Después de asegurar todos los vagones, en los cuales tuvimos que eliminar o lanzar por las puertas a unas cuantas cosas de esas, volvimos al primer vagón y allí nos sentamos, después de ordenar a la piloto que no fuera muy rápido, ja que quería tener el tiempo suficiente para pensar un plan y reorganizarnos.
- Venga equipo, recuento de munición. - Ordené.
En silenció no pusimos a sacar y meter cargadores y contar, el único sonido que se escuchaba era el de nuestras armas y objetos. Al cabo de unos minutos…
- A ver. - Dije. - ¿Qué tenemos?
- Me queden 5 cartuchos de escopeta, el resto no lo he tocado. - Dijo la Demoledora.
- Yo igual- Dijo Fortachón.
- A mí no me quedan cartuchos de escopeta y he utilizado 20 balas de la pistola. - Dijo la Escapista.
- A mí tampoco me quedan cartuchos de escopeta y he gastado 30 balas del subfusil. - Dijo el Estratega.
- A mí me quedan 10 cartuchos de escopeta, pero he gastado 50 balas del subfusil. - Dijo Matamentes.
Uno por uno fue hablando. Al final nos quedaban entre todos unos 50 cartuchos de escopeta y prácticamente toda la munición del resto de las armas. Podíamos ir peor. Repartí los 50 cartuchos dando 5 a cada uno del equipo. Aun así… las escopetas habían resultado las armas más efectivas contra esas cosas, que solo tuviéramos cinco cartuchos por cabeza no me gustaba.
- Debemos reservar la escopeta para emergencias. - Dije. - De momento será mejor que vayamos equipados con la pistola y demos tiros certeros. No nos queda otra si queremos sobrevivir.
El equipo hizo caras largas.
- Venga, animo equipo. Igual ya ha pasado lo peor. - Dije, aunque lo dudaba. - En unos cuantos minutos al centro, a resolver este asunto y a descansar. Tengo una botella de tequila os invitaré a un trago.
En ese momento callé en seco. El gobierno no estaba escuchando y no era muy legal que yo tuviera esa botella. Mantuve la respiración esperando que me dijeran algo, pero…
- Ahora que lo pienso. - Murmuré- ¿Alguien sabe algo de la representante del gobierno des de que nos habló en los campos?
- Negativo capi. - Dijo la Escapista.
No hizo falta que el resto dijera nada, vi en su cara la negación. La verdad es que todo había pasado relativamente tan deprisa que no había llegado a ser consciente de nuestra desconexión del mundo exterior. Estaba más pendiente de mantener con vida a mi equipo que de otra cosa.
- Puede que no llegue la emisión hasta aquí. - Dijo la Tecnológa. - Hay que recordar que el gobierno no había podido contactar con nadie de dentro y solo habían conseguido escuchar ese mensaje. Ahora que lo pienso puede que algo este interfiriendo en la conexión con el exterior.
- Puede ser. - Dije al fin, después de unos segundos de silencio.
- A mí me da lo mismo. - Dijo Fortachón. - No los necesitamos nosotros solos nos bastamos. ¿Verdad Demoledora?
- Di que sí Fortachón. - Apoyo esta.
- Bueno, aun así, que nadie baje la guardia. - Dije. - Esta ciudad no parece segura.
- Eh, mirad esto. - Dijo Matamentes.
- ¿Una revista? ¿En serio? – Dijo Fortachón. - Joder Matamentes, no estamos aquí para leer jodidas tonterías de los jodidos habitantes de esta jodida ciudad. Seguro que está llena de jodiendas del tipo quien se lía con quien y cosas jodidamente absurdas.
- Que no Fortachón, más bien es un folleto de publicidad y órdenes. - Se defendió Matamentes.
- ¿Y que pone? – Preguntó el Estratega.
- Vamos a ver: “¿Quiere usted reproducirse? ¿Quiere tener un vástago o una criaturilla correteando por su hogar? ¿Lo está pensando? ¿Ha llegado el momento de sentar la cabeza? Pase por la oficina de reproducción para obtener su permiso de paternidad o maternidad y reprodúzcase.” Y un poco más abajo pone: “Recordad, ciudadanos, la regla 420 del código civil de la ciudad de Denbek: Queda absolutamente prohibida la reproducción sin el permiso correspondiente con el fin de evitar la superpoblación de la ciudad y de mantener un número equilibrado de habitantes. Recordad también que el número de hijos permitidos por persona soltera es 1 y por persona emparejada 2, hasta un máximo excepcional de dos hijos por persona. El incumplimiento de esta ley implica la expulsión permanente de la ciudad de Denbek y el asimilamiento del hijo por parte del gobierno.” Aquí hay más: Campaña contra los residentes ilegales: Tenemos normas para que no hay superpoblación, es por eso por lo que nadie ajeno a la ciudad, con excepción de aquellos con permisos especiales, puede residir en esta. No es justo que no podamos reproducirnos y que haya ilegales en nuestras calles. Así que, en nombre de la justicia si ve a un residente que pueda que no cumpla con la legalidad vigente es su obligación avisar a las autoridades por una convivencia mejor.” Vaya con la ciudad.