Navis y el obelisco de oro (saga Navis 3)

Tilius

Esa misma mañana oscura y más fría que de costumbre, Navis se levantó a acomodar su equipaje. Dentro de la maleta negra guardó todo lo que pudiera necesitar en el viaje; su pijama, varias mudas de ropa casual, unos cuantos cambios de ropa interior, y en vez de llevar botas, empacó unos zapatos especiales para soportar el clima de Tilius.

Piedrita se enroscó entre la maleta abierta mientras que Navis iba por un gorro de verano.

—Piedrita, esa no es tu cama, vas a estropear mi ropa.

El gato bufó. Navis lo sacó de allí a la fuerza.

—Ugh —Noor apareció en la puerta.

—¿Qué haces Noor? ¿Por qué no has hecho tu equipaje?

—Ugh.

—No creo que haga falta, joven amo —Merry llegó después—, su padre dijo que Noor puede quedarse a descansar durante las vacaciones. Además, no creo que Noor quiera limpiar una casa ajena a la vuestra.

—Ugh —le dijo a la mujer que no había problema en quedarse.

—¿Estás seguro Noor? ¿En verdad no quieres acompañarnos?

Noor sólo fue a abrazar a su amo indicando que no había problema en que ellos fueran sin él. Navis.

—Lo entiendo, Noor. Te deseo una felices vacaciones.

—¿Ya ha terminado de empacar, joven Navis?

—Todavía me falta, Merry —pero aún así le entregó la maleta—. Sólo llevaré esta, me falta guardar algunos libros que quiero leer en el viaje en mi mochila.

Lo que realmente quería era guardar sus cuchillos.

Merry se llevó la maleta al coche, y mientras que bajaba las escaleras, Navis se fue a la habitación de Murdock con todo y mochila. Quería preguntarle cómo fue que le hizo para pasar sus armas de contrabando. Tocó la puerta.

—¿Puedo pasar? —preguntó.

—Adelante ¿Qué buscas, Niccals?

En la cama de Murdock sólo había una pequeña mochila y una botella de agua. Alphonse se había llevado el equipaje del chico hace unos pocos minutos. La habitación de Murdock había cambiado mucho, ahora lo diseñó de acuerdo a su gusto y casi todo estaba relacionado con una hermosa cabaña de invierno. Algo un poco inusual para su carácter tan agrio. Navis colocó el distorsionador sobre la mesa.

—Sólo quiero hacerte una pregunta; ¿cómo es que pasaste el portal con esto? —señaló uno de sus cuchillos del estuche—. Tu padre estaba enojado contigo porque los traías a escondidas. Se me hace curioso que hayas podido pasarlo sin ningún permiso firmado.

—¿No sabes cómo guardarlas en un hoyo negro?

—¿Hoyo negro? —estaba interesado.

—¡Narices! Presta atención, seis —Murdock puso sus manos en el aire y luego las giró en forma de cruces inversas en cada mano, creando una especie de agujero oscuro. Los patrones para desarrollar esa nueva habilidad era nuevo para Navis. Murdock sacó una soga del agujero y la volvió a meter—. Fácil, ¿no?

Chasqueó los dedos para cerrarlo.

—Déjame intentarlo —imitó lo mismo que vio y el agujero salió fácilmente, pero más grande que el de Murdock—. ¿Tan fácil es? —se sorprendió.

—Sí, cualquier Wrovil puede hacer eso, sólo que tiene un pequeño límite; cuando veas que el agujero está perdiendo su color oscuro, es porque ya casi está lleno y no puedes guardar más cosas ahí. Antes de cruzar el portal, te revisan, pero yo escondí hasta el fondo lo que no quería que encontraran.

—¿Y qué pasa si pierde todo su color?

—Entonces pierdes todo lo que almacenaste ahí dentro. Y no hay manera de recuperarlas, entonces pierdes automáticamente la habilidad. Yo por eso sólo almaceno diez cosas que son importantes para mi beneficio—Murdock metió la mano y sacó una bolsa de patatas fritas—. ¿Quieres una? —le ofreció.

—Esta bien, gracias —agarró unas cuantas.

—Dije que si quieres UNA.

Navis regresó el resto y se quedó con una sola patata frita.

—Era broma, toma las que quieras.

—No, ya no quiero nada —se enojó y se comió la que tenía en mano—. ¿El señor Branwen te enseñó esa habilidad?

—No, fue Morphnis. Morphnis es una de las pocas personas que nos entrenan para cazar. Así que también ella nos enseñó esto para cuando lo necesitáramos.

—Parece agradable —dijo Navis guardando el estuche de cuchillos adentro del hoyo negro de una vez y se colocó la mochila en el hombro.

—No lo es, hazle un puchero y verás quién es Morphnis. Ella es algo quisquillosa. El almacenamiento puede variar, pero en tu caso, si es verdad lo que dice el viejo de la mutación ocular wrovil, entonces puedes meter más cosas.

Arthur pasó por ahí.

—¿Ya están listos? Merry dice que nos iremos dentro de cinco minutos. Qué raro, juraría que están platicando algo por cómo mueven la boca. ¿Tienen un distorsionador cerca?

—Arthur, ¡qué susto nos diste!

—¿Qué traman esta vez, Navis? —entró a la habitación.

—Nada, sólo que estábamos platicando sobre cómo es Tenebra.




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