Nazaria

IX

Aria

Aria- ¿Qué es eso? – Pregunté, no me respondió. Volteó de nuevo para observar el mar. Me acerqué con él. Observé el mar, escuchaba el sonido del mar, el barco y los pájaros cantar.

Dante- Al encontrar esto… me trajo malos recuerdos. – Dijo. – A veces… la vida es injusta, queremos ser felices, pero no así.

Aria- ¿Ósea cómo? – Pregunté, miré de reojo a Dante se veía para nada feliz.

Dante- Un amor imposible. – Murmuró. Miré que me entregó la daga. – Creo que esto era tuyo. – Tomé la daga, lo observé por un momento. Empecé ver cosas del pasado que no tiene explicación. Una chica parecida como yo trató apuñalarme con esto, después la veo muerta. Sus ojos llenos de lágrimas y una sonrisa. – Creí que lo querías después del sucedido.

Sentí como mis lágrimas bajaban poco a poco, es como lo hubiera vivido ayer. Puedo escuchar los gritos de aquella chica que solamente me pedía ayuda, los gritos agonizantes de un niño. Levanté mi mirada y miré a Dante irse del lugar. Sentí un gran vacío nuevamente, me sentía sola. Decidí regresar a casa. Al llegar a casa decidí estar por un momento en el sanitario. Saqué mi daga y lo observé nuevamente. Levanté mi mirada hacía al espejo, miré que tenía lágrimas, de repente miré dos personas aparecer detrás de mí. Una joven y un niño, ambos sonreían.

-Mire es Aria! – Me señaló.

-Hermana! – Gritó el niño en alegría. Empecé a llorar en silencio, sonreí levemente.

Aria- Ali, Eden… - Limpiaba mis lágrimas.

Ali- Sigue sonriendo, sigue luchando. No estás sola, estamos contigo. – Dijo en un tono cálido.

Eden- Te amamos hermana! – Poco a poco desaparecían, ambos me abrazaron, correspondí su abrazo. Al abrir mis ojos miré que ya no estaban, mi corazón se rompió en pedazos, me sentí nuevamente sola. Las palabras de mi hermano pequeño se me quedaron grabadas en mi cabeza. Me deslicé en la pared hasta al suelo. Tenía la daga en mi mano, los recuerdos pasan nuevamente en mi cabeza. Parecía como una grabación sin fin.

“Ayúdame por favor! ¡No me dejes ir! ¡No quiero morir! ¡Ayúdame! “

“Aria!”

Aria- Todo fue mi culpa… yo fue quién les quitó la vida… - Coloqué mi frente en mis rodillas. – Debí haberlos salvados. Es mi culpa.

Dante

Al ver a Aria llorar sentí la necesidad de abrazarla fuerte, pero recuerdo lo que me dijo Caden sus palabras se me quedaron grabado. Me retiré del puente dejando a Aria sola sabiendo que no puedo dejarla sola cuando está en ese estado, pero Caden me lo ha dicho… mientras esté tanto tiempo cercas de ella será difícil dejarla ir y me estoy arriesgando a mi mismo por tenerla a salvo.

No quise regresar a la agencia, sé que Caden sigue molesto. Decidí ir a un café cercas, al llegar al café pedí un café negro. Una señora me trajo mi pedido hacía mi mesa, le agradecí. Mientras esperaba algún mensaje de Aria lo único que recibí fue la lluvia. Miré hacía afuera, veía personas correr hacía todos lados. Luego miré una pareja corriendo juntos para cubrirse de la lluvia.

-Siento la necesidad de morir, quiero suicidarme… pero le estoy fallando a Aria. – Pensé. – Quiero estar con ella, pero también quiero irme de este mundo. – Saqué mi cuaderno y mi pluma, decidí seguir escribiendo mientras la lluvia se detuviera.

Sueños

Miré una joven acercarse hacía a mí, guardé mi cuaderno de inmediato. Era Kira, tenía una bolsa. Tomo asiento enfrente de mí.

Kira- Creí que estabas con Aria. – Dijo, negué con la cabeza. – Entones… ¿Qué sucedió? – Preguntó.

Dante- El jefe me pidió que le entregara algo que es de ella. – Bebí mi café.

Kira- Puedo ver en tus ojos que estás un poco triste. – Dijo. – Algo sucedió entre ustedes? – No le respondí. Kira suspiró y dejó la bolsa en la mesa. Notó que observaba a la pareja de afuera. – Aun sigues teniendo esperanzas de estar con ella cierto? Dante… es difícil para nosotros enamorarnos de alguien que también es elegido de Nazaria.

Dante- Lo mismo pienso. – Interrumpí.

Kira- Entonces… ¿qué piensas al respecto? ¿Qué harías si un día Aria se llega enamorar de otro? – Preguntó. Bebí de nuevo mi café y miré a Kira.

Dante- Dejarla ir como lo hice aquella vez. – Respondí con honestidad. Kira colocó su mano encima la mía. Miré a Kira en silencio.

Kira- El sol y la luna fueron separados, pero ellos tenían esperanzas en que se reunirían nuevamente. El eclipse los reunió, ambos estaban felices por estar juntos después de no sé… años, meses o días. Pero eso no significa que será un amor imposible. Nazaria y su esposo lucharon hasta el final, ambos murieron juntos sin que uno sufriera. – Dijo. – No sé si es coincidencia, pero la historia de Nazaria y de su esposo está sucediendo lo mismo con ustedes. – Añadió. – No importa los comentarios de los demás, tu luche por ella sin importar los limite. Ella aun sigue aquí, sé que puede recuperar su memoria, tuvimos suerte de que sigue viva, la verdad no sé que pasaría si ella hubiera muerto.

Dante- Lo mismo pienso. – Respondí, Kira se levantó y sonrió.

Kira- Espero y logres recuperar a Aria. ¡Bien nos vemos! – Se retiro del restaurante. Suspiré, observé mi café. El Sol y la Luna se encuentran en un eclipse, Nazaria y su esposo fueron destinados estar juntos y morir juntos. Estuve con Aria en los momentos más difíciles y creí que la perdería por siempre. Recuerdo cada momento que pasamos juntos, recuerdo aquella sonrisa que no logré proteger. Ella está sufriendo, yo lo sé. Sé que está sufriendo ahora. Necesito estar con ella, quiero amarla y cuidarla para siempre.

Eddie

Seguí con mi trabajo, la agencia estaba en silencio. Solamente se puede escuchar el sonido de la ciudad, como escriben en las computadoras. El joven se paró enfrente de mí escritorio, creí que estaba hablando por teléfono cuando escuché que se molestó.



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Editado: 22.12.2021

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