Naturaleza Escondida Axel En Busca De La Espada Elemental

CAPÍTULO 3 EL DESIERTO DE LOS LAMENTOS

Quedaban pocos metros para llegar al desierto, Ciro se estaba preparando para lo que se venía, ya que este lugar te hace tener alucinaciones, de las cosas más horrendas que han pasado; Ciro tenía buen paso, tengo que estar preparado en cualquier momento puede comenzar.

Por eso dije, morirás, dijo Ciro

Este desierto era muy grande, el gran sol era insoportable, pero tenía que continuar, no fracasaría, de repente un viento levantó a unos cuantos metros la arena, comenzó algo que no dejaría continuar.

Ciro comenzó a decir que veía una niña que le estaba indicando el camino que debíamos pasar, en realidad era la primera vez que pasaba por un desierto y no estaba acostumbrado al inmenso calor, algo incrédulo comencé a decirle ¿qué era lo que quería esa niña?

Ciro algo confundido dijo, esa es la niña que mataron hace algunos años

Comencé a alucinar con la espada, me encontraba frente a un sujeto que no conozco, con mirada sádica este sujeto tenía brazos muy fuertes así que para él no era difícil sostenerla, pero se veía en su mirada malas intenciones, ese era mi mayor miedo, ya veo lo que se siente no poder evitar el conflicto que hay entre los humanos ya me lo dijo esta alucinación.

Era como si el desierto nos digiera lo que pasaría si las espadas cayeran en manos equivocadas supongo que si Furene supiera de lo que estamos haciendo estaría más que dispuesto, a obligarme a decirle en qué lugar estaba la espada menos mal que él no sabe de esto. Seguí a Ciro que al parecer su ilusión le había dado el camino, la niña dijo su nombre

Me llamo Estela, he notado sus intenciones sé que actualmente estoy muerta, pero les guiare

Yo me puse las dos manos en los ojos para ver si lo que vi era tan solo un sueño

Le dije a Ciro sabes esta niña me dijo su nombre

Estamos viendo la misma ilusión, ella también me dijo su nombre.

Me pregunto ¿por qué Estela nos estaba guiando por este desierto?, bebimos un poco de agua, pensaba que esa era la razón por la que tenía esa ilusión, pero no, de razón que le llaman el desierto de los lamentos

Caminamos, por la pesada arena, había dejado a Elfe al cuidado de los de la casa del árbol, llevarlo al desierto podía matarlo, además ya lo había hecho correr mucho, tenía que encontrar la espada sin la ayuda de mi caballo.

Ciro ya se estaba sacando la arena ya que se le había metido un poco en sus zapatos, creo que las ilusiones se habían disipado por un tiempo, creo que por la noche no se notan tanto, aunque espero que no aparezcan en estas horas. Un gran tornado se generó azotando la arena, no tenemos más opción que seguir por donde este aparece, es demasiado que la arena llega a nuestra cara.

Tuvimos mucha suerte dijo Ciro.

El tornado se había partido por la mitad, y comenzó a acercarse hasta nuestra ubicación, corrimos lo más que pudimos, no dimos importancia a lo cansados que estábamos, el tornado perduró durante varios metros, era lo bastante grande como para mandarnos volando a los dos.      

Esto no podría empeorar

La arena se me había metido en los ojos era tanto su acercamiento que ya me estaba arrastrando, la fuerza en los pies ya no me alcanzaba para estar en pie, era muy fuerte la presión que generaba el tornado.

Sin más, cuando Ciro ya no estaba tocando el suelo, el tornado se disipo dejando una gran tormenta de arena que duró por mucho tiempo, él fue levantado a tan solo 2 metros pero yo lo atrape, quedándonos sentados, otra ilusión aparece en donde veo otra vez a estela con un ropaje algo viejo que es de una persona pobre, ella tenía en su mano derecha una daga, ella dijo ojalá no hubiera muerto, ella por alguna razón nos estaba guiando cada vez que teníamos una ilusión era como si ella fuera parte del desierto, parecía como si lo conociera como su palma de su mano.

A veces me pregunto ¿qué tiene que ver ella con nosotros? ¿Quién la mato? ¿Por qué piensa que tenemos buenas intenciones?

Estela nos dio seña de que la siguiéramos, pero el gran problema era ¿Cómo la veíamos? Si se supone que está muerta, la ilusión se acrecentó aún más y vi al rey Salades mandando a sus tropas a una batalla, tenía mucho miedo cuando Ciro me toco el hombro y dijo yo también lo vi, las tropas tenían como objetivo derrotar los de Corfilia, nuestros mayores miedos de la guerra que probablemente pueda darse.

Solo espero que eso nunca ocurra lo que me dijo Esperes, que la guerra solo genera desgracia y muerte, tan solo pensar eso y la ilusión seguía la batalla había iniciado los Solidencios tenían mucha ventaja con excelentes guerreros casi todos tenían sus espadas ya manchadas de sangre del enemigo, solo habían caído 4 hombres de los tantos que había, pero así quedo ya que entre los tantos pensé solo es una ilusión y por ende nada de esto es real está en mi imaginación.

Continuando me di cuenta de que mi arco estaba lleno de arena me pregunto ¿por cuantas ilusiones más tendré que pasar? Ya estaba perturbado por lo que acababa de alucinar y por alguna extraña razón tenía en mente que el desierto nos ponía en prueba con alucinaciones de nuestros mayores miedos.

Muchas veces aparecía Estela dándonos como siempre indicaciones por donde movilizarnos atraves del desierto



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En el texto hay: batallas, bosque misterioso

Editado: 25.07.2021

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