Nada Es Lo Que Parece.

U N O

Bajo del avión algo cansada por el viaje, miro a mi alrededor y suelto un gran suspiro, eh regresado a España mi viejo hogar.

A lo lejos logro ver a mi mejor amiga Michel, ha cambiado mucho desde que la vi, nos conocimos cuando éramos solo unas niñas.

Ella me mira y suelta una gran sonrisa, corre muy rápido hacia mi y me da un gran abrazo.

-Dios! Lucy, no sabes cuánto te eh extrañado- dice casi al borde de las lagrimas.

-Oye tranquila, solo me fui por un tiempo, mientras me recuperaba- ella me da esa cara de tristeza y yo la tomo del brazo para caminar.

Al salir del aeropuerto ella me indica el lugar donde estaciono su auto.

-Bien, entonces donde te quedaras?- hace la pregunta un poco preocupada.

-En mi antigua casa, hace tiempo que no voy- ella me mira con horror y yo solo bajo la cabeza.

-Estás segura? Lucy sabes que puedes quedarte conmigo, tu acabas de regresar porque sabes que lo que paso...- levanto mi mano para que pare de hablar.

-No quiero hablar de eso, regrese porque me siento mejor y estoy lista para regresar y enfrentar mi pasado- ella me mira con duda.

-Bien, entra entonces.-

En todo el viaje se mantuvo un silencio incomodo, logro ver mi hogar lejos de la ciudad en un pequeño bosque mientras más nos acercamos, Michel estaciona el auto enfrente de la casa.

-Hemos llegado.- dice un poco seria y fría.

-Ya te dije que estoy bien, no te preocupes y muchas gracias.- ella me sonríe y me da un abrazo.

-Tengo que preocuparme, eres como mi hermana menor.- yo me burlo un poco porque solo soy menor por dos años.

-Tengo 20 años Michel estaré bien.-

-Bien nos vemos mañana en la noche.- yo la veo curiosa y me da esa gran sonrisa que conozco muy bien.

-Definitivamente nunca cambiaras..-

-Nos vamos a divertir! Bien cuídate y cualquier cosa me marcas.- yo asiento y bajo mis maletas, ella se despide y por fin decide irse, doy media vuelta y comienzo a caminar hacia la gran casa, busco las llaves en una maceta cerca de la puerta y me sorprendo al encontrarlas, abro la puerta lentamente y entro veo sabanas blancas tapando los muebles y los crueles recuerdos no tardan en llegar.

Ver a mis padres siendo asesinados por esas criaturas tan horribles.




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