Hace 17 años, el mundo shinobi enfrentó una gran calamidad,
Una guerra que hizo temblar cada rincón de la tierra.
Las cuatro naciones se alzaron creando una alianza en contra del enemigo, para proteger a su gente
Y al mundo que conocían.
Sin embargo, según registros de dicho evento, esto no hubiera sido posible si no fuera por el ninja que tuvo mayor relevancia que el resto en combate.
Su nombre fue grabado como el héroe que detuvo la cuarta guerra ninja. Convirtiéndose en aquel que mantuvo la alianza ninja después de la guerra
Y creando un nuevo legado de paz
Conocido como el gran:
—¡NARUTO!—Un fuerte grito se escuchó desde la casa de los Uzumaki.
El susodicho, que ubicado en un postal observando la nueva ciudad en progreso de Konoha, saltó de su lugar para seguir escabulléndose.
20 minutos antes
— ¿Dices que solo esperamos por los sabios de la aldea?—preguntó Shikamaru caminando a la par con Sai.
—Más que a nosotros, también esperamos por la presencia de la casa Hyuga—Respondió.
—Me sorprende que el líder del clan tenga un retraso, considerando su puntualidad, parece que hoy ha despertado con mucho trabajo.
Ambos caminaban por los pasillos del edificio del hokage. Y, como único propósito de aquella mañana, se dirigían a la oficina del séptimo.
—Incluyéndonos a nosotros, parece que la graduación de la academia Ninja nos ha dado trabajo el día de hoy.
—¡Que fastidio! Ni lo menciones, solo espero que las cosas no se compliquen aun más...
Dichas esas palabras, Shikamaru abrió la puerta de la oficina y quedó mudo al instante.
Uno, porque la habitación estaba vacía.
Dos, porque el ventanal estaba abierto.
Y tres, solo significaba una cosa...
—Parece que ha vuelto a ocurrir— menciona Sai colocándose a un lado de su amigo.
Shikamaru llevó una mano a su frente.
Suspiró con pesadez.
— ¿Por qué no me sorprende?— soltó un suspiro nuevamente—. ¡Maldito seas, Naruto!
—¿Procederemos como siempre? Es la tercera vez en esta semana— Sai sonrió con lo último.
—Tú pareces disfrutarlo.
—Un poco— se encongio de hombros—. A veces provoca encarcelarlo y cortarle los pies, pero sería imposible.
—No lo digas tan natural. Me pones la piel de gallina—Shikamaru volvió su vista al escritorio del Séptimo Hokage—. ¡Qué fastidio! De pequeño corría de un lado a otro diciendo que se convertiría en hokage y ahora huye de sus responsabilidades.
—Bueno, no nos ha dejado otra alternativa— dijo Sai—. Habrá que decírselo a su esposa.
—Si... No queda de otra.
—¡Iré por arriba! —Sai se apresuró en salir de la oficina—. ¡Avísame cualquier cosa!
Floristería de los Yamanaka
—¡Muchas gracias por su compra!— Ino hizo entrega de un hermoso ramo de tulipanes—. ¡Vuelva pronto!
Aventó su mano en forma de despedida.
Y en un corto instante pudo divisar un reflejo naranja a toda velocidad.
<<Ese es...>> Tuvo un pequeño prejuicio, sin embargo se retractó.
—No lo creo— se volteó para ir dentro de la tienda—. Sería la tercera vez en esta semana si así fuera.
"¡INO!"—La voz de Shikamaru retumbó en la cabeza de la rubia.
"¿Shikamaru?"—En seguida recordó el soslayo naranja— "Es Naruto de nuevo ¿cierto?"
"Si"—se escuchaba su voz cansada en plena mañana—"Ha vuelto a suceder"
"Me pareció verlo hace un momento"—se cruzó de brazos—"Es la tercera vez en ésta semana"
Un suspiro se escuchó.
"Hazle saber a Itachi que haga lo posible en traer a Naruto antes de que inicie la reunión del congreso de la aldea"—Hizo una pequeña pausa—"Estamos procediendo como de costumbre, asegúrale la posición de Sai y dile que yo estoy sumado a la búsqueda"
"¡Entendido!"—Dijo Ino.
"Una cosa más"—se apresuró a decir—"Haz un informe detallado sobre los eventos más recientes de la negligencia de Naruto y házselo saber a su esposa"
Los ojos de Ino se abrieron de la sorpresa.
Eso no aseguraba nada bueno.
"Am... ¿Estás seguro, Shikamaru?"—le preguntó.
"Si, no nos ha dejado de otra"—Y con aquello terminó su conversación.
En casa de los Uzumaki
Shinachiku terminaba de colocarse las muñequeras delante de un multimueble, donde varias fotos familiares reposaban.
— ¡Bien!—se dijo frente al espejo — ¡A darlo todo en el examen!
—¡SHINA!— su nombre fue gritado por su madre.
Tomó la chaqueta que tenia sobre su cama, y se dispuso a salir al comedor.
Pudo notar que Arashi, su hermano menor, estaba acomodando la mesa para el desayuno.
—¡Oh, Arashi! ¡Buenos días!
—Buenos días—Arashimiró a su hermano-, Llegas tarde.
Shinachiku se detiene, pues iba en ayuda a su madre en la cocina.
—¡¿CÒMO?!
El rostro de Shinachiku se colocó morado.
—Shina, no te detengas—Habló Sakura con dos platos en las manos—. Hazme el favor de llevar esto a la mesa.
—¡S-Si!
Shinachiku al colocar los platos sobre la mesa, se percató de la gran tranquilidad que había en esa mañana, y sobre todo, que faltaba un integrante de la familia.
— ¡Cierto! ¿Dónde está Hanami?
Sakura se acercó a la mesa trayendo los otros platos restantes.
—Ahora que lo dices, la casa está muy tranquila—Dejando los platos sobre la mesa, Sakura se llevó una mano a la cadera—. Si no se está terminando de acomodar, debe estar perdiendo el tiempo en los videojuegos como siempre. ¡HANAMI!
Rotundo silencio.
—Hanami nee-san debe estar planeando algo— comentó Arashi ya sentado en la mesa.
A Shinachiku se le helaron los vellos de la piel.
—¡Arashi, silencio!—Se encorvó un poco teniendo el dedo índice en la boca—. No digas cosas espeluznantes.
—Es la verdad.
<<Si... eso lo sé>> pensó Shinachiku desviando la mirada.
En aquella continua tranquilidad, Sakura pudo sentir la presencia de Hanami en medio de ella y de su hijo mayor.
Editado: 01.07.2024