El aire se volvió denso en el pasillo oscuro. La amenaza de los soldados de élite de UmbraTech estaba sobre ellos, y la puerta cerrada parecía un último muro antes de una caída sin retorno. AK observó la figura de Kai, ahora más cerca, su imponente presencia y su mirada fija lo ponían en alerta máxima. Sus palabras retumbaban en su cabeza, amenazantes, y algo en su interior sabía que la situación era más peligrosa de lo que jamás había imaginado.
"El director de UmbraTech no es alguien con quien jugar, AK", dijo Kai, cruzando los brazos, su voz profunda y resonante como si fuera una sentencia. "Lo que tienes en tus manos no es solo un prototipo. Es la clave para activar un poder que cambiará el destino de todos."
AK se preparó para lo peor. No había tiempo para dudas ni para escuchar más juegos mentales. Ya había recorrido demasiado camino para ser controlado por los hilos invisibles de UmbraTech. Sus dedos se apretaron alrededor del mango de su pistola, sintiendo la frialdad del metal en su mano. Nova, a su lado, estaba lista para cualquier cosa. Había un resplandor de determinación en sus ojos, pero también una creciente preocupación.
"Lo que tengo en mis manos, Kai, es lo que me pertenece", respondió AK, su voz firme. "No voy a dejar que UmbraTech me controle más. No después de lo que he visto."
Kai no mostró signos de intimidarse. "El control nunca fue una opción, AK. Desde el momento en que te modificaron, fuiste parte de un juego mucho mayor. Y ahora, las piezas se están moviendo."
De repente, el sonido de las puertas cerrándose a su espalda los alertó. AK se giró rápidamente, notando que la salida que habían intentado utilizar ya estaba bloqueada por completo. Más soldados de élite aparecieron, cubriendo cada posible vía de escape. Estaban atrapados.
"Es hora de elegir", dijo una voz suave, y por un momento, AK pensó que era la voz de Kai. Pero no. Al girarse, vio a una mujer que apareció de entre las sombras, vestida con una capa negra, su rostro parcialmente cubierto. Tenía una presencia magnética, algo inquietante. "AK, no tienes idea de lo que estás a punto de descubrir."
"¿Quién eres?" preguntó AK, su mano todavía en su pistola, pero ya no estaba seguro de si la confrontación era la única salida.
"Soy la última pieza del rompecabezas que UmbraTech ha estado armando", respondió la mujer con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Mi nombre es Seraphine. Y al igual que tú, fui modificada, pero con un propósito diferente. El director no quiere que descubras lo que realmente eres. Y yo no quiero que te conviertas en parte de su plan."
Seraphine caminó hacia ellos, sus pasos tranquilos, pero cada uno resonaba como una amenaza latente. "Hay algo que UmbraTech no te ha contado, AK. Algo que ni Kai sabe. El prototipo... es solo la superficie. Lo que contiene dentro es una clave para la red de control mental más avanzada que se haya creado. Y tú, eres parte de esa red."
El mundo de AK se detuvo por un segundo. El caos a su alrededor se desvaneció mientras procesaba las palabras de Seraphine. El prototipo... ¿la clave para controlarlos a todos?
"¿Qué quieres decir con eso?" preguntó AK, aunque ya temía la respuesta.
Seraphine dejó caer su capa, revelando unos implantes cibernéticos que brillaban con una luz rojiza, similar a la de los guardias de UmbraTech, pero de una tecnología mucho más avanzada. "Lo que te hicieron, AK, no es solo alterar tus recuerdos. Te convirtieron en un nodo de control para la red de UmbraTech. Estás en su sistema, en su base de datos, de una forma que no puedes entender. Eres parte del experimento de control mental global, y el prototipo... es el punto de acceso que te permitirá desbloquearlo."
Nova, al escuchar esto, dio un paso hacia atrás, su rostro pálido. "Esto no puede estar pasando... Esto es... ¿real?"
Seraphine asintió con gravedad. "Todo lo que piensas que eres, todo lo que has vivido, es parte del control que UmbraTech ha ejercido sobre ti. Has sido manipulado desde el principio. Y ahora, el director lo sabe todo. Está jugando con tus recuerdos, con tu mente."
AK sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. ¿Todo lo que había vivido, todas las batallas que había librado, los recuerdos que lo definían como persona... eran fabricados? ¿Era una marioneta de UmbraTech, como todos los demás? No podía creerlo. No podía aceptar que su vida hubiera sido una mentira, pero las palabras de Seraphine comenzaban a dar forma a una verdad que no podía negar.
"¿Qué opciones tengo entonces?" preguntó AK, su voz apenas un susurro, el dolor en su pecho creciendo con cada palabra que salía de su boca.
"Hay una salida", respondió Seraphine, mirando hacia la esfera flotante en el centro de la sala. "Pero no será fácil. Si decides conectar tu mente al prototipo, accederás a la red de control. Podrás apagarla, deshacer el daño que UmbraTech ha hecho. Pero también tendrás que enfrentarte a la oscuridad de lo que eres."
La sala se llenó de un silencio pesado mientras AK procesaba la elección. Seraphine estaba ofreciendo una oportunidad, pero también la condena. La verdad que tanto temía estaba a punto de ser revelada, y no sabía si estaba listo para soportarla. La conexión con el prototipo podría liberarlo... o destruirlo por completo.
"El director te está observando", continuó Seraphine, como si pudiera leer sus pensamientos. "Y no solo a ti. A todos los que te rodean. Una vez que te conectes, no habrá vuelta atrás. La red lo sabrá, y te convertirá en un objetivo. Pero podrías cambiarlo todo."
AK miró a Nova. Sus ojos reflejaban la misma confusión, pero también un atisbo de esperanza. Tal vez había una forma de liberarse de la red, de encontrar algo más que las mentiras que le habían contado. Pero al mismo tiempo, una sombra oscura se cernía sobre él, recordándole que esta elección podría ser su última.
Con un suspiro, AK asintió. "Lo haré."
Editado: 24.01.2025