Yo no logro entender porque siempre todo lo que veo es negativo y oscuro; hay una rivalidad entre lo que hay en mi mente y en mi corazón; el uno quiere tener esperanza, vivir y el otro solo quiere matarse para no existir más; esa guerra constante me cansa, me da agonía y no puedo controlarlos, nada funciona. ¡Que harta es esta situación! He llegado a crear máscaras; no son personalidades, lo sé porque sigo siendo yo, pero actuando como alguien más, pero tuve que hacerlo. Según a qué no puedo ser como me comporto, la gente me mira extraño, o dicen que mis actitudes son raras y algunos optan por alejarse como si yo fuera un bicho horrendo. Todas estas situaciones me dan ansiedad, me causan inseguridades, además de que me cuestionen del por qué soy así. Entonces he aprendido a moldear mi personalidad a las situaciones sociales, para no incomodar a las personas y que estas no me hagan sentir mal; así pues, cada uno conoce una manera diferente de ser yo, de acuerdo con sus propios comportamientos. Seguramente alguien me conocerá como una persona noble, que tuerce el brazo y no causa problemas, como habrá otro alguien que me conozca de manera tóxica, de mal genio, con locura y seguramente con una actitud menos pasiva. Pero hasta esos límites he tenido que llegar para sobrevivir en esta sociedad humana. De solo pensar en esto, me asquea y siento ganas de vomitar. De todas las cosas existentes en esta tierra, una de las más asquerosas es la humanidad.
Me pregunto quién habrá llegado hasta este punto de mí, sin juzgar, sin sacar a flote sus prejuicios y señalarme de hipócrita, de doble, mala persona, y decir que soy alguien que se encerró en sus pensamientos y cree tener la razón en todo. No creo que exista alguien lo suficientemente empático; toda persona en algún punto saca a flote su subjetividad y deja de ver todo con claridad y lo vuelve nada más que su propia opinión. Sé que no soy lo mejor de este mundo y cada día trato de luchar por sobrevivir; lo digo así porque mi resignación y renuncia a los placeres, metas, objetivos y demás cosas que impulsan a los otros a continuar y perseverar cada día, ya me han ganado y tampoco tengo el interés de levantarme y seguir luchando; solo esperaré a que la vida me consuma y me haga polvo.
Yo soy alguien más del común que solo quiere mostrar quién es. No interesa que sepan mi nombre, mi edad, donde vivo o esas cosas básicas que entre mucho no hablan acerca de cómo es una persona. Y volvemos al inicio, pero ya he contado y mostrado mis pensamientos, mi forma de ver el mundo, algunos de mis gustos y disgustos, la enfermedad que los doctores dicen que tengo, y el cómo lidio con todas esas cosas. Esto es desnudarme, quitarme la piel y mostrar mis cicatrices, mis heridas. Deseo mostrarme sin decirles quién soy, quiero que me conozcan y cada uno saque sus conclusiones, definiéndome según sus criterios.
No busco que me ayuden ni nada por el estilo, seguramente para cuando sepan de mí yo ya no existiré, pero la razón por la que quiero que sepan de mí es para que me usen de espejo y el reflejo de mi vida les sirva y tomen lo que no deben hacer, lo que no deben pensar, o más bien como no deben vivir.
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Editado: 05.12.2024