Nemesis Revange (sstlcv)

Capitulo 1


Pocas veces la diosa de la venganza se tenia permitido bajar al mundo humano. Esta vez iba sin sus guerreros, o mas bien escapo de ellos. Estaba cansada de estar siempre rodeada de ellos, se sentía mas tranquila y libre. Total, ¿quien se atrevería hacerle daño a la diosa de la venganza?.

El bosque en donde se encontraba era muy bello ideal para entonar una bella melodía. Hacia tiempo que no lo hacia. Miro hacia sus costados procurando que no halla nadie y al comprobar su soledad comenzó a entonar unas estrofas de una vieja canción que las ninfas solían cantarle cuando era mas joven, aunque halla pasado mucho tiempo aun lo recordaba.

No estaba de demás decir que su voz era majestuosa, se podría comparar al canto de las ninfas o aun mas al canto de las mismas sirenas. Tan bella y letal a la vez, porque que los dioses se apiadan de aquel ser que se le ocurra interrumpir el cantar de la diosa.

No tan alejada de donde la diosa se encontraba, un joven castaño aprendiz de caballero se encontraba haciendo su rutina de entrenamiento. Una vez que termino se disponía a irse cuando escucho una bella melodía y cautivado por aquella hermosa voz se atrevió a ver de donde provenía encontrando a una hermosa mujer de largos cabellos dorados y piel blanca como la nieve sentada en una roca rodeado de muchos animales que, al igual que el, se deleitaban con su cantar.

No se atrevía a interrumpirla, mas bien se quedo oculto detrás de un árbol observándolo a la distancia. No pensaba que ella lo descubriese, no poseía cosmos ni se veía como una amazona

---Seguro es una pueblerina--- comento el caballero en un susurro

Sin embargo, la diosa ya lo había sentido. A la distancia sintió un cosmos puro y bondadoso, aunque determinado y fuerte, acercarse a donde ella se encontraba pero no se inmuto. Oculto su cosmos y sus alas para que no descubriese su identidad y siguió cantando con mucha mas alegría que antes. Le gustaba ser admirada por alguien mas que no se tratara de animales o sus guerreros.

Al notar que el joven seguía observándola, se paro y comenzó a bailar sin dejar de cantar. Eso cautivo mas al caballero, esa misteriosa mujer era muy bella en verdad. Al notar que se había quedado perdido mirando como ella movía sus caderas se puso rojo y volteo a ver hacia otro lado cuando unos pensamientos vulgares, poco comunes en el, se posaron en su mente.

Ella soltó una risa al poder darse cuenta de las sensaciones que el caballero sentía en ese momento. El al escucharla volvió a mirarla pero ya no la encontró. Pero ¿como era posible que halla desaparecido? ¿sera que su mente le jugo una broma y ella jamas estuvo ahí? No eso era imposible, el no tenia la capacidad para inventar una cosa así. La busco a su alrededor pero no la encontró, tampoco estaban los animales que el observo alrededor de ella

---No puede ser, fue todo un engañode seguro estoy muy cansado por el entrenamiento--- Algo desanimado el joven comenzó alejarse del lugar pero antes de hacerlo algo o mas bien alguien lo tomo del brazo impidiendo su partida. Miro su brazo y una delicada mano de una mujer lo sostenía. De inmediato se dio vuelta y se encontró con la bella mujer portadora de aquella hermosa voz

---¿Sabes que esta mal observar a escondidas a una damisela?--- el joven se removió incomodó, no sabia que decir o hacer ella era muy hermosa--- ¿quien eres humano?

---Sisifo entreno para ser caballero de Athena--- la diosa hizo una pequeña mueca nunca le agrado la diosa de la sabiduría, siempre la niña conseguía todo lo que quería, típico al ser la consentida del dios de los dioses--- ¿y usted como se llama mi lady?

---Si te interesa descubrelo por ti mismo--- diciendo eso desaparece entre los arboles del bosque. Sisifo trato de alcanzarla pero no pudo, fue como si ella se hubiera desvanecido. Eso le resulto muy extraño pero no le importó mañana volvería a verla de nuevo.

---¿Quien eres bella mujer?--- desde aquel día Sisifo iba a ese mismo lugar a escuchar a la joven diosa cantar. El siempre le contaba como había sido su día, su entrenamiento con su sobrino Regulus quien se la pasaba molestando diciendo que se lo veía muy feliz y que tenia novia, como Kardia lo molestaba con sus bromas. A ella le encantaba escucharlo hablar. Ella en cambio, cada encuentro que tenían le contaba algo particular de ella, no mas ni menos. Aunque era poco para conocerla a el le encantaba esa forma misteriosa de ser, y le daba curiosidad y ansias llegar al otro día y que ella le contara otro detalle mas de su vida. Ella era como un rompecabezas que debería armar pero aun le faltaba varias piezas para completarlo.

 

Así fue como paso todo un mes de esos encuentros entre la diosa y el futuro caballero de sagitario. Pero todo eso no podía durar para siempre. Hacia unos días atrás Sisifo había obtenido la armadura dorada de sagitario y hoy el patriarca le había confiado una muy importante misión. Eso lo temía muy entusiasmado, lo único que se lamentaba era no poder ver mas a su bella dama.

---Debo marcharme mi bella dama--- le comento dejando una flor en los cabellos dorados de ella. Había sido difícil acercarse a ella y poder tocarla, la diosa era muy envidiosa en cuanto a su cuerpo, pero el había sido la excepción. Le encantaba como la tocaba con tanta delicadeza como si temiese que fuera a romperla.




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