Capítulo 1: La Sombra del Pasado

La lluvia caía a cántaros sobre las calles de Vexis, una lluvia sucia que arrastraba consigo las sombras de la ciudad. Los neones de los rascacielos reflejaban luces moradas, verdes y rojas, creando un paisaje surrealista en el que la realidad se fundía con la tecnología, y los sueños se desvanecían como hologramas rotos.

AK se desplazaba entre las sombras, su paso rápido y calculado, sus ojos ocultos tras las lentes oscuras de sus implantes cibernéticos. La ciudad, con sus edificios desmoronados y su gente rota, ya no era un hogar para él. No lo había sido durante mucho tiempo. Sin embargo, Vexis seguía siendo su campo de batalla, un campo en el que las reglas eran simples: sobrevivir o desaparecer.

El sonido metálico de sus botas resonaba en las aceras, cada paso una nota en la sinfonía de ruido y caos que caracterizaba la ciudad. Los carteles de las corporaciones brillaban sobre él, pero AK sabía que no podía confiar en ninguno. Vexis era territorio de UmbraTech, una de las megacorporaciones más poderosas, y en ese momento, esa misma corporación había puesto una oferta sobre su cabeza.

"Recuerda, AK", la voz de su contacto resonó en su oído a través del implante neural. "Tu misión es clara: robar el prototipo. Nada de dudas, nada de complicaciones. Y lo más importante, no dejes que nadie te vea."

AK no contestó. Las palabras le sabían a metal, a un recordatorio de lo que ya sabía: su vida era una cadena de misiones, traiciones y huellas borradas. No quedaba mucho de lo que alguna vez fue. Solo un hombre buscando redención a través del caos.

Al llegar a la entrada de un edificio deteriorado, AK frenó en seco. Algo no estaba bien. Un susurro en su implante, una anomalía en la red, lo alertaba. Antes de que pudiera reaccionar, una figura apareció en el umbral de la puerta. Alta, delgada, con el cabello plateado y unos ojos que brillaban con una intensidad casi sobrenatural.

"Pensé que no vendrías", dijo la figura, su voz fría y calculada.

Era Nova, la hacker. Y aunque ella nunca se lo había dicho, AK sabía que siempre había algo más en sus palabras. Algo que escondía, algo que no tenía que ver con la misión.

"Lo haré", respondió AK sin mostrar emoción. "¿Dónde está?"

Nova le mostró un dispositivo en su mano. "No solo tienes que robarlo. Tienes que asegurarte de que no caiga en las manos equivocadas. Si UmbraTech consigue lo que está en ese prototipo, no habrá vuelta atrás."

AK miró el dispositivo, sabiendo que todo lo que había hecho hasta ahora lo había llevado a este punto. La información contenida en ese prototipo no solo era valiosa: era peligrosa. Y él, aunque no lo admitiera, ya sabía que esta misión cambiaría todo lo que conocía sobre el mundo y sobre sí mismo.

"Vamos a por ello", dijo AK con determinación, preparándose para lo que vendría.

En el fondo, algo dentro de él sentía que la misión ya había comenzado mucho antes. Y esta vez, tal vez, no podría escapar de la sombra que lo perseguía.