Nemesis Revange (sstlcv)

Capitulo 4


Némesis quería hacer sufrir mucho mas Athena, la muerte de Tenma había debilitado a la diosa pero no le era suficiente. Quería destrozarla por dentro y que mejor manera al ver como sus valientes caballeros morían.

---¡Minos!--- el juez se presento ante la diosa confundido. Generalmente recibía ordenes de Pandora o en ocasiones de Hypnos, y que la hermana de los dioses gemelos lo llamara le resultaba extraño. Pero no podía cuestionar nada--- ve al santuario, hazle una visita a Athena

---Pero aun el señor Hades no ha despertado, el dios Hypnos...--- cuando trato de recriminar molesta lo ataco.

---¡Como te atreves a contradecir a una diosa!--- el juez enseguida se disculpo--- iras aunque Hypnos no le agrade, yo luego arreglare cuentas con el... Quiero que hagas sufrir a Athena, mata a todos los caballeros que encuentres, se basta cada aldea que veas, aplasta a cada insecto que encuentres, y tráeme la cabeza de un caballero como trofeo

---Claro, enseguida--- no iba a negar que estaba sorprendido, había escuchado de lo vengativa que podía ser la diosa Némesis pero nunca creyó que tanto.
 

 

 

Santuario de Athena

Yamilet se encontraba haciendo guardia en la frontera sur con los caballeros de plata y no tan lejos de ella Albafica plantaba con suma rapidez sus rosas por todo el lugar.

---Espero que eso sea suficiente para detenerlos--- murmuro ella jugando con la rosa que el caballero de Piscis le obsequió. Podía sentir un poderoso cosmos acercarse, lo sentía en las aldeas lejanas pero no podía ir ayudar. El patriarca le había dado estrictas ordenes de permanecer ahí, lo importante era proteger a Athena pero ya no soportaba mas no poder hacer nada. Le encargo a los demás caballeros de plata vigilar la frontera sur mientras que ella decidió por su cuenta enfrentar a los espectro que atormentaban las aldeas, sin que el caballero de piscis lo notara.


 

(...)

 

Aldea de Rodorio

Los subordinados del juez Minos de Griffo destrozaban todo el lugar, asesinaba a cada alma que veían. Era todo una masacre. Esperaban que los caballeros vinieran a ayudarlos pero nadie acudió a su ayuda. Estaban decepcionados, sabían lo importante que era proteger a la diosa Athena pero ellos eran inocentes no se merecían aquello. Todo parecía acabar de la peor manera hasta que una joven amazona de plata hizo acto de presencia trayendo por un instante tranquilidad.

---¿En serio esto mandara Athena?--- se burló uno de los espectros al ver a Yamilet sola--- una niña

---No soy una niña, soy Yamilet amazona de Plata, y aspirante a la armadura de Piscis ¡y quien se encargara de darte tu merecido maldito espectro!--- el tipo se burló de ella seguido de sus compañeros. Ella molesta incremento su cosmos y los ataco. 

 

Santuario de Athena

Una vez que Albafica había terminado con su labor volteo a buscar a su compañera pero esta no estaba lo que alarmó al caballero. Antes de poder preguntar sobre el paradero de la joven pudo sentir su cosmos activo luchando contra otros.

---Niña tonta--- aunque quería ir con ella no podía hacerlo. Solo le quedaba confiar en la fortaleza de la joven. Su propia batalla comenzaba cuando vio a un grupo de espectros acercarse al lugar--- terminare con ellos rápido e iré por ti Yami, solo resiste hasta que llegue

 

 

(...)

 

 

Yamilet había vencido con eficacia a tres de los cinco espectros con los que se encontraba luchando. Sus fuerzas estaban muy bajas, pero su voluntad seguía intacta. Eso llamo mucho la atención del juez de Griffo, que quedo maravillado con el desempeño de la joven.

---Valla valla valla que tenemos aquí, eres fuerte linda lastima que sirves a Athena si estuvieras en mi Ejército serias invencible a mi lado--- Yamilet apretó los puños y lo miro con dureza.

----Jamás me uniría a Hades--- le dijo firme preparándose para pelear. Sabia que no iba a ganar pero caería como la guerrera que es, con honor. Lo único de lo que se arrepentía era no haber tenido el valor suficiente de decirle a Albafica lo que siente.

---No voluntariamente pero con algo de presión tal vez--- la sonrisa sádica del juez se dejo ver. La chica ni se inmutó pero Minos en vez de atacarla le dio la espalda, no valía la pena luchar con ella, estaba prácticamente al borde de la muerte y no quería gastar sus energías en algo tan insignificante.

---¡Nunca le des la espalda a tu enemigos!--- molesta por aquella ofensa unió las pocas fuerzas que le quedaban y lo ataco. Minos en un rápido movimiento la esquivo y atrapó a la joven en sus hilos invisible--- ¡Suéltame!

----Ahora eres mi nueva marioneta--- apretó el cuello de la joven con fuerza--- me gusta tu fortaleza, lo que no me gusta es que ocultes tu rostro bajo esa ridícula máscara




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