*Allison*
Dos semanas habían pasado desde que Liam me hablo de sus sentimientos hacia mi y yo lo había rechazado, dos semanas desde que en mi cabeza se reproducía la imagen de Liam trayéndome de regreso a mi casa con ese silencio incomodo y como las canciones deprimentes sonaban y yo me sentía fatal, porque lo extrañaba me había acostumbrado a su presencia, o si no lo veía a que me llegara algún mensaje solo preguntándome como estaba y ahora lo había arruinado y me odiaba por eso, mientras seguía sufriendo el sonido de mi teléfono me hacía ilusionarme al creer que tal vez Liam me hablaba
--Hola—yo contestaba de inmediato sin ver la pantalla de mi teléfono
--Hola amor—Adam hablaba al otro lado de la línea, la verdad es que se me hacia extraño ya que desde la pelea de mi cumpleaños también se había alejado un poco
--Te tengo una sorpresa—
--A si y cuál es? – le preguntaba mientras es mi rostro aparecía una sonrisa
--Abre tu puerta y míralo por ti misma—yo de inmediato me paraba de mi cama y caminaba rápidamente a mi puerta que abría y me encontraba a Adam ahí parado
-Adam—yo al verlo me abalanzaba a él para abrazarlo
--Cariño te extrañe—
--yo te extrañe más—
Después de una gran sorpresa de Adam ambos nos preparábamos para ir a cenar
--Amor yo había dejado mi sudadera de los Bears y ya no está—yo me congelaba al escuchar las palabras de Adam y es que yo sabía que Liam había tirado aquella sudadera
--¿Seguro?, yo no la eh visto aquí—
--Estoy seguro pero tal vez me la llevé, la última vez que estuve aquí—
--Tal vez, ponte otra cosa y vámonos muero de hambre—
Adam y yo salíamos del departamento y yo manejaba a la pizzería que usualmente visitaba con Liam
--Te va a en cantar la pizza de aquí es deliciosa—
--Supongo que sí, hay mucha gente— Adam y yo tomábamos asiento en una mesa al fondo cuando Paty se acercaba a tomarnos la orden
--Hola Allison ¿lo de siempre? —Paty la mera me preguntaba con una sonrisa
--Si por favor, bueno solo cambiaremos la bebida, ¿qué quieres tomar Adam?—
--Un refresco de Cola por favor—
--Y para mi la malteada de fresa por favor—
--Claro en un momento les traigo su orden—dicho eso Paty se marchaba dejándonos solos
--Creo que te gusta este lugar, y veo que vienes muy seguido—
--No tan seguido—le respondía a Adam recordando que venía mínimo cada 15 días con Liam
--Bueno en lo que traen la orden iré al baño—Adam se ponía de pie y lo veía marcharse, segundos después Paty aparecía con nuestras bebidas
--Gracias Paty—le decía mientras ella dejaba nuestras bebidas en la mesa
--De nada Allison, te puedo hacer un comentario—Paty me preguntaba mientras se paraba a mi costado
--Claro—
--No te ofendas ni nada, pero me agrada más Liam no se ustedes se ven muy lindos juntos y su energía se nota, no lo tomes a mal tu decides con quien estas— al escuchar las palabras de Paty podía sentir mis mejillas sonrojarse, cuando estaba por responderle Adam aparecía.
--Tenías razón esta pizza es deliciosa— Adam me decía mientras le daba una gran mordida a su rebanada de pizza
--Te lo dije, por eso es uno de mis restaurantes favoritos--
--Hablando de restaurantes favoritos, te tengo una sorpresa mañana tu y yo iremos a cenar a ese restaurante que alguna vez comentaste—
--¿Al Mamma Maria?—le preguntaba sorprendida a Adam, el Mamma Maria era un restaurante italiano y era el restaurante favorito de Liam, al cual el me llevaría pero no había podido
--Si a ese, es para festejar tu cumpleaños ya que no termino muy bien esa cena—
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--¿Estas lista?—Adam me preguntaba mientras asomaba su cabeza por la puerta de mi habitación
--Si solo, podrías ayudarme a abrochar mi collar— Adam se acercaba mientras yo tomaba el pequeño dije de cereza que combinaba con mi vestido rojo
--Listo, vámonos—Adam se veía una ultima vez en el espejo y se acomodaba la corbata color negro, yo tomaba mi bolso y ambos caminábamos fuera del departamento para que después Adam manejara hacia el restaurante.
Al llegar al restaurante un hombre con un esmoquin nos recibía
--Tengo una reservación a nombre de Adam Miller—
--Bienvenido Dr. Miller sígame por favor— Adam tomaba mi mano y ambos seguíamos al hombre quien nos llevaba a una zona reservada donde solo estaba una mesa y estaba adornado con flores rojas y rosas
--Wow, sí que planeaste esta cena— le respondía mientras mi vista miraba alrededor
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Editado: 06.03.2022