Nadie te amo como yo

Capítulo 6

El primer año después de separarnos piensa ella

 

Ella ya lo había decidido. Después de dejar ese restaurante fue directo a comprar un celular desechable para así llamar y preguntarle a su padre si estaba cerca de donde ella estaba. Al momento de hablarle, el señor Evans extrañado, le dijo que estaba en Macao y se quedaría allí por los siguientes tres días, ella le dijo que lo extrañaba mucho por lo que viajaría a ese lugar a verlo de inmediato.

Colgó sin dar ninguna explicación y ella fue en dirección al hotel donde se hospedaba. Pidió que todo lo que estaba en su habitación fuera enviado a cierta dirección ya que ella debía tomar un vuelo de emergencia a otro lugar. La recepcionista dijo que se encargaría, Layla pago su estancia y salió de nuevo. Fue a ese feo café que siempre soñaba y sin miramientos dejo el anillo en la mesa, subió a un taxi y fue al aeropuerto. Tomo el primer vuelo disponible a Macao después de desechar ese celular. No quería pensar en nada de lo que había sucedido.

Ella estaba consciente de que ese chico tenía una prometida, pensó que si su relación era sería entonces podrían estar juntos pero no imagino que se casaría a sus espaldas y descaradamente le pediría matrimonio solo endulzándole el oído. No quería llorar pero seguramente un día no aguantaría más y se derrumbaría.

Cuando se dio cuenta ya habían aterrizado. Tomo su bolsa de mano, se alegraba que pudiera tomarle fotos a sus documentos y guardarlos en línea o tendría que subir a esa fea habitación. Bajo a buscar a su lindo hermano, ese niño corrió a abrazarla después de no verla por tres meses. Layla sonrió con pesar, distinguió a su padre acercándose a ella, al asistente y no pudo más.

Lloro ruidosamente, sus lágrimas enormes estaban mojando la cara de su hermanito, había gritos y se cubría el rostro; parecía que la habían lastimado con un arma. Todos la miraban haciendo que el secretario se acercara a ver si estaba bien, si le dolía algo. Layla lo empujaba; su cara estaba horrible, sentía que ese nudo finalmente explotó por la presión,  de repente comenzó a sentirse agotada y tenía dificultades para respirar; se llevó las manos al pecho, dolía tanto como si la golpearan constantemente, sentía que dejaba de percibir lo que había a su alrededor mientras cerraba los ojos cansada. Su padre y el secretario asustados tuvieron que llevarla al hospital. El niño estaba muy asustado, que sucedió en ese país para que su adorada hermana regresara de esa manera.

Pasaron tres días para que recuperara la conciencia. Layla intento mostrarse fuerte pero no engañaba a nadie. El señor Evans le informo al médico Morgan que su hija no se sometería al ensayo pues estaba mentalmente inestable, la llevarían a su casa apenas termine su trabajo para que la evaluara después. El pequeño Darren, comía junto a ella, su hermana se esforzaba para comer uno o dos bocados. No hablaba de sus aventuras en ese lugar por lo que se imaginaron que algo muy grave debió suceder. Era un niño muy listo y no quería que ella sufriera.

El día en que tomaron su vuelo de vuelta a casa, el secretario la llevaba en sus brazos, ella ya no tenía voluntad de moverse por sí misma. El vuelo fue bastante largo. Cada vez que ella derramaba alguna lágrima, el secretario usaba su pañuelo para limpiarla, quizás ya había llorado tanto que se quedó seca.

Cuando pusieron un pie en la casa, la cocinera les dijo que todo el equipaje de la señorita llegó a la casa de campo desde Montreal y lo dejo allí antes de recibir otra orden. Layla la miro sin verla realmente y la subieron a su habitación. A primera hora del día siguiente llamaron a su psicólogo para que la diagnosticara.

— Layla... escuché el grupo que me recomendaste la última vez, sabes... hace tres días sacaron una canción que se llama Lolita...

Layla no decía nada.

— También, escuché que encontraste la cafetería... ¿es linda? ¿Venden buenas bebidas?

Ella no dijo nada

— Ahhh, ¿encontraste un chico lindo? Ya vez la apuesta que hicimos...— dijo con tranquilidad.

Ella comenzó a llorar y se dio la vuelta. Se cubrió con su sábana, no quería ver a nadie. La psicóloga bajo y le dijo al señor.

— Creo que el gran misterio de lo sucedido es un amante 

El señor la miro desconcertado.

— Bueno... quiero suponer que ella se enamoró de alguien que al final le rompió el corazón de una manera muy brusca. — le dijo con calma — señor, seguramente recordara que el primer amor es todo menos romántico y para algunas personas, según lo experimenten, puede ser dulce o doloroso. Quizás Layla tuvo un romance de verano y sus expectativas fueron mayores de lo que imagino.

— ¿Sería invadir su privacidad si investigo por mi cuenta? — dijo en voz alta

— Si pero a menos que lo menciones entonces supongo estará bien — comento — Layla está sufriendo mucho por no poder decir nada y si dice algo será aún más doloroso poder darle veracidad a esas palabras. Mi sugerencia es que deje que ella hablé primero. Su corazón está roto y lo menos que queremos es que ocurra una tragedia. No la dejé sola, no la obligue a hablar pero recuérdele que estará allí para escucharla.

El señor Evans decidió manejar todos sus negocios desde casa. No podía dejar a su hija sola en un momento tan difícil, solo de recordar esa vez en preparatoria que la encontró cubierta de sangre, se le ponía la piel de gallina. Junto a su secretario se repartían el día con los cuidados. Incluso Darren ayudaba esperando que regresara su hermana risueña.




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