Escucho el lento, pero incesante goteo de una tubería en algún lugar perdido de estas apestosas alcantarillas. Denbek puede ser la ciudad más tecnológica jamás construida, pero sus habitantes defecan con el mismo mal olor que el resto de los habitantes del planeta que quedamos con vida. Una pequeña linterna enganchada a mi oreja ilumina solo unos pocos metros delante de mí. Avanzo lentamente por este intrincado laberinto, atento a cualquier signo de movimiento. Si bien es verdad que aquí abajo no hay tantos controlados como en la superficie, he tenido que dar de baja a un par, de lo poco que quedaba de humano, de esas cosas.
Un tenue, pero perceptible sonido metálico me hace levantar la vista hacia el techo del túnel. Allí, posada encima de mi hay una gigantesca araña mitad orgánica mitad metal. Esta se abalanza sobre mí, pero gracias a mis recién sentidos agudizados soy capaz de meterle un tiro a la parte orgánica de la criatura y echarme a un lado, rodando por el cemento y casi cayendo al flujo de aguas fecales del canal.
La criatura emite un sonido extraño, medio metálico medio… bueno el sonido que hagan las arañas gigantes. Rápidamente me levanto y antes de que consiga ponerse en pie descargo un par de tiros más que resuenan por las paredes de las oscuras alcantarillas.
Consigo quitar la mayor parte de la materia orgánica de la cosa esa, la cual empieza a regenerarse, pero en el momento en que se queda sin materia orgánica, la araña, ahora totalmente metálica, se volatiliza.
Observo el lugar donde hace pocos instantes yacía una araña de metal gigante. Esta debe de ser un espécimen de estudio que escapó del laboratorio biológico en algún momento de esta crisis. Pero es extraño que ella haya utilizado un ser vivo no humano. Debe de temer, si es que ella puede temer algo, que llegue a su núcleo y por eso infecta a cualquier ser orgánico que pueda eliminarme. Lo noto, noto en mi mente sus pensamientos.
En ese momento la cabeza me duelo a horrores y pierdo la visión. Empiezo a andar tambaleándome, apoyado de las paredes. Toco un picaporte lo giro, levanto mi arma y me esfuerzo por fijar mi vista en la habitación de mantenimiento. Despejado, no hay ningún peligro. Apuntalo como puedo la puerta y me hecho en una esquina de la habitación. El dolor de cabeza es más intenso. Con un gran esfuerzo consigo mantener el control de mi cuerpo. Por el momento he evitado que ella me controle. De todas maneras, eso me ha supuesto un gasto bastante elevado de energía. Necesito descansar y recuperar fuerzas, mi objetivo está muy cerca y no permitiré que ella gane.