Necesito encontrarlo.

♡C A P 30:

Llevaba una semana trabajando en la agencia de moda de los Walton, una semana pasando interminables horas en el jodido infierno, no toleraba estar aquí, odiaba toda la superficialidad a mi alrededor, estaba cansándome de reprimir las ganas de sacarle los ojos a las arpías que cuchicheaban sobre mí, sobre mi cuerpo, sobre mi manera de vestir y sobre las “atenciones” que tenía Logan hacia mí, de zorra no me bajaban y es que todas pensaban que obtuve el puesto por acostarme con él, era muy bajo de su parte pensar eso, pero si lo analizaba desde otra perspectiva, tenía un poco de sentido, más al considerar que en mi primer día de trabajo me asignaron un importante puesto y la oficina que antes le pertenecía a la señora Love, ¡a la mamá de los Walton!

Estaba acostumbrada a trabajar por largas jornadas y no me quejaba de las horas extras, porque eso significaba más ingresos y a la vez, implicaba que terminaría más rápido de pagarle la deuda al señor Logan para finalmente largarme de aquí, pero cada vez sentía más presión sobre mis hombros, porque además de dejarme todo lo relacionado con la campaña publicitaria del próximo mes, el estúpido de Logan me trataba como si fuera su asistente, o mejor dicho, ¡como si fuera su esclava!

Suficiente trabajo tenía intentando llevar a cabo la campaña publicitaria y además de eso, me llamaba para que fungiera como su asistente en reuniones importantes de negocios, me pedía que revisara los balances e incluso me solicitaba que hiciera proyecciones de los siguientes meses, ¡ugh!

Me sentía más cómoda como asistente, porque ya lo había sido en el pasado «de mi precioso terroncito» los cálculos y las cosas ejecutivas se me daban bien, así que la queja no era por eso, sino porque me estaba explotando hasta el cansancio; ni me dejaba concentrarme en la campaña publicitaria ni me dejaba desempeñar de manera correcta mi trabajo de asistente, ¿¡a qué demonios jugaba ese hombre?!

Mis jornadas empezaban a las 7am y solían terminar hasta las 9pm, una vez incluso llegué de madrugada a casa porque lo acompañé a importante cena de negocios.

Todas las noches me lanzaba a llorar por lo infeliz que me sentía en ese estúpido trabajo rodeadas de personas huecas, superficiales y crueles, todas las noches lloraba porque cada vez compartía menos tiempo con mamá, todas las noches lloraba porque la lejanía entre Max y yo era cada vez más palpable, todas las noches lloraba al no poder ver con frecuencia a Hannah, todas las noches lloraba porque el trabajo no me llenaba, no me gustaba y no aportaba nada bueno a mi vida además del sueldo, ¿de qué me servía ganar tan bien si no tenía tiempo para disfrutar de los beneficios del dinero con mamá?, todas las noches lloraba por ser tan tonta, todas las noches lloraba porque toda ésta situación era mi culpa y de nadie más; debí ignorar que Logan pagó mi deuda de $15USD en la cafetería, debí tomarlo como un obsequio de un desconocido, no debí buscarlo, no debí encontrarlo, ¡y él no debió volver a pagar una de mis deudas! No debió de gastar tanto en mí, no debió de obligarme a trabajar para él, ¡no debió de entrar a mi vida! Pero ahora era demasiado tarde y estaba a su merced hasta que pagara la cuantiosa cantidad de dinero que le debía, estaba volviéndome loca y cada vez me sentía más infeliz, no sabía cuánto tiempo más resistiría sin explotar y así como cada día me sentía más infeliz, cada día odiaba más a mi “papá” por haberse marchado sin ni siquiera pensar todas las responsabilidades que tendría que cargar sobre mis hombros ante su cobardía y ante sus estupideces.

Solté un largo suspiro apretando mis labios para no llorar.

A pesar de que era una orgullosa de primera, tenía que admitir que necesitaba ver a Max después de tantos días de no hacerlo por ser presa del trabajo, quería besarlo, abrazarlo, mimarlo, quería enrojecerme ante los cumplidos que me decía, quería escuchar su voz, admirar su cuerpo tallado por los mismísimos Dioses griegos y de ser posible, quería quedarme todo el día entero con él.

Tanta añoranza provocó que no me importaran las consecuencias de dejar mi trabajo botado, sabía que tenía una responsabilidad con Logan, pero también sabía que mi novio era Max y tenía que verlo así fuese por un corto período de tiempo, además se acercaba mi hora de comida y sin dudarlo, la pasaría con mi terroncito, ¡que se jodan todos, sólo quiero ver a mi tortuguito!

Guardé todos los cambios que hice en el documento, respaldé la información en un USB que guardé en mi bolso junto con mis libretas de anotaciones y múltiples agendas, no confiaba en nadie, tenía el presentimiento de que alguna oportunista se aprovechara de mi ausencia para robar mis ideas o para borrar la información en la que tanto había estado trabajando, así que sin importar lo exagerada que me mirara, llevaría conmigo todos mis documentos.

Apagué el ordenador y me desplacé hasta llegar al escritorio de Vivika.

—¿A dónde vas, bonita? —amaba a Vivi, pero a veces sentía que era un guardia de seguridad al cuestionarme todo lo que haría, sabía que eran órdenes del jefe, a quién por cierto odiaba y no lo toleraba, ¿¡ya lo dije?!

—Iré a comer.

—¿Puedo acompañarte? —ugh, ni siquiera me dejaban ir a comer en libertad, se me ocurrió una maliciosa y a la vez, grandiosa idea para deshacerme de ella.

—¡Claro! —sonreí —iré a comer quesadillas de carne asada —saboreé frotando mi barriguita e hizo un puchero de asco, logrando cumplir con mi objetivo, ¡bingo!

—¡Puaj, eso tiene mucha grasa!




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