Napoleon Bonaparte

CAPITULO 16

· MC- ¡Te amo más de lo que entiendes, y no estoy lista para dejarte ir! Toma mi sangre... toma todo lo que necesites... tómame.

· NAPOLEON- ...MC...

Napoleón se negó a morderme y a acelerar su cambio a vampiro, porque me amaba. Mientras que yo haría lo que fuera para mantenerlo vivo a cualquier costo, porque lo amaba. Aunque fueran diferentes, nuestros dos deseos venían del mismo lugar.

· MC- Hazlo, Napoleón.

Me desabroché la camisa y aparté mi cabello, exponiendo mi cuello. Él se tensó y gruñó como un lobo hambriento, sus instintos empezaron a tomar el control. Sus afilados colmillos brillaban; su aliento sobre mi piel era caliente.

(Juraste protegerme. Sé que valoras ese juramento.)

· MC- Bebe mi sangre. Y sea lo que sea en lo que te conviertas después-- continúa protegiéndome. Sigue viviendo por mi bien, Napoleón.

· NAPOLEON- ... Sabes... que no puedo romper un juramento.

· MC- Lo sé. Por eso lo dije.

· NAPOLEON- ...Deja de actuar descaradamente... nunuche...

Se rió amargamente; vi la sangre correr por sus labios. Era ahora o nunca. Le miré a los ojos y vi confusión, dolor, vacilación. También había deseo.

· NAPOLEON- ...no sé lo que va a pasar.

· MC- Yo tampoco.

· NAPOLEON- Nunca he... bebido sangre antes... Podría transformarnos... a los dos.

(Quizá lo haga. Nunca antes me había mordido un vampiro.)

De repente sentí el miedo de Napoleón.

(Pero ambos sobreviviremos.)

· MC- ...Todo estará bien. Confío en ti, Napoleón.

· NAPOLEON- ¿Tú... confías en mí sobre esto?

· MC- Confío en el hombre que está delante de mí. Pero, como advertencia, podría retorcerme si me duele. Sólo quiero que sepas que no pretendo nada con ello.

Me reí, esperando alejar nuestro miedo.

· NAPOLEON- ...Mi nunuche... ¿Estás lista? Para hacer esto por mí... ¿conmigo?

Napoleón se inclinó y puso sus colmillos en mi cuello, como para acostumbrarse a la idea. Con sus dientes afilados sobre mi piel-- me estremecí, y luego comencé a temblar.

· NAPOLEON- Dime... ¿Puedes hacer lo innombrable?

¿Fue un acto innombrable beber la sangre de otro mortal para sobrevivir? ¿O el verdadero tabú era enamorarse de alguien de otro tiempo... alguien a quien nunca debiste conocer? ¿Cuál de estos encaja en su definición de lo innombrable? Habíamos cometido un pecado y estábamos en la cúspide de otro.

(Si el juicio nos espera en la muerte, tal vez ambos tengamos mucho de que arrepentirnos.)

Pero me ocuparé de eso cuando llegue. Para mí, la perdición sería estar sin ti.

· MC- Estoy lista. Hazlo.

· NAPOLEON- ...Al menos nos condenaremos juntos...

Napoleón agarró mi camisa desabrochada y la bajó...

· MC- ¡...oh, Dios...!

Sus colmillos se hundieron en mí. Dos pinchazos agudos de dolor. Un suave grito se deslizó fuera de mí. Me estremecí. El dolor se hizo más intenso a medida que avanza.

· NAPOLEON- ¿Te... duele? ...¿Te estoy haciendo daño?

Su voz seguía siendo tierna y dulce, aunque su respiración era débil.

(No te preocupes por mí.)

Le rodeé con los brazos y lo atraje hacia mi cuello.

· MC- ...No, no me duele. Y por favor, no te detengas otra vez. No importa lo que oigas...

· NAPOLEON- ...no digas eso... ¿Qué pasa si realmente... no puedo parar...?

· MC- Entonces continuaré amándote.

· NAPOLEON- ¡...Nng...mmph...!

Se hundió más profundamente. La sangre caliente se filtró de la herida. La lamió, su lengua fue una cálida caricia en mi cuello. Napoleón succionaba con hambre donde había mordido. Sentí que mi cuerpo respondía a su necesidad. ¿Era esto lo que se sentía caer rendida ante la gracia? Mi sangre fluía cada vez más rápido hacia él, alimentándolo, sosteniendo su vida. Y sentí algo más. Un calor sutil, empezando por mi cuello, ganando poder mientras recorría rápidamente mi cuerpo.

(¿Qué... es esto...?)

Cerré los ojos con un jadeo. El calor creció, se convirtió en fuego. Cada nervio de mi cuerpo se despertó y se vio afectado. Escuché un agudo silencio y me di cuenta de que era yo.

· NAPOLEON- ¿MC?

Me hundí contra él, con mi cuerpo laxo y con un hormigueo a la vez.

· NAPOLEON- ¿Estás bien? ¿Debo dejar de...?

· MC- ¡Dios, no! ¡No te atrevas a parar ahora...!

· NAPOLEON- ¿Qué pasa?

No pude describírselo. Era un placer como nunca antes lo había sentido. Puro éxtasis eléctrico.

· MC- Mi cuerpo está caliente... pero no hay dolor... Se siente tan bien... como si ni siquiera fuera yo... Oh... Napoleón, siento que estoy dejando mi cuerpo atrás...

· NAPOLEON- ...Si pudieras ver la mirada en tu rostro...

Sus ojos me lo dijeron; mi cuerpo estuvo de acuerdo.

· NAPOLEON- Me alegro de que no me duela. Porque al ver tu aspecto ahora mismo, apenas puedo aferrarme a la razón...

Jadeaba, no en el dolor, sino en su propia pasión, otra necesidad ahora en sus ojos.

· MC- ¡Napoleón...!

Llamé su nombre, mis brazos temblorosos lo buscaban.

· NAPOLEON- MC...

Susurró el mío y se me acercó. Nos miramos a los ojos un momento... Y nos besamos. No se parecía en nada a su beso matutino somnoliento. Sus labios eran cálidos, vivos y conocedores. ¿Cómo podía el tacto de los labios conectar a dos personas tan completa y perfectamente? Muy, muy profundamente el uno con el otro. Nos perdimos en todo menos en nuestra larga... pasión reprimida. Habíamos pecado, pero él sabía a cielo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.