Nadie te amará como yo

Capítulo 12

Helena: me siento feliz, pero también debo de pensar en la posibilidad de que el nunca sienta amor por mí. Nada más que eso sería lo más triste de casarme con él y sobre todo él no tiene pensado dejarme ir.

Ella sale del baño y se da cuenta de que estaba sola en la recámara. Helena sabía que lo había hecho para que se pudiera cambiar a gusto, ella lo primero que hace es desenredarse su cabello y cuando termina se hace una trenza, solo que tenía que empezar a cambiarse de ropa antes de que el entrara por la puerta, ya que sentía que se había tardado mucho tiempo en arreglarse. Ella empieza hacerlo y a los pocos minutos termina y por último se pone sus zapatos, ella sonríe porque había terminado antes de que el entrara y el simplemente entra por la puerta, porque que sabía que le había dado tiempo suficiente para terminar.

Damien: no entiendo que es lo que haces para que te veas hermosa. Ahora debemos de irnos a nuestra cena y quiero que me mires a mi cuando estemos en el restaurante.

Helena: sigo pensando que sería una mala idea salir si sigues pensando de esa manera. Solamente que tú quieres que salgamos y yo prefiero quedarme aquí.  

Damien: tome la decisión de que vamos a salir y eso es lo que haremos. Además, para olvidarme de eso te daré un beso y como eres mi esposa siempre te besare.

Helena: me case contigo por amor. Pero desconozco tus sentimientos y no me gustaría que sigamos hablando de esto, así que debemos de irnos.

Damien: no podemos irnos sin antes poder besarte. Sabes que lo que menos debes de hacer es tener dudas de que pueda amarte, ya que eso lo hare.  

Él se acerca a su esposa para empezar a besarla y Damien estaba seguro de que amaría a su mujer. Solamente que él no entendía porque no podía reconocer lo que sentía por ella, Damien cuando termina de besarla salen de su recámara tomados de las manos y de esa manera ellos se dirigen rumbo a la salida y cuando llegan la ayuda a subirse a su auto para hacerlo el también. El enciende su auto para empezar a conducir rumbo a su destino  

Helena: nunca me invitaste a salir. Además, esta será una celebración por nuestra boda y me imagino que solo cenaremos y que cuando terminamos regresaremos a casa.

Damien: no se te olvide que te tengo preparada una sorpresa y esa te la daré hasta que hayamos terminado de cenar. Porque no puedo dártela antes.

Helena: entonces esperare hasta que me la des. Espero que sea algo que me guste y hablando de eso tu no conoces cuales son mis gustos.

Damien: por supuesto que los conozco. Porque nunca he podido dejar de mirarte y se perfectamente cuáles son, así que no te preocupes, ya que te conozco como nadie lo ha hecho.

Helena: no puedo creer que me conozcas como lo acabas de decir y para saber que no me estas mintiendo quiero que me digas cuales son mis flores favoritas.

Damien: tus flores favoritas son las rosas rojas. Solamente que también se cuáles son tus chocolates favoritos y no quiero que me digas que te estoy mintiendo.

Helena: no puedo creerlo. Eso quiere decir que no me estas mintiendo, pensé que lo hacías para que no me sintiera mal y no quiero saber que más sabes de mí. Ahora prefiero no saberlo y quiero que evites mirarme como lo estás haciendo, ya que me haces sentir nerviosa.

Damien: no me digas que te estoy viendo de una manera diferente. Mi comportamiento cada día que estamos juntos es completamente diferente y esto es demasiado extraño, seguramente es porque no quiero que intentes dejarme y ahora más que nunca estaré a tu lado.

Helena: todo fuera más fácil si me amaras y así no intentaría alejarme de ti. Pero como soy tu esposa todos tendrán que respetarlo, aunque sea imposible para ellos creerlo.

Damien: nadie tiene que dudar de que lo eres. Nuestra boda no se dio de la mejor manera y eso lo lamento mucho, porque merecías tener una mejor boda.

Helena: por eso nos casaremos bien cuando lo hagamos por la iglesia y esa es la única manera de compensarme por nuestra boda por el civil.

Damien: tú eres la principal razón por la cual nos casaremos de esa manera. Solamente que no podía dejar sin que tuvieras una boda donde nuestros familiares estuvieran presentes.

Ellos terminan su conversación cuando llegan al restaurante, Damien se baja del auto para ayudar a bajarla y así lo hace. Él toma la mano de su esposa para entrar y ellos se van directamente a su mesa. Damien ayuda a su esposa a sentarse para hacerlo él también

Helena: seguramente este es tu restaurante favorito. Porque no fue necesario que fuéramos recibidos por un mesero y estoy segura de que reservaste esta mesa para nuestra celebración.

Damien: si lo es y tuve que reservarla cuando te dije que íbamos a celebrar. Este es el mejor momento para que podamos pedir nuestra cena.

Helena: este lugar es demasiado tranquilo y ahora entiendo porque te gusta. Nada más que él hubiera ya no existe y nunca fuiste como me hubiera gustado que fueras conmigo en el pasado.




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