Capítulo 3: La Verdad Oculta

El aire en la sala se volvía cada vez más denso, cargado de una energía extraña que parecía emanar de la esfera flotante en el centro. AK, respirando con dificultad, enfocó su atención en Kai. El androide lo observaba con sus ojos azules, aquellos ojos que no mostraban emociones, pero que contenían una comprensión inquietante de lo que sucedía.

"¿Qué haces aquí?", exigió AK, su voz tensa, mientras su mano descansaba en el mango de su pistola oculta. No quería usarla, no todavía, pero sabía que el androide no era una amenaza común.

Kai no se movió. La fría luz roja iluminaba su figura metálica, resaltando las líneas futuristas de su diseño, pero era la mirada en sus ojos la que inquietaba a AK.

"Has llegado mucho más lejos de lo que pensabas, AK", dijo Kai, como si las palabras mismas estuvieran pesadas de significado. "La pregunta no es qué haces aquí, sino por qué. Sabes más de lo que te has permitido creer."

AK frunció el ceño. Cada palabra de Kai le parecía como un golpe en la cabeza, algo que no esperaba escuchar. Sabía que UmbraTech estaba detrás de muchos secretos oscuros, pero este androide no debía saber más de lo que le habían dicho. No podía.

"¿Qué sabes de mí?" La pregunta salió de sus labios antes de que pudiera evitarlo.

Kai inclinó la cabeza ligeramente, como si estuviera evaluando las opciones. "Sé más de lo que cualquier humano debería saber. Sé lo que te hicieron. Lo que sigues siendo."

AK dio un paso atrás, sus instintos gritaban que algo no estaba bien. Algo en las palabras de Kai resonaba de una manera que no podía comprender. "No estoy aquí para jugar a tus juegos de mente, androide. Solo quiero el prototipo."

"Lo que quieres no es el prototipo", respondió Kai con una calma inquietante. "Lo que necesitas está mucho más cerca de ti. Esta esfera, este prototipo... es la clave para tu supervivencia. Pero también es la clave para tu condena."

Una oleada de recuerdos comenzó a invadir la mente de AK. Recuerdos distorsionados de su pasado, fragmentos de su entrenamiento militar, de los experimentos que le realizaron, de su transformación en la máquina de guerra que era ahora. Algo en él, algo dentro de su cerebro cibernético, comenzaba a desmoronarse. Algo relacionado con este prototipo. Algo que UmbraTech había hecho con él.

"¿Qué estás diciendo?" gruñó AK, mientras intentaba sofocar la creciente sensación de que todo su mundo estaba desmoronándose. "No sé de qué hablas."

"¿Te has preguntado alguna vez por qué tu memoria es fragmentada? ¿Por qué tus recuerdos están rotos?" Kai continuó, su voz sin emociones, pero cargada de verdad. "El prototipo contiene más que una simple inteligencia artificial. Contiene los recuerdos de los sujetos que UmbraTech utilizó para sus experimentos. Y tú, AK, eres uno de esos sujetos."

AK sintió como si el suelo se desmoronara bajo sus pies. Un golpe en el estómago, una sensación de vértigo. Algo en su interior luchaba por mantenerse firme, pero las palabras de Kai lo golpeaban como un martillo. La verdad que había estado evadiendo todo su vida, ahora estaba frente a él, innegable.

"¡Eso no es posible!" gritó AK, dando un paso atrás, tocando su cabeza, como si pudiera borrar las palabras de su mente. "No... yo... no soy uno de ellos. No soy uno de esos experimentos."

Kai dio un paso hacia él, sus ojos fijos. "No recuerdas, AK. Pero el prototipo puede desbloquear lo que se ha perdido. Te dará las respuestas que necesitas. Y las respuestas que temes."

AK miró la esfera flotante. Estaba tan cerca de tenerla, tan cerca de completar la misión. Pero ahora, todo lo que había hecho, todo lo que había creído, estaba siendo cuestionado. ¿Era posible que toda su vida, toda su lucha, hubiera sido manipulada por una corporación? ¿Que él mismo fuera una pieza de un experimento sin su conocimiento?

"Lo único que tienes que hacer es conectarte a la esfera", continuó Kai, su voz suave. "El conocimiento que contiene podría liberar tu mente... o destruirla."

El aire alrededor de AK parecía pesarse, como si todo el peso de la ciudad cayera sobre él. La misión ya no era un simple robo. Se había convertido en una cuestión de identidad, de enfrentarse a lo que realmente era. ¿Un hombre, o una máquina? ¿Un soldado con recuerdos, o un experimento de laboratorio?

"Yo... yo no sé qué hacer", murmuró AK, sus palabras saliendo como susurros.

"Solo tú puedes decidir", respondió Kai, su rostro inmutable. "Pero recuerda, una vez que abras esa puerta, no hay vuelta atrás."

El sonido de pasos resonó de repente, rompiendo el tenso silencio en la sala. AK se giró rápidamente, su mano instintivamente en el arma. Nova apareció en la entrada, su rostro pálido, claramente preocupada.

"¡AK! ¡Tenemos que salir de aquí ahora!" Su voz estaba cargada de urgencia.

"¿Qué pasa?" preguntó AK, mirando de nuevo a Kai.

"Han activado el protocolo de seguridad de UmbraTech", dijo Nova. "La sala se va a sellar y habrá más guardias. Es ahora o nunca."

AK miró la esfera una vez más. La decisión lo estaba devorando por dentro. ¿Debería seguir adelante y descubrir la verdad, arriesgando su cordura? ¿O debía salir de allí y continuar siendo una sombra de lo que era?

El tiempo se agotaba. Y en ese preciso momento, AK comprendió que no podía huir de la verdad.

"Nos vamos", dijo finalmente, sus palabras firmes, pero su mente llena de dudas.

Con una última mirada a la esfera, AK dio un paso atrás, y con Nova a su lado, se dirigió hacia la salida. Sabía que la puerta aún no se había cerrado, pero la verdadera batalla apenas comenzaba.