Ha pasado una semana desde aquel día, y como me había prometido a mí misma, no había llorado desde entonces... Le dije al Conde que deseaba quedarme en la mansión, así que regresé al trabajo.
· MC- ¿Cómo están los panqueques, Vincent?
· VINCENT- Están muy buenos. Creo que me malacostumbré a tus panqueques de por vida.
· THEODORUS- Vincent, harás que se le agrande la cabeza.
· VINCENT- ¿Tan grande como tus mejillas, Theo? Ya has devorado tres pilas.
· THEODORUS- ...No dije que estuvieran malos.
· MC- Gracias por el cumplido, Theo.
· ARTHUR- MC, ¿puedo molestarte por otra taza de café?
· MC- No es ninguna molestia, Arthur. Aquí tienes.
· ARTHUR- Mmm. ¿Cambiaste los granos de café?
· MC- Sí, lo hice. ¿Te gustan?
· ARTHUR- Me atrevo a decir que son mis nuevos favoritos. Gracias, MC.
Al igual que yo, los residentes de la mansión se esforzaban por volver a la rutina diaria. Todos nos manteníamos ocupados y nos ayudábamos a mantenernos alegres. Creo que todos pensaron que eso ayudaría para sanar.
· LEONARDO- ¿Hmm? ...¿Qué es esto? ¿Vamos a desayunar todos juntos hoy?
· MC- Sí. Buenos días, Leonardo. Siéntate y te traeré un plato.
· LEONARDO- Grazie.
*
lsaac se separó de MC mientras estaba ocupada en el comedor.
· ISAAC- ...¿Por qué se obliga a estar alegre? Napoleón no daría el visto bueno a eso si estuviera aquí...
· DAZAI- Ella no tiene elección.
· ISAAC- ¿Qué estás diciendo?
· DAZAI- Cuando estamos en un profundo dolor, a menudo fingimos una especie de normalidad. Mintiendo a nuestros corazones. Es un mecanismo de defensa. De lo contrario, el dolor podría llegar a ser tan grave que nos mataría.
· ISAAC- ...Esto es raro. Hoy pareces tener sentido común.
· DAZAI- Bien. Ahora, recuerden darle a MC lo que necesite durante este tiempo.
· ISAAC- '¿MC?' Espera un momento. ¡Creí que no recordabas su nombre...!
Dazai se llevó un dedo a los labios. Después del desayuno, me uní a Sebastián para pulir los cubiertos.
· MC- Fue agradable tener a todos en el desayuno. ¿Qué sigue? Tenemos que ir de compras hoy, ¿no?
· SEBASTIAN- MC.
Dejé de pulir; la voz de Sebastián se volvió seria.
· MC- ¿Sí, Sebastián?
· SEBASTIAN- No iba a hablar de ello, pero... me temo que te estás aferrando a la esperanza de que Monsieur Napoleón aún regrese. ¿Cuánto tiempo vas a hacer eso?
(Cuánto tiempo, pregunta.)
He imaginado a Napoleón. En el ojo de mi mente. Vivo. Elegante. Romántico. Sonriendo.
· MC- ...Por siempre, si es necesario.
· SEBASTIAN- ¿Por siempre?
· MC- Podría entrar por la puerta principal mañana, sabes. Él era así. Si no mañana, tal vez al día siguiente.
(Si no es al día siguiente, aún queda el siguiente ... fueron todos quienes me enseñaron a creer en los milagros. Y si no lo veo en esta vida, bueno...)
· MC- Si hay incluso un uno por ciento de posibilidades de que pueda volver a verlo, quiero apostar por ello.
· SEBASTIAN- Ya... veo. No soy mucho de apostar. Pero en este caso... lo haré.
· MC- ¿Oh?
· SEBASTIAN- Resulta que yo también lo estoy esperando. Supongo que podríamos esperar juntos.
· MC- De acuerdo. Esperemos juntos entonces.
· SEBASTIAN- Aunque no somos vampiros, los simples mortales podemos vivir una vida inesperadamente larga, MC.
*
En lo alto de la escalera. Jean frunció el ceño mientras escuchaba las voces en la cocina.
· JEAN- Si estás vivo, hazle una señal... Por favor, Napoleón...
La invocación monótona de Jean resonó en la mansión sin respuesta...
***
...Lejos del centro de París, cerca del cauce del río, un hombre se preparaba para un viaje. La anciana que había acogido a este viajero durante tantos días le miraba, preocupada.
· Mujer- ¿Estás seguro de poder hacer este viaje? Acabas de recuperarte.
· ???- Iría aunque tuviera que arrastrarme. Ha pasado demasiado tiempo. Gracias a usted y a su marido por cuidar de mí.
· Mujer- A mis ojos, fue Dios quien les devolvió la vida a ambos. Podría haber jurado que estaban muertos cuando los encontré. Desde luego, ¡no creo que los muertos coman tanto como ustedes! Al menos, ¡no halagarían tanto mi comida!
El viajero sonrió.
· Mujer- No te preocupes por tu amigo. Si sus recuerdos no vuelven... bueno, puede quedarse aquí todo el tiempo que quiera.
· ???- Se lo agradezco. Y sé que él también lo aprecia. Siempre le gustó el violín. Quería ser violinista antes de conocernos, ¿sabe?
· Mujer- ¡Tendrá mucho que practicar con mi marido! Él estaba pensando en un aprendiz cuando ustedes aparecieron... Dios los bendiga.
· ???- Cuídense los tres. Si me necesitan, pueden localizarme aquí ... Vendré a visitarlo muy pronto