Nadie como Tu

Capítulo 19

- ¿Qué te pasa imbécil? – lo empujo para que se aleje de mí.

- ¡No la vuelvas a tocar! – contesta sin apartarse del todo.

Detrás de él veo a Kate confusa por lo ocurrido.

Nos la habíamos estado pasando muy bien. Pero este tipo tenía que arruinar las cosas con su aparición.

- ¿Y a ti qué fregados te importa? – me pongo de pie, haciendo que por fin retroceda un poco para darme espacio -. No eres nadie para decirme lo que debo o no hacer.

- ¡Ya deja a mi novia en paz, de una maldita vez!

- Exnovia – le grita Kate a sus espaldas, casi al mismo tiempo en que yo replico.

- Ella ya no tiene nada que ver contigo. Así que deberías dejar de molestar de una puta vez – incluso le sonrío para darle las buenas nuevas -. De hecho, eres tú el que está molestando a mi novia.

- Tu… - gira hacia ella, como esperando a que lo niegue, pero Kate se limita a elevar las cejas con una actitud desafiante.

No esperaba que justo él fuera el primero en enterarse, pero de cierta forma, en lo más profundo, me alegra. A ver si con eso deja de ilusionarse con algún reencuentro.

Karen me había contado lo que pasó en la fiesta.

Como intentó seguirnos, sin importarle dejar atrás a mi prima.

Así que no sólo estaba resentido por su antigua, y muy terminada, relación con Kate; sino también por haber jugado con los sentimientos de Karen.

Pero, afortunadamente, me acaba de dar la excusa para arreglar cuentas.

Una vez vio constatada mi noticia, no tardó en actuar.

Se abalanzó sobre mí, tratando de taclearme, pero fui más veloz y apenas me quité del camino. Luego siguieron los golpes. El muy cabrón tiraba a mi cara.

Por supuesto, no se la dejé fácil. También sabía defenderme.

No veo nada más que nosotros dos y nuestros puños, hasta que Ricardo, el amigo del imbécil, interfiere.

Quería seguir golpeándolo, no había nada más que me diera satisfacción en estos momentos, hasta que noté la cara angustiada de Kate, quien se pone delante de mí para evitar que siga.

Con sólo verla, me calmo.

¿Para qué seguir peleando, si bien puedo volver a donde ella y yo nos habíamos quedado?

Aunque una parte de mí sigue irritado con ese tipo.

A él no le va mejor, de hecho, es quien peor parado ha quedado. Necesitó que su amigo lo sujetara.

- Cuando se calme, dile a tu amiguito que nos deje tranquilos. Él ya no tiene nada que ver con Kate – no pude evitar remarcarle la nueva situación.

Se siente increíble hacerlo.

Hubiera reído en su cara, sino fuera porque sé que Kate se molestaría.

- ¡Maldito cabrón! – es lo último que llegamos a escuchar antes de que, tanto él como su amigo, desaparezcan de nuestra vista.

 

Aún no puedo creerlo.

Kate… con Alex.

De no haber visto la confirmación de eso en la propia cara de Kate, seguiría sin creerlo.

Ni siquiera después de haberlos encontrado besándose en mis narices.

Bien pude imaginar, por un momento, que él es quien lo había hecho. Pero, si soy honesto, no lo pensé, sólo reaccioné.

Y lo único que podía ver, era que ese tarado la estaba besando.

No puedo creer que Kate haya caído tan bajo.

El tipo estaba solo con Maggie hace unos momentos. Yo los vi. Ella parecía estarle diciendo algo por lo que no me preocupé por su interferencia en mis planes.

Por eso sabía que era el momento para hablar con Kate. Demostrarle que aún me importa. Que quería que volviéramos.

Supuse, al notar que tanto ella como Belinda no estaban cerca, que estarían juntas. Aunque eso no me detuvo a buscarla. De alguna forma, haría que su amiga nos dejara solos, o de lo contrario, no me importaba decirlo frente a ella.

Así que, cuál fue mi sorpresa, en lugar de topármela con su amiga, estaba encima de ese… tipo. Besándolo.

- Miguel – dice Ricardo, quien, por su tono, es evidente que no es la primera vez que trata de llamar mi atención.

- ¿Qué? – pregunto casi gritando.

- Necesito que te calmes – seguía tomándome por los hombros, los cuales me sacudo.

- ¿Cómo quieres que me calme después de lo que pasó? – señalo hacia la dirección donde los dejamos. Ni siquiera quiero pensar en lo que podría estar pasando con ellos en este momento -. Ella está con ese tipo. Incluso el tarado me dijo que ahora es su novia. ¿Oíste? Su no-via.

- Si. Lo oí…

- No sé qué intenta ese. Pero no me gusta nada. Nunca ha tomado a nadie en serio.

- Lo sé…

- Puede hacerle daño.

De sólo pensarlo. De imaginar que pueda aprovecharse de ella. Sólo me dan ganas de regresar ahí y seguirlo golpeando.



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En el texto hay: traicion, amor, dudas

Editado: 07.12.2022

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