Necesito encontrarlo.

♡C A P 16:

La noche anterior fue tan dura que ni siquiera pude conciliar el sueño en totalidad, a lo mucho descansé 2hrs, estaba agotada y no física, sino anímicamente.

Ayer me olvidé por completo de leer el documento que entregó Charles y me olvidé de que las deudas desaparecieron mágicamente, por supuesto que iba a resolver ese asunto, pero en ese momento había cosas más importantes en las que debía enfocar mi completa atención, además, me cayó como del cielo esa ligera ayuda, pues todo el dinero que iba a utilizar para abonar las deudas, ahora podía utilizarlo para pagarle al doctor que atendía a mamá y que viniera a hacerle un chequeo a casa. No entendía con exactitud qué pasó con las deudas, iba a averiguarlo, pero no en ese momento, por ahora debía enfocar todo mi tiempo, amor, energía y dinero en mamá.

Besé su mejilla al ver que seguía dormida plácidamente.

Ingresé al baño a lavarme los dientes y a asearme para estar lista para el día que tendría, imaginaba que sería muy pesado.

Cuando estuve lista, fui a darle atención a la tortuguita que me dio Maximiliano, ayer le di de cenar, pero no platiqué con ella ni le di el cariño que una mascota necesitaba.

—Hola, bonita —me asomé por la enorme pecera —¿cómo estás? —saludé en tono maternal —¿tienes hambre? —sonreí vaciándole un poco de su comida.

La observé comer y cada que la miraba, recordaba al mágico ser que me la regaló, eso me hacía suspirar de felicidad, podía estar enloqueciendo, pero en mi cabeza él era el papá de mi tortuguita.

—¿Te llenaste? —solté risitas al ver que dejó de comer, moría por cargarla y sobar su caparazón, pero sabía muy bien que las tortugas se estresaban con facilidad y todo les atemorizaba, así que preferí dejarla en su hábitat natural.

Abrí el refrigerador, observé con premura su contenido y opté por preparar huevos revueltos con jamón, ¡joder! algo tan básico como eso lograba darme nostalgia, ahora las cosas iban ligeramente mejor que antes y es que ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que reposaron tantos huevos en el interior del refrigerador.

No quería sonar narcisista, pero me sentía muy orgullosa de que mis esfuerzos estuviesen dando frutos así no fuera de manera instantánea, era fiel creyente de que lo bueno tardaba en llegar y luego de tanta mierda en mi vida, por fin estaba llegando.

Partí el jamón, revolví los huevos con los condimentos necesarios y lo cociné con una felicidad inimaginable, en ese momento comprendí que el valor de las cosas no radicaban en lo costosas que pudiesen ser, sino en lo que significaran para nosotros, justo en ese momento no cambiaría mi desayuno ni siquiera por el caviar más costoso del mundo.

Tosté pan para untarlo con queso crema y mermelada, mientras servía los platos, me comí un pan con crema de avellanas, el hambre estaba apoderándose de mí, serví un vaso de jugo de naranja e hice malabares «¿los pulpos estarían enterados de lo útiles que eran sus ocho tentáculos? A veces deseaba ser como un pulpo» para llevar todo a la habitación de mamá y que pudiéramos desayunar juntas.

—Mami —acaricié su cabello para despertarla —mami —repetí moviéndola de manera ligera.

—¿Tesoro? —musitó emocionada y eso significó todo para mí.

—Sí, soy yo —besé repetidas veces su rostro —despierta, vamos a desayunar, mami —fue moviéndose con lentitud.

—Necesito ir al baño, hija.

—Vamos —casi tuve que cargarla, sus músculos seguían sin responder como debían, cosa que me entristecía.

La ayudé a bajar el pantalón de pijama, la senté en el inodoro y me di vuelta para que hiciera sus necesidades, no tenía problema en atenderla por completo, pero a ella le daba vergüenza, ella cambió mis asquerosos pañales de pequeña, ¿qué tenía de malo que yo quisiera hacer lo mismo por ella? El amor era reciprocidad y no veía nada de malo en ayudarla, sin embargo, tampoco iba a obligarla.

Lavó sus manos al terminar, la ayudé a lavarse los dientes y volvió a apoyar todo su peso en mí para que pudiésemos llegar a su cama.

—S-se mira deli-licioso, tesoro —volvió a tartamudear y quise gritar de frustración, el avance de días anteriores se esfumó y no podía ser una positiva de mierda cuando todo parecía indicar que las cosas andaban mal con mamá, ¡con la única familia que tenía!

—Espero que te guste, lo hice con todo mi amor —besuqueé todo su rostro.

Las habilidades motoras en sus manos seguían vigentes, llevaba el tenedor a su mano de manera temblorosa, pero eso la ayudaba a recuperar su confianza en sí misma, así que la dejé comer sola mientras admiré cada uno de sus movimientos sin importar qué tan imperfectos fueran.

Recogí los platos cuando terminamos de comer, los lavé y antes de volver a la habitación con mamá, le llamé al doctor deseando que pudiera venir para revisar a mamá, le expliqué todo lo sucedido el día anterior, dijo que para hacer el chequeo necesitaba todos los instrumentos del hospital, le hice saber que no tenía manera de transportarme «claro, podía pedir un Uber o un taxi, el problema radicaba en lo pesado que sería eso para mamá considerando que sus músculos no respondían» y él mismo envió una ambulancia asegurándome que llegaría con rapidez.

Aseé a mamá sin decirle porque lo hice y cuando escuché una sirena, salí de casa para guiarlos hasta la habitación de mamá.




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