Nahual - Espíritu Protector

Nahual Introducción

Cuando venimos al mundo, nace a nuestro lado un espíritu protector conocido como Nahual. Su misión es acompañarnos en el cumplimiento de nuestro propósito en la vida. Antiguamente, se creía que este vínculo sagrado estaba reservado exclusivamente para aquellos de descendencia Maya. Para discernir si alguien era portador de estos seres, se llevaba a cabo un antiguo ritual, lleno de misterio y expectación.

En el corazón de la noche, cuando las estrellas brillaban con intensidad y las sombras danzaban en los rincones, se congregaba la comunidad. El aire estaba impregnado de un ambiente solemne y reverencial. En el centro de un espacio sagrado, se trazaba un círculo de cenizas, formando un vínculo simbólico entre el mundo terrenal y el espiritual.

Los padres, con los corazones palpitantes de emoción y esperanza, sostenían a sus recién nacidos en brazos, entregándolos al destino incierto pero prometedor que los aguardaba. Mientras el reloj marcaba la medianoche, el momento en que las puertas hacia el mundo espiritual se abrían de par en par, los bebés eran asentados con suavidad en el centro del círculo de cenizas.

El resplandor plateado de la luna se filtraba entre las hojas de los árboles cercanos, bañando la escena en una luz mágica. Los ojos de los padres y de los miembros de la comunidad se posaban con atención y reverencia en cada uno de los pequeños, mientras un susurro colectivo se extendía por el aire, cargado de esperanza y plegarias silenciosas.

Las brasas ardientes emitían un ligero resplandor, mezclándose con el aroma ahumado de las cenizas, creando una atmósfera inquietante pero fascinante. El crujir de las llamas parecía susurrar secretos ancestrales, mientras las sombras se movían caprichosamente en los límites del círculo. Los corazones latían con una mezcla de ansiedad y anticipación, mientras los padres aguardaban con los ojos entrecerrados, anhelando que el destino de sus hijos se revelara en la efímera huella que dejarían en las cenizas.

La energía flotaba en el aire, palpable y electrizante. Los latidos de los corazones resonaban en los oídos de los presentes, mezclados con el eco lejano de antiguos cantos sagrados. El tiempo parecía detenerse mientras las huellas, como huellas dejadas por los dioses, se manifestaban en el polvo grisáceo, delineando las formas de los nahuales destinados a ser compañeros eternos de aquellos recién llegados al mundo.

Con un suspiro colectivo, la comunidad observaba en silencio, abrumada por la maravilla y el asombro ante la manifestación de la conexión divina. Las lágrimas de alegría y los abrazos compartidos sellaban el inicio de una vida llena de misterio y propósito.



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En el texto hay: fantasia, criaturasmagicas, mundosfantásticos

Editado: 26.07.2023

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