Nazaria

XXIV

Jose

Todos estuvimos contemplando la vista desde la azotea, lograron deshacerse de nuestro objetivo. Mi sumisa me demostró algo que le llamó demasiado la atención, fue el disparo de la joven de sombras.

Galiv- Impresionante, creí que solamente eran rumores. - Dijo.

Dianna- Entonces es ella… - Sonrió.

Jose- Al parecer mientras ellos discutían noté algo. Mientras la otra joven la sujetaba del cuello, la aurora de la joven de sombra era rojo con negro. Como podemos ver que no todos con dones o poderes especiales como ustedes los consideren pueden captar las auroras de los demás. - Expliqué. - Esa joven se parece demasiado entre ustedes.

Galiv- Si ella llega a huir, nos encargaremos de las sombras. - Murmuró.

Jose- Espere ahí amigo mío, nuestro objetivo es el tigre por el momento. Necesitamos el dinero y deshacernos de ellos cuanto antes. Al igual la Porte Mafia. - Aclaré. - Bianca! Dianna! Encargarse en deshacerse de la sombra. Mientras sus viejos amigos no la encuentren tendremos el control total. - Dije en voz firme. Ambas asintieron, se retiraron de nuestro edificio rumbo hacia la joven de sombras. - Galiv, envía a nuestros hombres hacia ellos.

Aria

¿Culpa? ¿Mi culpa? ¿Qué fue lo que hice para tener la culpa? Lo que estoy sintiendo ahora es mi corazón destrozarse poco a poco, un lado de mi cabeza está sangrando, mis manos llenas de cortadas, dolores en todo mi cuerpo que aun no logro comprender este tipo de sensación. Kira sabe algo más que Dante y Caden, ella sabe algo que yo no debo saber. Necesito respuesta, ya no quiero más preguntas. 

Hice mis manos en puños, miré a Dante y Eddie preocupados por Kira lo cual me hizo darme cuenta que si no hubiera disparado aquel tipo entonces no hubiera sucedido esto. Empecé a golpear el suelo sin importar que rompiera mis nudillos, al golpear el suelo mis nudillos empezaban a sangrar.

Aria- Mi culpa, mi culpa, es todo mi culpa, es mi culpa, mi culpa, mi culpa… - Repetía lo mismo. Empecé a escuchar voces de otras personas que no conozco diciendo que es mi culpa, cada vez que escuchaba la palabra “culpa” golpeaba con más fuerzas el suelo sin importar el dolor que me causaba. - ¡Es mi culpa! - Grité con toda mis fuerzas hasta quedarme sin aire, me levanté y corrí entre el callejón. No podía correr a pie ya que el explosivo me había lastimado mi pie derecho al chocar contra la pared y luego al suelo.

“Veo que la chica sombras está tan decepcionada de sí misma” - Levanté mi mirada y me encontré con dos chicas, una tenía cuernos grises y la otra parecía humana.

Aria- Quiénes son ustedes? - Pregunte fríamente.

Dianna- Aclarando, quién eres tú en realidad? - Dijo con una sonrisa incrédula. - Sabemos de dónde eres niña.

Aria- Qué es lo que quieren de mí? - Arqueé mis cejas. La joven peli azul oscuro señaló con sus dos dedos índice y medio hacia mí.

Dianna- Demuestranos que eres pequeña. - Murmuró. Los dedos de la joven empezaron a brillar como si fuera un explosivo, me hice a un lado de inmediato. Al hacerme a un lado explotó justo dónde estaba. Me sorprendí demasiado que la joven siguió señalando hacia mí. Me apresuré en moverme hacia los lados, pero ella aun seguía usando sus poderes. - ¡Acabemos con ella de una vez! - Sus ojos brillaron, estrechó su mano derecha hacia mi dirección. Aparecen letras muy antiguas a mi alrededor, sentí algo arder en todo mi cuerpo. No podía moverme para nada, me esforcé demasiado para moverme pero era imposible. - Ahora…

Los dedos de la joven brillaron más intensamente, cerré mis ojos. Escuché campanas de una iglesia como si estuviera enfrente de la iglesia. Creí que moriría tan pronto que ya me estaba dando por vencida, al escuchar las cuatro tocadas de las campanas abrí mis ojos. Las chicas estaban paralizadas, ambas no hicieron ningún movimiento. Me podía mover poco a poco, noté en un vidrió una sombra de una mujer sus ojos eran color rojizos. Señalé a ambas chicas, al señalarlas ambas quedaron inconscientes. Escuché disparos detrás de mí, la sombra desaparecía al instante que decidí correr para no arriesgarme más ya que tenía varias heridas en mi cuerpo que tomará horas para sanarse.

-¿Qué fue lo que hice? - Pensé.

Eddie

Kira estaba bien, solamente estaba lesionada de su brazo izquierdo. Escuchamos unos disparos cerca de nosotros, eran Caden, Ren y Peter. Se acercaron con nosotros lo cual estaban sorprendidos. Dante iba directo hacia al callejón, había escuchado gritos.

Dante- Aria! - Gritó en tono de angustia. Caden detuvo a Dante antes que fuera al callejón. - ¡Suéltame! Aria está en peligro!

Caden- ¡Basta Dante! - Exigió. - ¡Ella está fuera de control! ¡Te acabará en un segundo!

Dante- ¡No la dejaré una vez más! Ella me necesita. - Caden le dio un puñetazo en el rostro de Dante, él se había tranquilizado un poco aunque sigue con angustia por ella.

Caden- Nos acabamos de enterar que su poder regresó, ellos ya vienen en camino. - Advirtió. - Ren me informó lo que sucedió en el templo, no queda de otra que entregarlos a ellos antes que ellos acaben con nosotros! Dante, date cuenta que estamos en juego!

Ren- No podemos arriesgarnos más, la Vendetta Mafia causó todo esto. Viene por Eddie. - Se acercó hacia ellos. - Dante, no podemos arriesgarte tú prometiste encargarte de Eddie. Hay que resolver primero el asunto de Eddie después lo de Aria.

Peter- Es imposible traer de vuelta a Aria, su mente está jugando sucio con ella que se culpe a sí misma. Dante, te necesitamos.



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Editado: 22.12.2021

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