Napoleon Bonaparte

CAPITULO 4 (PREMIUM BONUS)

En un prado salpicado de flores silvestres, el cielo azul se tornaba oscuro por encima de nosotros, Napoleón y yo hablamos. Quizás fue la primera conversación real que tuvimos desde que nos conocimos.

(Un Napoleón Bonaparte que duerme todo el día y besa a quien intenta despertarlo... ¿Quién ni siquiera puede disculparse con alguien sin un largo paseo a caballo primero... Y quien tiene la risa más refrescante y deliciosa que he escuchado en mucho tiempo).

Napoleón no se parecía en nada a lo que me habían hecho creer los libros de historia. Pero eso le gustó.

· MC- Tengo muchos buenos recuerdos para escribir esta noche antes de acostarme.

· NAPOLEÓN- ¿Recuerdos, dices?

· MC- Mantuve un blog, algo de mi época. Supongo que lo llamarías diario.

No pensé que estaría interesado, pero sus ojos capturaron los míos y no me dejaron ir. Sus ojos jade que nunca me habían mentido.

· NAPOLEÓN- Cuéntamelo. Me gustaría saberlo.

(Sus ojos tienen demasiado poder).

Me dijeron lo que estaba sintiendo, pero me exigieron lo mismo. Me cautivaron esos ojos.

· MC- Está bien. Cuando estoy planeando un viaje, o viajando, siempre ordeno mis pensamientos antes de irme a dormir escribiéndolos.

· NAPOLEÓN- ¿Qué escribes?

· MC- Lo que he visto. A quién he conocido. Las cosas felices que me gustaría compartir con la gente. Y las guardo en un lugar donde puedan verlas.

· NAPOLEÓN- ¿Lo compartes en público? ¿Como un libro? ¿Qué haces cuando no hay nada feliz para compartir? No todos los días son buenos.

· MC- No, no lo es. Y algunos días lo único que quiero hacer es despotricar sobre lo mal que estuvo todo.

A veces, quieres una audiencia para tu dolor. Entonces todos los demás se detendrán y verán que la vida está lloviendo sobre ti. Pero si haces eso, solo harás que todos los demás se metan en tus charcos.

· NAPOLEÓN- ¿Entonces qué? ¿Publicas tus peroratas?

· MC- Tomo lo que experimenté y lo convierto en un consejo para un día mejor.

· NAPOLEÓN- ¿Cómo es eso?

· MC- Pienso en cómo alguien más podría evitar lo que hice. O las pequeñas cosas que disfruté solo después de que terminó el día. Como ejemplo, digamos que me cierran la puerta de mi habitación de hotel...

Me enfureció la mirada al cielo, ahora el terciopelo oscuro y profundo del forro de un joyero, diamantes y perlas brillando en su interior.

· MC- Escribo sobre lo hermosas que eran las estrellas esa noche. O cómo el paraguas empacado hizo una buena sombrilla en un día soleado.

Napoleón me miró con atención absorta.

· MC- A veces tienes que cavar para encontrar los tesoros de la vida. Pero cuanto más practiques, mejor lo conseguirás. Y pronto, serás un experto en encontrar la belleza y la aventura de todos los días.

Tenía esa pequeña sonrisa inteligente.

· NAPOLEÓN- Nunca pensé en eso. Ni siquiera me di cuenta de que era posible... Parece que vives una vida maravillosa.

· MC- ¿Te estás burlando de mí de nuevo?

· NAPOLEÓN- No esta vez.

Su voz seria coincidía con sus ojos serios.

· NAPOLEÓN- Es una buena idea.

· MC- Si realmente lo crees, ¿quizás también disfrutarías escribiendo tus pensamientos?

· NAPOLEÓN- Nunca he considerado hacer lo que haces, pero me gusta la forma en que lo hiciste sonar.

Había interés en su mirada.

(Es gracioso. Estaba pensando que me gusta cómo suenas. No es solo tu acento. Hay algo en la voz de Napoleón que simplemente resuena dentro de mí)

· NAPOLEÓN- ¿Sobre qué vas a escribir hoy?

· MC- Hmm, todavía no he escrito nada sobre mi viaje al pasado. Veamos. Probablemente escribiré sobre el prado que un experto local me ayudó a encontrar. Con un agradecimiento especial a él por llevarme a verlo.

· NAPOLEÓN- Hmm? ¿Qué?

· MC- Ese experto local eres tú, Napoleón. Gracias por traerme aquí.

· NAPOLEÓN- No estaba preguntando a quién te referías. Quería decir, ¿por qué me estás agradeciendo? Se supone que debe disculparse contigo.

· MC- Oh. Eso es lo que quisiste decir.

· NAPOLEÓN- Realmente eres un nunuche.

Quería corregirlo. Realmente lo hice. Pero tenía una sonrisa tan bonita en este momento. Y quería ver eso más. Así que lo dejé ir.

· MC- No escribes. Pero ¿qué...?

Mi estómago gruñó.

(Oh, genial. No se puede ocultar esto a Monsieur de Wahaha, ¿verdad?)

Le lancé una mirada subrepticia. ¿Quizás no lo escuchó después de todo?

· NAPOLEÓN- Snrk.

(No. No esconderlo en absoluto).

· NAPOLEÓN- ¿Tú... jaja... escondes un osito ahí dentro?

· MC- ¡No, por supuesto que no! ¡Detén eso!

· NAPOLEÓN- ¡Tú... jaja... primero! ¡Deja... de hacerme... jajajaja... reír tan fuerte!

Su risa estruendosa continuó. Mirando a Napoleón riendo tan incontrolablemente, me di cuenta de algo... Esta noche fue la más divertida que había tenido desde que deambulé por este período de tiempo. Fue la primera vez desde que declare estas vacaciones que realmente me estaba divirtiendo. Lista para regresar a la mansión, montamos en el caballo de Napoleon.

(Oh, no. Me siento mal de nuevo. Nunca antes me había enfermado de viaje. Debe ser algo acerca de los caballos)

· NAPOLEON- Estamos listos. Espera como lo hiciste antes.

· MC- Sin duda lo intentare.

Me aferre a su abrigo. Dio una patada suave al caballo con los talones y nos pusimos en marcha. Respire hondo para tratar de prevenir las nauseas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.