Capitulo 7

Inframundo, mundos de los muertos

Némesis recorría las prisiones del inframundo vigilando que todos los espectros estuvieran preparados para un posible ataque. No creía que los caballeros fueran atacar tan pronto luego de las bajas que se presenciaron en el santuario pero debían ser cauteloso y no bajar los brazos. Nunca se debe subestimar al enemigo.

---Señor ¿quiere olvidarla?--- la voz inconfundible de una mujer llena de deseo llego a los oídos de la diosa de la venganza. La curiosidad se apoderó de ella y siendo lo mas discreta posible se acerco al lugar entro a una cueva subterránea llegando a un hermoso manantial. Ahí encontró al juez de Garuda relajándose en las aguas calientes del sauna y detrás de el una espectro de largos cabellos negros lo observaba sin pudor alguno--- con gusto lo ayudare

---¿Que haces?--- pregunta exaltado Aiacos cuando Violett se quito su sapuri seguido de su ropa quedando completamente desnuda frente a su amo. Ese gesto molesto demasiado a la diosa, pero no hizo nada. Quería ver la reacción del juez, que el mismo la ponga en su lugar por tal insolencia, pero ocurrió todo lo contrario.

---Ella ya no esta y se que usted me desea, ambos nos deseamos--- el juez no dijo nada solo observo como la espectro se acercaba nadando hacia el hasta pegar sus cuerpos.

---El deseo no es amor--- susurro el pero no la aparto, en camino la acerco mas rozando sus intimidades, para luego besarla con desesperación. La diosa al presenciar tal escena se enfiereció al ver el descaro que tenia el juez al traicionar a la mujer que amaba por una cualquiera.

---¡Ahhh malditos humanos solo juegan con nosotras!--- grito mirando al cielo, justamente a la estrella de aquella joven de cabellos rojos que había sacrificado su vida por sus dioses, pero más que nada por el hombre que amaba. Hombre que justo en este momento estaba entre las piernas de otra mujer. Némesis de verdad llego a creer que el amor entre la joven pelirroja y el juez era real, pero al final todo fue una ilusión. Eso era el amor para la diosa Némesis, inexistente, doloroso, ilusorio, una mierda en palabras simples--- ambos pagaran por habernos roto el corazón, el amor no existe para nosotras pero la venganza si

Némesis, sin pedir permiso a sus hermanos se presenta ante el dios Hades para ofrecerle un trato con la excusa de que esto era esencial para derrotar a Athena, cuando en realidad era mucho mas que solo eso. Era venganza, contra Athena pero también contra el amor en si.

---¿Porque me pides esto?--- Némesis se encontraba ante la jaula donde sus hermanos habían encerrado a Hades para que termine de dibujar su lienzo y que la oscuridad caiga sobre la tierra.

---Es parte de mi plan para vencer a Athena--- asintió comprendiendo su punto pero aun no estaba del todo seguro, si la traían de nuevo la humanidad de Perséfone podría despertar pero es cierto que necesitaban toda la ayuda posible y aquella mujer conocía bien a Tenma y Sasha, podría ser de mucha ayuda en la guerra.

---Esta bien, pero será tu responsabilidad--- la diosa sonrió con malicia haría pagar muy caro a Aioros y a Aiacos por su traición. Nadie nunca mas iba a sufrir una infidelidad, no sin sentir la cólera de la diosa Némesis.

(...)

Santuario de Athena

---Señorita Athena esta segura de esto, el caballero Cid ya fue a rescatar a Sísifo--- El patriarca estaba tratando de convencer a Sasha de no ir al mundo de los sueños. En territorio del dios Hypnos les seria muy difícil protegerla. Se estaba metiendo en un terreno peligroso pero a ella no le importaba, solo Sisifo estaba en su mente. El numerosas veces había arriesgado su vida por protegerla y sentía que debía devolverle ese favor, pero era algo que iba mucho mas allá que un deber como diosa hacia su caballero, era algo que no podía explicar con palabras. Solo el hecho de pensar que el caballero de Sagitario perezca la entristecía mucho, todos a los que ella quería mueren. Primero fue Tenma, suerte que el pudo sobrevivir gracias a la pulsera que le regalo de niño, luego había sido Alone y Alicor aunque no quería admitirlo ellos ya no volverían a ser los mismos de antes, ahora quedaran en su memoria aquellos recuerdos vividos de niños cuando lo mas mágico y extraño que existía era su amistad, un rebelde sin causa y un pacifista.

---El Cid no podrá entrar a ese lugar solo los dioses pueden es mi deber hacerlo, descuida Sage estará bien--- Sasha tomo con fuerza su báculo y se coloca al frente del petrificado Sisifo. Acaricio con suavidad su mejilla sin poder evitar que sus ojos derramaran lagrimas al verlo asi, Sage se había dado cuenta desde hace mucho del amor que la diosa Athena sentía por Sagitario, aunque siempre se repetía que su amor era igual en todos los humanos. Sisifo sentía algo pero dudaba que fuera lo mismo, su deber como caballero le impedía ver mas allá además Athena no era la única mujer que habitaba en la mente del caballero, aquella mujer rubia que había cautivado su corazón hace tiempo seguía ahí. No la había olvidado solo dejo de lado aquel sentimiento para enfocarse en su deber. Ahora comprendió que había cometido un error al abandonarla, al despreciar el amor que aquella misteriosa mujer le profesaba. Debía pagar por su pecado, por eso decidió no defenderse cuando fue atacado, para así pagar con su vida el haber lastimado a una diosa, a la diosa Némesis, la diosa vengativa, aquella que no perdona ni al mas mínimo error. Estaba dispuesto a pagar con su vida por su crimen creyendo que así ella dejaría en paz a Sasha, pero no era suficiente. Némesis quería acabar con el "amor", la mayor injusticia de los humanos.