Nadie como Tu

Capítulo 17

Hace rato que terminé de empacar, y Belinda ya llegó a mi casa. Sólo esperamos a Alex.

Había aceptado su propuesta de que nos fuéramos con él. En donde tuve problemas, fue en convencer a Belinda que nos acompañara.

Ésta quería que viajáramos sólo nosotros dos.

Como si fuera a pasar algo en el camino.

Le insistí una y otra vez, y le aseguré que, si llegara la casualidad de que se diera algo entre nosotros, lo cual dudaba, no pasaría en la hora y media que tardaríamos en llegar al rancho.

Cada vez estaba más convencida de mis sentimientos por Alex, pero no soy tonta. Estoy muy consciente de que él no quiere una relación.

Y no son suposiciones mías. Él lo había dicho más de una vez en las ocasiones que platicamos de las interacciones con sus amiguitas.

Alex sólo ha sido amable con nosotras. Incluso podría haber la posibilidad de que me considerara su amiga.

Pero nada más.

Ni siquiera sabía si estaríamos nada más nosotros tres. No tuve la precaución de preguntarle.

Sólo espero, en serio, espero, que no venga con alguna de sus seguidoras.

Suena el timbre de la puerta, por lo que voy a abrir.

- Hola – dice un Alex sonriente.

- Hola. Pasa – me hago a un lado para que lo haga.

- ¿Listas?

- Si.

Luego de que Alex nos ayude con el par de bolsos que habíamos empacado, nos dirigimos al auto.

- Pido atrás – anuncia Belinda, sonriéndome, lo que hace que ponga los ojos en blanco.

Espero que no se le ocurra alguna tontera para “juntarnos”, porque sería bochornoso. Sin contar que podría arruinar todo el fin de semana, donde no habría escapatoria, ni lugar en el cual esconderme.

Apenas conducimos unas cuadras, cuando siento que mi amiga se mueve atrás.

- No dormí muy bien anoche, así que me despiertan cuando lleguemos, ¿ok? – anuncia.

- Si – contesta Alex -. Mientras mi copiloto no se duerma también – me guiña el ojo, casi ocasionando que me sonroje.

¿Es que no puedo ser más patética?

- No hay problema – le contesto.

- Espero hayas traído un traje de baño – dice después de un momento -. Dicen que hay un lago en el que podremos nadar.

- Si. Lo sé. Es una de las cosas con las que convencí a Beli de venir.

- ¿No quería?

- Estaba… indecisa.

- Seguro que a su novio le preocupaba de lo que pudiera hacer un fin de semana con tipos como yo – ríe. Y aunque sé que sólo es una broma, no puedo evitar ponerme tensa.

No estaba muy lejos de la realidad.

Después de hablar con mi amiga acerca de cómo realmente era su relación. Todo lo que nos había ocultado. Era notorio que Dante es alguien posesivo y violento, que buscaba aislarla de todos, dejándola dependiente sólo de él.

Todavía no puedo creer que ella lo haya permitido.

Siendo una chica extrovertida, divertida, con una gran seguridad, que muchas veces he envidiado. Era difícil entender que dejara a un tipo como ese manejarla.

Lo único bueno es que no pasó a mayores, y sólo fue por poco tiempo. Sí, tenía ciertas heridas emocionales, pero me aseguró que no eran de preocuparse.

Yo me limité a poner atención a su comportamiento, observando cualquier cosa que pudiera ser una alerta. Pero casi ha regresado a su conducta normal.

- ¿Pasa algo?

- No. ¿Qué podría pasar?

- Te pusiste algo rara – frunce el ceño mientras voltea a verme por un momento -. ¿Segura que está todo bien?

- Si. Claro.

Por su expresión, sé que sigue sin creérmelo.

- No será que estás preocupada por algo, o más bien alguien. No sé, ¿quizá un imbécil que seguramente estará allá? – pregunta lentamente.

Río un poco. Aliviada porque imagine otra cosa, y me causa gracia que trate de ir con cuidado con ese tema.

Jamás pensé que llegara a preocuparse por inquietar los sentimientos de una chica.

- No. Para nada.

- Si quieres, puedo hacer que resbale por algún lado, o se pierda por todo un día completo – incluso veo su deseo de realizarlo.

- Si vas a hacerlo, hazlo por ti. No me uses de excusa – digo divertida.

- Así que no te interpondrías – parece sorprendido.

- Ya sería cosa de ustedes – me encojo de hombros.

- ¿No declararías en mi contra?

- Yo no sé nada acerca de un plan – sonrío.

- Bien – asiente por un momento, hasta que vuelve a fruncir el entrecejo -. Sólo para que quede claro. ¿Ya no sientes nada por él?



#2331 en Joven Adulto
#12468 en Novela romántica

En el texto hay: traicion, amor, dudas

Editado: 07.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.