- Bienvenidos - salude y abrace a cada uno de mis familiares desde aquellos con los que nunca cruce más de dos palabras hasta con los que veía seguido.
- Vaya… ¿Y ese nuevo Theo? - pregunto con gracia Hanna.
- No tengo porque ser tan negativo - repetí las mismas palabras que ella me decía - solo quería dar un pequeño cambio.
- Nada mal ese cambio - extendió sus manos, mostrándome una caja azul con listón dorado - Feliz navidad, Theo.
Todo paso exactamente igual a ese día, tal y como lo viví, aún me resultaba extraño el saber que dirían y harían cada persona aquí presente.
Pero aún así, mi temor de revivir ese momento era enorme, no quería que volviera a pasar, no tenía que pasar. Y haría lo que fuera por evitarlo.
-¿Me acompañas fuera Theo? - eso es nuevo
Esto no paso ese día, y si no me equivoco a esta hora aproximadamente fue que salí enojado de casa y… paso eso.
-Claro…
**
-Theo, estoy bien, me gusta ver qué no hice las cosas en vano.
-¿Hanna?
-Es un buen momento para confesiones, ¿No? - ¿Ella lo sabe?
Me gustas y estoy enamorado de ti
- Hanna, yo… tu me - puso su mano sobre mis labios y sonrió, pero sus ojos se llenaban de lágrimas y hablo.
- No te destruyas así, Theo. No hables, no tienes que contarme nada y mucho menos pedirme perdón, era algo que iba a pasar. Te quiero, Theodore, adiós.
Por un momento me sentí fuera de escena, no sabía a qué se refería "está" Hanna, me sentía raro y más cuando vi que se paraba de mí.
Se alejo de mi y camino hacia esa carretera la misma en la murió, no, no, no puede volver a pasar, Hanna, me lance sobre ella, empujandola al otro extremo.
Ahora el que fue golpeado por el auto fui yo, vi como la luz de los faroles daban en mi rostro y después de eso, todo se torno oscuro.
**
Abrí mis ojos, la intensa luz me cegaba, intenté moverme pero me sentía pesado.
- ¡Theo! - mi madre me abrazo - Estás bien, estás bien… - repetido entre sollozos.
- Mamá…
- Tranquilo, el doctor ya viene, solo fue un golpe.
¿Que?
Intenté levantarme, pero un dolor punzante en la parte trasera de mi cabeza me detuvo de cualquier otro movimiento.
- Theo, corazón, recuesta te, no te has recuperado.
- ¿Que día es?
- 27 de diciembre...
- Hanna… ella -
Mi madre me miró con tristeza y pena, y solo nego con la cabeza.
- Ayer fue su entierro, después del incidente con Bruno te trajimos al hospital, estuviste inconciente hasta ahora. Se te habría gustado estar ahí, pero…
- Esta-esta bien.
No volví a ese momento.
Solo fue un ¿sueño?...
Un sueño tan real…
Hanna… ¿Esa fue tu manera de… despedirte?
Te amo, Hanna.
Adiós
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Editado: 16.06.2023