Némesis

CAPÍTULO 9

Un movimiento extraño hizo que Lena se despertara sobresaltada. La oscuridad invadía el lugar y se quedó quieta esperando que sus ojos se adaptaran a la penumbra. Algo se estaba moviendo en la cueva, miró hacia un lado y vio a Gala acurrucada en el suelo <<¿y Cris?>> pensó. El cuerpo de Cris no estaba. Se incorporó de golpe y zarandeó a Gala.

—Gala, Gala, despierta. Cris no está.

Una silueta en la obertura de la puerta hizo que Lena se lanzara corriendo hacia la sombra. Puso las manos sobre sus hombros y la hizo girar.

—¿Cris? ¿Eres tú? ¿Dónde coño vas? ¿Cris? ¿Qué estás haciendo?

Los ojos de Cris estaban abiertos, pero no respondió. Ésta intentó soltarse del agarre, pero ni una palabra salía de su boca. Su cara no expresaba nada, como si estuviera en trance.

—¡Criis! Cris, soy yo. Cris, dime algo, ¿me escuchas?

—No te oye Lena, está en una especie de trance.

—¿Y cómo se supone que la sacamos de él?

—Bueno, te lo explicaré en cuanto mires sus muñecas.

—¿Su… sus muñeca?

Gala cogió la muñeca izquierda de Cris, le quitó un brazalete plateado increíblemente ancho en cuyo centro había una serie de símbolos tribales. Cuando la muñeca quedó expuesta, las chicas pudieron observar un tatuaje negro que la rodeaba por completo, compuesto también por símbolos tribales de líneas negras que se entremezclaban con otras que iban desde un azul plateado a un verde claro.

—¿Gala, qué es esto? —preguntó Lena

—Como tú dirías, Lena, estamos jodidas. Cris se ha vinculado a mi hermano.

—¿Vinculado? ¿Y eso qué es?

—Tenemos que despertarla de inmediato. Luego te lo explico, de verdad, pero tenemos que despertarla ya.

—Bien, eso está hecho.

Lena cogió a Cris y la guió hasta la catarata. Le dijo a Gala que la sujetara mientras ella le metía la cabeza en el agua, y así lo hicieron. Enseguida Cris comenzó a gritar como una loca.

—Pero, ¿qué coño haces, Lena? ¿Qué pasa?, te aburrías y dijiste, bueno, vamos a ver si Cris respira bajo el agua.

A Cris le chorreaba el agua por toda la cara, sus esfuerzos por apartarla eran inútiles.

—¿Cris, te has vinculado a Kher?

—¿De qué estás hablando? ¿Es por eso que me has cogido del suelo para meter mi cabeza bajo el agua? ¿Y qué es vincularse? Lena, sinceramente, estás paranoica.

—Cris, ¿cómo te hiciste esa marca que llevas en la muñeca?

—Bueno, Kher y yo… fue una noche… tú ya me entiendes… nosotros estábamos…

—¿Haciendo el amor? —soltó Gala con una sonrisa.

—Bueno… sí, eso. Él me dijo que quería hacerme un regalo y que solo me lo podía dar cuando estuviéramos…tú me entiendes, y yo acepté. Fue increíble, luego me hizo prometer que no se lo contaría a nadie hasta que creyera conveniente decirlo. Me dio el brazalete y me dijo que nunca me lo quitara, que me saldría un tatuaje y que de momento habría que taparlo. También me dijo que desde entonces estábamos vinculados y que nadie debía saberlo hasta que… llegara el momento.

Gala sonrío.

—Muy típico de mi hermano. ¿Realmente no sabías qué estaba haciendo, verdad?

Cris negó con la cabeza, sus facciones se fruncían conforme le daba vueltas a la pregunta. Gala se sentó en el suelo e invitó a una Lena enfurruñada y a una Cris bastante aturdida a sentarse a su lado. Lena cruzó las manos sobre su pecho y se apoyó en la pared.

—Te voy a explicar lo que no sabes, Cris, al igual que el porqué de tu estado de trance de hace un momento. Cuando un elfo se vincula a una mujer humana o elfa y viceversa, se hace un ritual. No solo vinculan sus cuerpos, también sus almas están unidas y el uno no puede vivir sin el otro. Mi hermano ahora vive en ti y tú en él. Él puede sentir tus emociones y leer tus pensamientos, puede sentir lo que tú sientes y tú puedes percibir lo mismo de él, por eso el hechizo del bosque no te afectó. Ahora tienes la fuerza de un elfo, su vista, sus sentidos. Sois dos mitades de un todo; él se mueve, tú te mueves, y así es como funciona.

—¿Quieres decir, —preguntó Lena— que Kher sabe ahora mismo dónde estamos porque ese vínculo le ha dado nuestra situación exacta?

—Yo no lo hubiera expresado mejor.

—¡Joder! ¿No pudiste preguntar antes de aceptar su maravilloso regalo? ¿Cuándo vas a aprender que cuando alguien te regala algo siempre tiene trampa?

—No me grites, Lena, yo no lo sabía. No pensé que fuera nada malo, ni que eso nos fuera a perjudicar.

Las voces de Lena y Cris empezaron a elevarse y Gala intervino.

—¡Ya basta! ¡Parad! Recojamos nuestras cosas y vayámonos de aquí. Con un poco de suerte, cuando lleguen aquí ya estaremos lejos. No perdáis el tiempo discutiendo, eso no nos ayudará.

—De acuerdo —suspiraron ambas, resignadas.

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En el texto hay: elfos, new adult, magia

Editado: 30.03.2020

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