Napoleon Bonaparte

CAPITULO 21

· NAPOLEON- Quiero dormir cuando sea seguro hacerlo. Supongo que eso ya no es un problema. Se acabaron las puertas derribadas. Ya no más fuego de artillería... aunque a veces, no creo que se haya acabado.

No pude ver bien sus ojos, pero su voz se quedó en silencio por el recuerdo.

· MC- ¿No pudiste dormir mucho en tu antigua vida?

· NAPOLEON- No era tan malo como piensas, tenía buenos lugares para dormir y dormía cuando podía. Pero nunca fue un sueño muy reparador. No cuando era un soldado ni después de eso.

· MC- ¿Ni siquiera cuando te convertiste en emperador?

· NAPOLEON- En realidad se puso peor. Nunca sabía cuándo habría noticias de otro ataque. Y las noches en que volvía de la guerra, casi no dormía. Estaba demasiado tenso, creo. Si dormía lo suficiente como para soñar, mis sueños no eran más que...

Se detuvo abruptamente. Luego me acarició el cabello con torpeza.

· NAPOLEON- ...Esa es mi excusa para dormir tan tarde. Tengo que dormir mucho para ponerme al día.

(Creo que sé lo que omitiste... que tus sueños eran tan horribles como tus batallas.)

Descubrí que estaba mejorando al escuchar todas las cosas que Napoleón no decía en voz alta.

(Creo que es cierto que sólo dormía tres o cuatro horas al día cuando estaba vivo.)

Pero no fue por elección.

(Incluso con lo que me ha dicho, no puedo armar un cuadro completo de lo que vivió. Y lo siento por eso.)

Lamento que el viaje en el tiempo fuera tan específico y que no pudiera viajar a aquellas viejas épocas. Pero incluso si pudiera, el emperador Napoleón podría no haber sido libre de aceptar mi amor.

(Me hubiera gustado abrazarlo y hacerle saber que lo protegería de las pesadillas, despierto y dormido, mientras descansaba.)

(Incluso si eso significa sólo decirle lo que quiero que oiga.)

¿Quién sabe qué clase de paradojas temporales causaría si lo intentara? Además, tenía a Napoleón aquí. Así que sonreí y continué con nuestra conversación, para empujar sus pesadillas hacia el pasado...

· MC- ...De acuerdo, así que tienes una excusa para dormir hasta tarde. Y entonces, ¿cuál es tu excusa para tu 'mal hábito'?

· NAPOLEON- ¿Qué mal hábito?

· MC- ¡Tú sabes lo que haces todas las mañanas cuando vengo a despertarte!

· NAPOLEON- Oh, mis besos. Aunque tengo la sensación de que ya no te parece tan 'malo'.

· MC- ...¿Y por qué dices eso?

· NAPOLEON- Ya no luchas contra mis besos-matutinos tanto como solías hacerlo. Tal vez, a partir de mañana, ¿no los evitarás en absoluto?

· MC- ...Tal vez. Y quizás te levantes y descubras que alguien te besa.

· NAPOLEON- Se siente bien tener la razón.

Le di un débil empujón en el pecho; se lo merecía por esa respuesta descarada. Antes de que me diera cuenta, nos estábamos riendo otra vez.

(¿Evitar un beso tuyo? Nunca. ¡Pero dejaré que se lo pregunte por ahora!)

· NAPOLEON- ...Perdón. Estábamos hablando de ti, ¿no? Entonces, ¿qué más hay, MC? Cuéntame más sobre tu tierra natal.

Animada por su suave voz, continué.

· MC- Veamos. Japón es un país muy pacífico. No tenemos ejército, por así decirlo, y no ha habido guerras en generaciones.

· NAPOLEON- ¿Generaciones? ¿En serio? Sabía que Francia ha ganado finalmente un poco de paz después de mi tiempo... No esperaba que la paz continuará por tanto tiempo, incluso en tu moderno Japón.

Los ojos de Napoleón estaban tan abiertos como los de un niño.

(Desearía poder decirle que no ha sido nada más que pacífico a lo largo de los siglos, pero...)

· MC- Japón no ha estado en guerra desde hace tiempo, pero hubo varias guerras terribles entre esta época y la mía. Guerras mundiales.

· NAPOLEON- ¿Guerras... mundiales?

· MC- Esa es parte de la razón por la que mi país es tan pacífico; Japón fue desarmado después de la guerra. Muchos otros países en mi época todavía sienten los efectos de lo que pasó...

· NAPOLEON- Ya veo...

· MC- Lo siento. Nuestra charla se volvió incómoda...

· NAPOLEON- No te disculpes. Entiendo muy bien lo difícil que es prevenir la guerra. Así ha sido a lo largo de la historia. Así continuará.

Estreché sus manos en las mías y lo miré...

(Ahí está esa mirada triste de nuevo. Como si estuviera renunciando a algo importante.)

La última vez que Napoleón y yo estuvimos en este lugar, me hice una promesa. No me quedaría de brazos cruzados cuando él se sintiera aislado y solo. Tomaría su mano. Me miró como si pudiera sentir el cambio de mi estado de ánimo.

(No estoy segura de poder transmitirlo bien, pero...)

· MC- En mi opinión, Napoleón, el mundo se está moviendo hacia una verdadera paz. Por fin. Nadie quiere ver que esos errores se repitan. Ningún humano. Todos estamos trabajando juntos. Tu país. El mío.

· NAPOLEON- ¿En verdad....?

· MC- Sí. Ya ha sucedido donde yo vivo. Hemos hecho que la paz suceda, lo mejor que podemos. Nuestros vecinos están tratando de hacer las paces con SUS vecinos. Y quiero creer que la guerra podría realmente llegar a su fin, de una vez por todas.

(No tengo pruebas, por supuesto. Y no volveré para ver que eso suceda, pero incluso así... Creo que el mundo que dejó atrás va a ser un mundo pacífico.)

· MC- ¿Napoleón? ¿Sabías que...?

· NAPOLEON- ¿Saber qué?

· MC- El Código Napoleónico -aunque probablemente no lo llamaste así- tu sistema de leyes fue adoptado por muchos países. Eres un héroe, y tu lucha valió la pena. Mi paz se debió, en parte, a ti y a todos los demás que se sacrificaron tanto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.