Nadie te amo como yo

Capítulo 19

Regresaron a Suecia a mediados de Enero. 

Layla estuvo muy al pendiente del estado de Ava al grado que la relevo de varias actividades donde Toru tomo su lugar, de manera muy insistente, pese a que no estaba segura si ayudaría o empeoraría las cosas. Era muy gracioso pero sentía que ese extraño la entendía bien, desde que tipo de café tomaba hasta el pan que le gustaba comer, parecía conocerla bien y en otros momentos, solo era otro sujeto de comportamiento extraño.

Algunas mañanas, Toru le compraba una cara flor. Él en realidad no necesitaba el trabajo (tenía muchos millones en el banco creciendo cada día gracias a sus inversiones y regalías) pero poder quedarse al lado de Layla lo emocionaba bastante. Ya no se mostraba tan hostil ni mala cara como la vez que se encontraron en el aeropuerto así que creyó buena idea hacer su primer movimiento.

— Señorita Evans, ¿vamos a cenar? Mi amigo Stan me recomendó un restaurante delicioso en el centro de la ciudad. La última vez que estuve aquí me dieron ganas de probar esa comida pero tenía una agenda muy apretada

Layla estaba a punto de negarse pero Toru Hase había hecho un buen trabajo desde que llegó. Accedió. A la salida del trabajo, subieron al auto y condujo según las instrucciones de él, Layla miro el lugar y se veía bastante caro. Él le quitó importancia, después de estacionarse la tomo de la mano como si fuera lo más natural del mundo.

— Espero que estés hambrienta — le dijo

— Si pero esto es demasiado — señalo el lugar.

— No lo es... yo quería venir aquí — y sonrió — pero no tenía la oportunidad. Hablando estrictamente, es un poco solitario venir a disfrutar de una buena cena y además de Ava, solo te conozco a ti.

Toru aprendió sueco bastante bien aunque tenía un acento medio extraño (ella no sabía que lo hacía propósito) lo que Layla encontraba adorable. Pidió Kroppkakor, Strömmingslådor, Raggmunk y Kanelbullar*. Layla sentía agua en su boca solo de escucharlo y aguardaba a que llevarán la comida.

Cuando fue servida, comenzaron a comer. Salvo por comidas importantes, ella no visitaba restaurantes y comía en casa pues no encontraba interesante comer sola siempre. Toru sonrió para si al ver qué la cena le había gustado, se emocionó aún más cuando la miro degustar uno de los bollos que de repente sintió envidia de que fuera el bollo el que tocará sus labios y no él.

Después de la cena, salieron y caminaron alrededor de ese lugar, ni Layla lo conocía bien puesto que viajaba mucho. Él camino a su paso y ella se apoyó en el poniendo su brazo junto a él. No era tan tarde así que decidieron ir a una cafetería. Layla le hablo de como comenzó a vivir en ese lugar escuchando todo parecía fascinante aunque mencionara su antiguo matrimonio y un noviazgo que aún no podía superar.

— Además de Roger... ¿no sientes que olvidaste algo importante?

— Al principio si — y tomo su té — pero poco después entendí que si lo olvidé era porque mi cuerpo y mente querían sanar así que considere que era algo doloroso y no sentí necesidad de querer recordarlo. He escuchado mucho que el cerebro puede seleccionar ciertos recuerdos y olvidarlos o almacenarlos para que no hagan daño, ¿crees que es cierto?

— A lo mejor... y si yo estuviera en esos recuerdos, ¿querrías recuperarlos?

Layla no respondió. Toru entendió por la mirada ausente que el daño que el causo aún no había sanado.

Al salir de la cafetería se tomaron de la mano mientras iban de vuelta al auto. Toru pensó en disculparse de nuevo por molestarla de esa manera, no había forma de que ella lo haya extrañado. Condujo hasta la casa de ella.

— ¿Quieres entrar a descansar?

— No... Creo que me iré a mi casa. — contesto dispuesto a tomar un taxi.

— Entra — ordeno tomándolo de la mano. Toru jamás había visto una casa tan solitaria. Había fotos de su boda con un hombre que no era él, había fotos con otro hombre que no era él donde podía ver un genuina sonrisa de mujer enamorada y lo sabía, él ya no ocupaba ningún lugar en su corazón, lo olvido y comenzaba de nuevo cada vez que era necesario hacerlo mientras se centró a una búsqueda incansable.

— Puedes sentarte donde gustes — le dijo llevándolo a la sala. Toru también vio algunos frascos vacíos de medicamentos para dormir y otros para mantenerla calmada además de un frasco grande que era el único lleno pero sin ninguna descripción.

— Layla... ¿aún los tomas? — señaló los frascos.

— Ya no... Parece que mejoro cada día — sonrió mientras le llevaba una taza de té. — Vemos una película. — dijo encendiendo la televisión.

— No... Creo que de verdad debería irme — contesto — aunque me intereses... no intentaré nada contigo — la vez pasada fue un error porque no llegue a conocerte.

— Entonces... ¿porque no me besas? Quieres hacerlo todos los días, ¿verdad?

— ¿Ya eras tan atrevida? — algunas cosas no cambian

— Yo...quiero avanzar — dijo en voz baja — si eres mi amigo o novio nosotros decidiremos en que momento.

Toru se acercó a ella y le dio un beso largo. Podía sentir la calidez de sus labios pero se alejó, una voz en su cabeza le dijo que seguía casado con esa Kelly y se prometió no mentirle de nuevo. Layla vio su momento de indecisión y fue como si la pena que sentía quisiera salir y al mismo tiempo ocultarse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.