Capitulo 16.

    Mi familia siguió insistiendo en que querían saber que había sucedido, pero yo seguí negándome a decir algo, entonces llegó Paul quién se enteró de todo porque Sally no se aguantó y le dijo todo a su padre. Algo que por supuesto molestó demasiado a los gemelos, sobre todo cuando Paul los castigó.  

-Molly, de verdad lamento mucho el comportamiento de mis hijos, te prometo que en realidad ellos son buenos. 

-Lo sé Paul, no hace falta decirlo.  

   El teléfono de Paul comenzó a sonar y él se disculpó para poder atender la llamada. Por alguna extraña razón sentí la necesidad de seguirlo y saber de que se trataba esa llamada. Cuando me asomé a la puerta de nuestra habitación lo vi atendiendo una video llamada. 

-Hola mamá. 

-¡Paul hijo! Por favor dime que lo que me dijiste hoy no es cierto. 

-¿A qué te refieres mamá? Y por favor no grites.  

-Dime que en realidad no estás saliendo con tu secretaria y mucho menos que estás comprometido con ella.  

-¿Y qué si es así? 

-¡Ay por dios no! ¿Qué no vez que te está utilizando? ¡Solo va tras tu dinero! Deberías de intentar reconciliarte con Cecil. 

-No mamá, otra vez con tus delirios no por favor. 

-¿¡Delirios!? No son delirios, Cecil es una mujer hermosa, elegante, tiene clase y mucho dinero, además, es la madre de tus tres hijos… 

-¡Y también los abandonó sin previo aviso cuando aún eran muy pequeños! ¿Sabías que Sally casi no la recuerda? Peter y Neitan aún conservan la absurda ilusión de que su madre aún volverá por ellos, pero no sé ni encuentro las palabras para explicarles que si se marchó como lo hizo y no ha preguntado por ellos ni una sola vez en tantos años a pesar de saber cómo hacerlo, tampoco regresará por ellos. Así que no insistas en que intenté regresar con esa mujer porque no lo haré, tendrás que aceptar que al fin encontré a una mujer que me complementa, es lista, muy hermosa, logró que confiara en las mujeres nuevamente y por sobre todo, la amo madre y sí, me casaré con ella si ella así lo desea también. 

-¡Pero Paul! 

-¡No, madre! Lo siento, pero tendrás que buscar a alguien más a quien controlarle la vida.    

   Su madre continuó hablando, pero llegados a ese punto consideré que en realidad estaba espiando algo demasiado privado, en primer lugar no tendría que haber empezado siquiera. Bajé las escaleras y Sally chocó conmigo en el último peldaño, parecía nerviosa y asustada algo que también me contagió. 

-Sally. ¿Estás bien? ¿Qué sucede? 

-¡Son Peter y Neitan!  

-¿¡Qué les pasó!? 

-Ellos escucharon a escondidas la conversación de papá con la abuela. 

-Ah no… 

-Dijeron que papá estaba mintiendo con respecto a mamá, trate de convencerlos de que era la verdad, yo lo supe desde hace mucho. Estaba despierta cuando mamá se fue, yo la vi.  Ella salió de casa y un hombre la estaba esperando junto a un auto negro, ella lo besó y luego se subió y se fueron; ni una sola vez miró hacia atrás. Pero jamás dije nada, ni siquiera a papá y por eso siempre insistí en que debía conseguir una novia que si lo quisiera. Mis hermanos dicen que también estoy mintiendo porque creen que quiero que reemplaces a mamá igual que papá.  

-Yo se que no es así cariño. Ahora ¿Tú sabes o tienes idea de a dónde podrían haber ido tus hermanos? 

-Solo los vi meterse en el bosque del otro lado de la calle.  

-Voy por mi abrigo, iré a buscarlos… 

-¡Pero Molly!  

   En sus ojos podía ver el miedo y la preocupación, pero ya no era solo por sus hermanos, también lo era por mi. 

-Tranquila pequeña, conozco este pueblo como la palma de mi mano. Los encontraré y los tres volveremos a casa. 

-¿No esperarás a papá? 

-No, él está ocupado con una importante llamada, en cuanto termine, dile lo que pasó. 

   Salí a toda prisa de la casa y me interne en el bosque en busca de esos dos pequeños que a pesar de que no me aceptaban y el poco tiempo de conocernos, yo ya los quería y no podía permitirme perderlos.