Ahí está.
Kate se encuentra hablando con Belinda y Ricardo.
Por mi amigo, me enteré que la relación de Kate y Alex había terminado.
Algo así me esperaba después de ver lo ocurrido de primera mano.
Claro que no me sorprendía que el tarado hiciera algo como eso. No es de los que se limitan a estar sólo con una chica.
Aunque me dolió verla así, estaba feliz. Tenía una oportunidad de hacerle entender que yo soy el que debo estar con ella.
Me he acercado poco a poco, sólo como un amigo.
El hecho de que, por fin, después de tanto tiempo, Belinda aceptara a Ricardo, ayudaba mucho.
- ¿Cómo piensas llevarme a la graduación si ni siquiera has pasado todas las materias? – escucho preguntar a Belinda.
- También podrías ir sola como yo – declara Kate, logrando que ésta asienta divertida.
Me encargaré de que eso no ocurra.
- Sólo es una materia. Y estoy seguro que pasaré, ya lo verás – les dice mi amigo, que luego de poner su brazo sobre los hombros de su nueva novia, se dirige a Kate -. ¿En serio piensas ir sola?
- Si – no parece molesta de ninguna manera.
- Podrías ir con algún amigo – insinúa Ricardo -. De hecho – empieza a decir cuando me ve casi llegando hasta ellos -, aquí viene uno.
- ¿De qué hablan? – pregunto haciéndome el tonto.
- Aquí Kate dice que no tiene pareja para la graduación.
- ¿En serio? Yo tampoco.
- Ah – es lo único que me contesta.
- ¿Por qué no vamos juntos? Como amigos – digo esto último más para convencerla que porque realmente lo crea.
Está a punto de rechazarme, lo veo en su cara, pero después de fruncir el ceño viendo sobre mi hombro antes de volver su atención a mí, contesta.
- Si. Me encantaría – no sé si soy yo, o parece decirlo demasiado alto.
Tal vez está más entusiasmada de lo que llegué a pensar.
- Bien – no puedo evitar sonreírle. Encantado de que acepte.
- Bien.
- Nos vemos luego entonces.
Me marcho antes de que cambie de opinión.
No quiero tentar a la suerte.
- Kate – la tomo del brazo antes de que se marche como los demás.
No puedo creer que vaya a ir a la graduación con el imbécil. La escuché claramente cuando lo hacía.
- Tengo prisa – dice sin verme a la cara.
- Y nosotros necesitamos hablar.
- Yo no tengo nada que decir, y ya escuché lo que tú querías decirme.
- Esto se aclara de frente, no por teléfono.
- ¿Para qué? Ya quedó establecido que me mentiste. Que fuiste con esa zorra a su casa sin ni siquiera decírmelo.
- ¿Es por eso? ¿Por qué no te lo dije?
- En gran parte, sí. Pero también está el beso – voy a repetirle lo mismo que le dije, que ella me besó, pero me interrumpe -. Te tomó mucho tiempo apartarte.
- Kate. Te lo dije. Me sorprendió. Apenas me di cuenta la alejé.
- No sé qué creer – niega con la cabeza.
- ¿Y es por eso que vas a ir con el imbécil a la graduación?
- ¿Nos estabas espiando?
- Tú bien sabes que estaba cerca. Me viste cuando hablabas con él.
- No sé de qué hablas.
No quiero discutir más. Sólo quiero que me crea.
- Alex, en serio debo irme.
- ¡Alex! – escucho que me llaman, y no es cualquier persona, sino la menos indicada.
- Y parece que tú también – se logra soltar de mí.
- Espera…
No sé si debo seguirla o no.
Ya lo he hecho todos los días y de nada ha servido, más que para mostrarle todo el mundo la situación en la que estamos.
Ella sin querer hablarme, y yo detrás de ella como un perrito necesitado de cariño.
He caído en lo que antes me burlé.
- Parece que no tienes pareja para la graduación – Maggie se acerca -. He pensado que, ya que yo no me he decidido con quién ir, bien podría hacerlo contigo.
- Déjame en paz.
Sólo quiero largarme.
Al menos sólo queda la graduación para no volver a ver a la mayoría de esta maldita gente.