Neon Shadow

Capítulo 7: El Juicio de la Red

La tensión en el aire era palpable. AK se mantenía firme frente a Kai y los soldados de élite, su mente corriendo a mil por hora. Sabía que las posibilidades de escapar en este momento eran mínimas, pero el mismo fuego que lo impulsaba a seguir luchando en la oscuridad del sistema estaba ardiendo más fuerte que nunca. La red de UmbraTech se había colado en su conciencia, pero no la controlaba. Aún no.

"Sabes lo que esto significa, ¿verdad?", dijo Kai, su tono suave pero cargado de amenaza. "Te crees que has ganado, pero ahora eres un objetivo mucho más valioso. Eres el único que puede detener todo esto, AK. Y ya no tienes escapatoria."

AK no apartó la mirada de él, a pesar de la creciente presión de los soldados que rodeaban la sala. "Siempre hay una forma de escapar", respondió con determinación, su voz más segura de lo que se sentía en ese momento. "El Director subestimó lo que soy, y ustedes también lo están haciendo."

Los soldados avanzaron, sus pasos resonando en el suelo metálico. Con cada paso, la presión sobre AK aumentaba, pero no iba a ceder. No mientras aún tuviera una oportunidad para hacer lo correcto.

De repente, Seraphine intervino, moviéndose con una rapidez asombrosa, sus movimientos fluidos y letales. "No tan rápido, Kai", dijo mientras activaba un dispositivo que hizo que una pequeña explosión de energía desestabilizara a los soldados más cercanos. "Si hay algo que he aprendido es que nunca debes subestimar a alguien que tiene todo que perder."

AK aprovechó el caos para retroceder, colocando a Seraphine y Nova entre él y los soldados. Nova estaba lista para luchar, sus puños apretados, pero la incertidumbre estaba escrita en su rostro. La batalla iba a ser más dura de lo que pensaba.

Kai observó la situación, su mirada fría como un hielo que cortaba todo a su paso. "Creo que no entienden la magnitud de lo que está pasando aquí. UmbraTech no es solo una corporación. Es la estructura que sostiene este mundo, y si ustedes eligen romperla, lo que vendrá será mucho peor que cualquier cosa que hayan vivido hasta ahora."

"Yo no elijo quedarme de brazos cruzados mientras controlan todo", respondió AK, apretando los dientes. "He visto lo que hacen. He sentido lo que se esconde detrás de todo esto. Y no me voy a dejar manipular más."

El silencio que siguió a esas palabras fue espeso. Kai estudió a AK con una intensidad que parecía penetrar en su alma. "Tienes coraje, AK. Eso es lo que más respeto de ti. Pero incluso tú no puedes luchar contra el inevitable avance de la red."

Un suspiro resonó en la sala, y una nueva figura emergió de las sombras, esta vez más familiar. Nova, aunque visiblemente agotada, tenía una expresión decidida. "No tienes idea de lo que está por venir, Kai. UmbraTech ha jugado con nosotros durante demasiado tiempo. Ahora, vamos a hacer que paguen."

El enfrentamiento estaba a punto de estallar, pero algo en el aire cambió. Un zumbido bajo comenzó a llenar la habitación, y las luces parpadearon. De repente, todo el sistema de seguridad de UmbraTech, que parecía estar bajo el control total de Kai, comenzó a fallar. Las puertas se cerraron automáticamente, atrapando a todos en la misma habitación.

"¿Qué demonios...?" murmuró Kai, mirando a su alrededor, desconcertado. El control se le escapaba de las manos.

Seraphine sonrió con suficiencia. "Pensaste que estabas controlando el sistema, Kai. Pero no sabes todo lo que hemos estado haciendo. Mientras tú nos observabas, nosotros infiltramos un virus en el sistema central de UmbraTech. Las órdenes ya no vienen de ti."

AK vio cómo las luces cambiaban de color, volviendo a un tono rojizo, como si la ciudad misma estuviera latiendo al ritmo de un sistema diferente. "Esto es solo el comienzo, Kai. La red de UmbraTech ya está caída. Ahora, lo que queda es destruir lo que han construido."

Con un gesto rápido, Seraphine desactivó los últimos controles de seguridad, y la habitación se iluminó con una brillante luz verde. Las pantallas flotantes a su alrededor comenzaron a mostrar mensajes de código que fluían rápidamente, y la cara del Director apareció en las pantallas, esta vez claramente enojado.

"¿Qué diablos están haciendo?" la voz del Director resonó, su tono cargado de furia. "No saben con quién se están metiendo."

"Sí lo sabemos", replicó AK, mirando las pantallas con una mezcla de concentración y desafío. "Pero esta vez, no te dejaremos ganar."

"Es demasiado tarde para cambiar el rumbo de la historia", dijo el Director, su voz adquiriendo un tono casi desapegado. "El futuro ya está en marcha, y ustedes solo están retrasando lo inevitable. AK, no eres más que una pieza en un juego mucho más grande que tú."

En ese momento, las pantallas se apagaron abruptamente, dejando un eco de silencio que parecía envolverlos a todos. Una sensación extraña de impotencia se apoderó de AK. ¿Estaban realmente perdiendo el control? ¿O estaba a punto de entrar en una guerra aún más peligrosa?

"Lo que no sabe el Director", dijo Seraphine, como si leyera los pensamientos de AK, "es que nosotros somos más que piezas. Somos los jugadores. Y este juego aún no ha terminado."

AK apretó los puños, su mirada fija en el futuro incierto. Sabía que la batalla apenas había comenzado. Cada movimiento, cada decisión que tomara, sería crucial. Y la red de UmbraTech ya no era solo un enemigo externo: ahora, la red lo estaba observando a él, esperando que cometiera el siguiente error.

Pero AK no estaba dispuesto a rendirse. Si quería destruir el sistema, tendría que enfrentarse a todo lo que UmbraTech había creado, incluyéndose a sí mismo. Era una batalla por el control de la mente, y él ya había cruzado la línea.



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En el texto hay: thriller, futurista, ciberpunk

Editado: 24.01.2025

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