Al llegar a la zona ve como juliana se estaba colocando lentamente la máscara y por más de que intentara persuadirla nada la detenía.

-señor no puedo, algo me está obligando a colocármela, no quiero hacer esto pero no me puedo detener- dijo juliana mientras las lágrimas se le caían y su voz se cortaba por el llanto.

A las 10 de la mañana del día siguiente y bajo un hermoso sol el museo volvió a abrir sus puertas para el primero recorrido el cual comenzó de una forma normal.

A medida que el recorrido avanzaba un ruido extraño los comenzaba a abordar a cada persona, esto comenzaba a sentirse más como el ruido de una gota cayendo de grande alturas.

Cuando el recorrido llego a la zona de la máscara los gritos abordaron el lugar seguido de vómitos y algunos desmayos al ver la escena.

En ese lugar todos vieron como el actual jefe del museo se encontraba colgado boca abajo con varios cortes a lo largo de su cuerpo, lo que le provocó una muerte lenta y dolorosa, mientras que juliana se encontraba en una silla llena de sangre dejaba del cuerpo con un único disparo en la cabeza dejando en la pared una mancha de sangre y cerebro.

Lo que más llamo la atención de todos los visitantes y del mundo fue que los dos aparecían con una sonrisa de oreja a oreja y un escrito en la pared de la puerta que solo se podía ver desde el interior que decía.

“juguemos un juego donde yo soy el que dictamine las reglas y ustedes tan solo serán simples peones que terminaran con una hermosa sonrisa en el rostro y terror en los ojos”