Desperté en una habitación tenía las manos atadas, me habían quitado todas mis armas, no tenía ninguna forma de moverme, a duras penas podía balancearme.
Abriendo la puerta se encontraba Esparco el líder de los bandidos, dándome un golpe en el estómago.
Has derrotado a varios de mis hombres, me has dejado sorprendido, solo dime perteneces a los Yumene, dijo Esparco
No pertenezco, a esos criminales, además porque tendría que traicionar a mi gente. Dije
El bandido se rio, esas cuerdas me tenían apeñuscado, forcejeo, pero me aprieta más los nudos Esparco.
Solo dime ¿cómo te llamas? Dijo Esparco
Me llamo Axel, solo espera a que me liberé, Dije
Tranquilo te liberaré a su debido tiempo. Dijo Esparco
Hice fuerza con mis manos, la cuerda quemaba me di maña y logré zafar las dos manos, proseguí a desamarrarme el estómago y me dirigí a la puerta.
Demonios la puerta está con llave
Pero giré la perilla y la puerta no abrió, pero para mi sorpresa uno de los bandidos pasaba y de un puño abrí la puerta.
Ahora tengo que averiguar la manera de hallar mis cosas y por cierto encontrar a Elfe
Algo llamó mi atención estaba pintado en la pared “los Yumene mandan, vamos por un nuevo régimen” fue en ese momento en el que me di cuenta de que estos bandidos trabajaban para los Yumene
Me has descubierto, por cierto, soy uno de los integrantes, sorprendido dijo Esparco
Esparco se abalanzó, pero lo esquivé, corrí a una habitación en donde se encontraban varias armas en donde encontré mi espada, y la aljaba sorprendentemente tenía las flechas
Corrí y peleé en el trayecto con los bandidos, que eran bastantes, salí de la guarida
¿De dónde salen estos desgraciados?
Eran demasiados bandidos, por lo que me detuve y miro hacia atrás venia un bandido, Lo mandó contra una pared, la pared se derrumbó dándome una salida.
Busco a Elfe, pero no lo encontré, no sabía dónde lo tenían, ya se estaba ocultando el sol, cuando escucho sus pasos Esparco se había montado en él.
Bájate dije
El bandido mandó el caballo contra un árbol, esquive el espadazo que me avían mandado uno de los bandidos, ya me estaba hartando de estos bandidos, siempre recurriendo a la violencia, me mando contra el caballo, tomo a Esparco de la pierna y le comienzo a darle con todas mis fuerzas, el hizo que el caballo se asustara. El caballo corrió, logre tumbarlo, pero el caballo seguía corriendo, estaba presionado logre acomodarme y trate de detenerlo, freno frente a un árbol gigantesco.
Ya decidido me bajé y le hice una de las preguntas que tanto me estaba haciendo ¿Cuál es el objetivo de los Yumene?
A lo que él respondió, acabar con los habitantes del bosque y apropiarnos de las espadas de la vida, así nada se nos interpondrá.
Me dirigí hacia Esparco y lo levanté con las dos manos y le dije: lo que tu estúpido grupo quiere es destruir el bosque.
Esparco no dijo nada, pero ahora tengo entendido que los Yumene son una gran amenaza, pero debo continuar con mi búsqueda, ahora debo estar al tanto, puede ser que haya logrado escapar.
Todavía no había logrado salir del bosque, los bandidos ya estaban algo lejos, pero tendría que averiguar más sobre los Yumene, tarde harto en procesar todo lo que había visto en esa guarida, ni siquiera sé cómo es que descubrí donde estaban mis cosas, si he logrado salir, pero rápidamente fui interceptado por otros bandidos; si deseaba saber más sobre los Yumene tendría que infiltrarme en otra guarida, los bandidos me estaban siguiendo por los árboles, no había podido quitármelos de encima.
Sí que son molestos, hice que Elfe corriera más rápido, ellos comenzaron a mandar flechas, pero ninguna dio en el objetivo, en unos árboles más adelante se encontraba un tipo tenía cabello negro le llegaba a los hombros y una barba que le cubría todo el rostro, se lanzó desde árbol y logro llegar al suelo, ya tenían trampas preparadas por si llegaban intrusos, el hombre logró agarrarse de Elfe.
Cuando el hombre se montó tomo la rienda y freno el caballo
Y dijo me llamo Ciro, disculpa la intervención, pero estos son mis hombres, estuviste a unos pocos metros de caer en mi trampa.
Yo un poco conmocionado, dije ¿Qué es lo que quiere de mí?
Él sonrió y contesto, he visto lo último que has hecho, creo que serías un buen hombre, nadie solo podría hacer tal cosa.
Ciro me ofreció hospedaje, tenía una casa en el árbol, con el apoyo de 15 hombres; para subir tenía un mecanismo que al desamarrarse la soga la persona que la sostenga es lanzada, me quedare solo un día.
La casa tiene muchos mecanismos, donde un gran tronco impulsado por varias cadenas cae y tal vez le de alguien dijo Ciro
Estaba tan fortificada la casa que apenas pensaba que esa era la razón por la que los bandidos no los atacaban.
Oye Ciro verdad ¿sabes algo sobre los Yumene?