Nathaniel

Capítulo |10|

Victoria Craner 
 


No le daré más vueltas al asunto. Ayer llegué muy tarde a casa y ni siquiera entiendo a totalidad esa salida, esa cercanía ni lo que siento. ¿Para que quiere tenerme cerca Nathaniel? Bien, ya sé que probablemente no terminaré sirviendo en sus casinos o flotando en una bolsa negra, aunque sin duda algo no es normal.

Tomo lugar en el vacío salón del club después de despedirme de mis dos amigas en el pasillo.

—¿Por qué llegaste tan temprano?

Me susurran casi en el oído por lo que es inevitable saltar en mi lugar.

—¡Haz ruido al menos! —me quejo—. ¿De donde saliste, Nathaniel?

—Yo te puedo poner a hacer ruido—encoge de hombros. Sin preocupación, tan él—. Entré por la puerta que más

Toma el lugar que está detrás del mío.

—¿Qué haces aquí otra vez?, creí que pagarías para pasar el crédito. Y si tan mal te caigo ¿Por qué no dejas de seguirme?

Exhala soltando una mini sonrisa escalofriante antes de recargarse del respaldo de la silla.

—¿Qué te hace pensar que estoy aquí por ti y no por la rubia que se sienta justo ahí? —señala la banca vacía junto a mí.

—Tendrías el trasero cerca de ese lugar y no aquí.

—Desde este ángulo puedo mirarla mejor.

Ruedo los ojos al tiempo que cruzo los brazos pegando la mirada al frente, buscando olvidar que está aquí o que existe hasta que ese odioso aparatito suena nuevamente.

—¿Celular nuevo?

Pregunta muy al tanto de mis movimientos o escuchando de esa manera retorcida y anormal que acostumbra.

—No, Amaya le pidió a Alexander si podíamos tener una mascota en su casa y resulta que el hombre es alérgico a todo tipo de animales, no sé cómo te tolera a ti. El punto es que le trajo uno de estos aparatos con una mascota virtual y ella pidió uno para mí, son gemelos o algo así, come cada hora y me está volviendo loca. ¡Amaya me va a odiar si se muere!

—Alexander come animales vivos, sería una pena que su instinto ganara y se comiera a la mascota de su amada, es precavido.

Una enorme náusea me recorre del estómago a la garganta al ver su seriedad, ¿de verdad? Me llega una espeluznante imagen de Owens cubierto de sangre, justo como... como Nathan aquella madrugada.

»Respecto a tu otra mascota, sacale las baterías y ya.

Aqueja malhumorado del irritante sonido. Lo alimento por décima vez hoy y se queda quieto al menos el resto de la clase, sonó casi a la par del término.

—¿Te puedo preguntar algo, Brooks? —indago con la mirada en el pizarrón.

—No.

Giro a verlo mal, sin tiempo a reprochar pues Margareth y May aparecen en la puerta para irnos.

»Victoria tu...

Ambas tomaron mis manos para avanzar más rápido hacia el estacionamiento.

Al llegar a la residencia desde lejos veo a Marcus Vega en el jardín despidiéndose de Aranza al vernos, por lo que intento ingresar lo más rápido que puedo a la casa con las otras dos.

—Victoria —me habla desde lejos y tengo que parar.

—¿Si?

—Puedes venir un momento, por favor.

Cierro los puños y me obligo a sonreír amable, al girar choco demasiado torpe contra Alexander.

—Solo iré... —explico señalando.

—Aunque sea mi amigo es un hablador y algo mayor para ti —espeta Owens, ¿O sospecha que estamos tras ellos dos? ¿Nos descubrió?

—Solo ire a ver que quiere, Alex.

Lo esquivo y me siento cerca de Vega, no quiero pensar y rodearme de la realidad que está superando a la ficción. Mi estabilidad emocional me está rindiendo cuentas, ni siquiera mi cuerpo actúa como de costumbre y esto no es lo peor del asunto.

—¿Te pasa algo más fuera de esto? —pregunta justamente Vega.

Le explico que todo está en orden recostándome del tronco de un árbol y él hace lo mismo dejando algunos folletos frente a mí. Todos están deteriorados.

—Son algunas investigaciones realizadas por Ethan Brooks hace menos de quince años, algunos fueron más complejos de conseguir, todos fueron escritos por él mismo.

"Dadazzys"

Dice en la portada de todos con letra sencilla.

»Descrito así por el antiguo psicólogo Brooks antes de perder la cordura.

Leo y giro con Marcus, quién tan solo asiente.

—Estos seres tienen la peculiar habilidad de pasar desapercibidos entre nosotros, su temperamento es pacífico en promedio —me explica haciéndome suponer que los ha leído todos.

Tomo un tríptico amarillento y desgastado para leerlo por mi cuenta.

Positivo:

>Poseen belleza absoluta.

>Se caracterizan por; en estado puro tener piel nívea, cabello blanco, ojos de tonalidades violetas, rojos, verdes entre otros extremadamente oscuros dependiendo el don asignado.

>Controlan las emociones de quienes les rodean.

>Pueden manipular la realidad.

>Pacíficos.

Negativo:

>Buscan las emociones similares a las suyas, las cuales intensifican positivas o negativas.

>Desconocen el sentimiento de culpa o remordimiento.

>Son perfectos escondiéndose y/o mintiendo.

>Poseen fuerza descomunal

>Hábiles mentirosos.

—Entiendo si...—formo unas comillas con los dedos—. "Nathan y sus ojos verdes" son parte de esto, pero nada encaja con Alexander.

—Dice en estado puro. Si Nathaniel fuese uno sería una especie de cruza entre humano y alienígena —toma otro tríptico más él—. Victoria, probablemente este hombre solo describe a la madre de Nathan, quizá ella sí era...—ríe ligeramente de la nada y palmea una sola vez su rostro—. Solo míranos, indagando a fondo los delirios de un esquizofrénico. Tal vez todo esto es solo un sueño dónde hábil y retorcidamente Ethan escombro el asesinato de su mujer.

—¿Crees que Dominic miente? ¡Tú dijiste que también presenciaste cuando Owens lo dijo!

—¿Entonces fundamentamos la imaginación de una niña? Eso puede ser tan irreal como los delirios de Brooks.




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