Nadie como tú

Capitulo 28

Recuerdo perfectamente haber llegado a la fiesta, estar conversando con algunos amigos de Alan, después uno de ellos sugirió irnos a otra fiesta que supuestamente estaba mejor, nos fuimos y al llegar vi algunas caras conocidas, entre ellas Mariana y el muy hijo de puta de Miguel con sus secuaces.

– Hola, guapo –Mariana se acercó por atrás y beso mi mejilla mientras sus brazos se enlazaban en mi cuello.

– Hola – me la quité de encima mientras le mostraba una sonrisa forzada

– Sé que estas solo ¿quieres ir conmigo a la habitación de arriba?

– No, gracias – dije sin mirarla

– Oh, vamos, te prometo que tu novia no se va a enterar – me mostró una sonrisa juguetona

– No… gracias. – me levanté y me fui

Sigo tratando de buscar el momento en que me separé de mi bebida o que alguien se me acercara en actitud extraña, pero no, no hay nada, lo único extraño que recuerdo, es que Miguel no se me acercó, lo cual es extraño porque incluso nos vimos, nuestras miradas se encontraron y como siempre nos retábamos. Casi puedo jurar que ese es de los últimos recuerdos que tengo, después desperté en la casa de Alan con un dolor de cabeza infernal.

– Hasta que despiertas – dijo Alan sentándose en el sofá de un costado – No te imaginas que tan difícil es cargar contigo, estas enorme ¿por qué tomaste tanto?

– No, según yo, no tomé mucho, o no lo recuerdo, no sé, me duele la cabeza. – Tenía las manos cubriendo mis ojos.

–Toma – me acercó un jugo – ¿no recuerdas lo que hiciste?

– No – su pregunta me confundió un poco – ¿por qué? ¿qué hice? – Me estaba evaluando con la mirada, supongo que dudaba de que no recordara nada, lo vi sacar su celular y me lo pasó.

Era irreal… Mariana me besaba y yo estaba correspondiéndole, la besaba, la abrazaba, la acariciaba ¡¿cómo demonios esto es posible?! – ¿Qué…? – Fue lo único que dije, no daba crédito a lo que veía, lo detenía y regresaba para tener un mejor ángulo, tal vez solo parecía yo, pero no lo era. No importa donde la parara, o como girara el celular… era yo.

– Incluso si lo pones de reversa, vas a seguir siendo tú – dijo Alan – Ni yo lo podía creer.

– Dijiste que me cargaste hasta aquí, ¿dónde estaba? ¿con quién estaba? – Creo que la resaca que tenia se me pasó, estaba alterado.

– Bien te diré mi versión, mientras tomábamos, recuerdo que estabas con un grupo de amigos, cuando volví unos minutos después, me dijeron que habías ido al baño, ya no volví a verte hasta que comencé a buscarte por todo el lugar, te encontré en una habitación, solo y sin ropa.

– ¿Sin ropa? – dije confundido, ya que yo estaba vestido

– Si, sin ropa… – me miró estoico – te puse lo que encontré alrededor – cerro los ojos e hizo cara de asco – no sabes lo horrible que es ver los penes de tus amigos, en serio ¡horrible! Tardaré unos días en superar esas imágenes.

– ¿cómo demonios llegué a esa habitación? – dije para mí.

– No sé, pero cuando desperté, el video suyo ya era público, está en todos los grupos en los que estoy.

– No puede ser – me cubrí el rostro con la palma de mis manos – no recuerdo nada.

– Debiste tomar demasiado

– No… ¿o sí? No lo sé, de verdad no tengo muy claro todo.

Me levanté del sofá y busqué mi celular, tenía muchos mensajes, todos ellos hablándome del video y hasta entonces, hasta que vi el nombre de Alicia, recordé que, si todos tienen este video, Candice también. La sangre recorrió mi cuerpo a toda velocidad, tan rápido y fuerte que comencé a sudar.

Sali de casa de Alan y me dirigí a mi departamento, necesito poner mis ideas en orden. Cuando salí de ducharme me senté y comencé a pensar en lo sucedido, y por más que lo intenté, por más que me esforcé, no pude recordar nada, era un espacio en blanco, como si hubiera cerrado los ojos en la fiesta y al abrirlos estuviera tirado en el sofá de Alan. Sin duda me había drogado, esto no era nuevo, en las fiestas a las que solía ir, había drogas y alcohol, llegué a probar alguna, pero nada que me dejara la memoria en blanco, pero recuerdo que mis compañeros decían que había algunas que al mezclarse con alcohol era muy peligrosas ya que te dejaban en un estado de semi conciencia.

¿Cómo me pudo pasar esto?

Le llamé a Candice y no respondió, le deje algunos mensajes de que me llamara, pero al no haber respuesta, me comuniqué con uno de los chicos que fue al concurso, me dijo que se habían detenido por una falla en el autobús, lo cual me alteró más, necesitaba verla, explicarle lo que pasó antes de que vea el video y lo malinterprete.

Cuando volví a llamarla me di cuenta de que era tarde, ella ya lo había visto, su tono de voz era frio, sin emoción, lo cual me confundió. Cuando colgó la llamada, comencé a pensar en que hacer, esto es grave, ella podría dejarme por algo que no hice.

Llame a Mariana, ella tendría que darme una explicación, contestó de inmediato.

– Hola, guapo ¿quieres repetir?

– Mariana ¡¿qué demonios significa ese video?!

– ¿Qué significa? Pues que estuvimos juntos tontito – su tono de voz estaba logrando encender mi furia.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.