Las balas no se detuvieron, las torretas ametralladora que añadí funcionaron a la perfección aunque mientras más cerca estén los demons más torretas son destruidas, tuvimos que dar la retirada antes que todos nosotros seamos devorados, estábamos a salvo los once blobs contando conmigo, cargamos las escopetas mientras que otros usaron ametralladoras, ya nos habían rodeado, los demons estaban encima de nosotros tuvimos que esperar a que rompan los muros...
Se escuchan rasguños - ¡Esperen!... ¡Esperen! - rompen los muros - ¡Ahora! - empezamos a disparar a todos los demons que se venían hacia nosotros; algunos eran gargolas otros eran arañitas, algunos eran babosos y otros comunes.
El búnker se lleno de humo por los disparos que accionamos - ¡Alto! - no se oían más demons, teníamos que esperar a que regrese la visibilidad.
- Eso fue todo? - dijo uno de los blobs
- Miren bien, no se muevan de sus posiciones - dijo otro blob
- José y Diego, vayan y revisen el lugar - señalando al hueco que dejaron los demons mientras que los otros apuntabamos listos para disparar.
- Ey, no disparen - hablo alguien - soy yo - la voz era conocida, pero...quién podría ser?
- Artur? eres tú? - dijo un blob - ¿cómo es que sobreviviste? - Esto me dejo pensando y pude notar su comportamiento del blob que estaba en de te de nosotros, pero los que estaban cerca eran José y Diego.
- ¡José y Diego, retrosedan! - enciendo la mira laser
- ¿qué hubo? - pregunta Diego mientras me mira
- ¡Ahora mismo, vengan acá! - no terminaba de decir esto y el blob se transformó en un demon y de un golpe empujó a los dos
- Imposible, no puede ser - se decía el blob que tal vez era su amigo del tal Artur - yo lo vi estaba ahí -
- ¡Abran fuego! - digo y todos empezamos a disparar, la bestia se se protege con sus brazos y de forma rápida los extiende dando un grito ensordecedor, tuvimos que cubrirnos los oídos para soportar aquel ruido.
- Ustedes... no pueden evitar... su fin - su voz era como si viniera del inframundo - este mundo ya no es de ustedes, su muerte los está acechando, cada pasó que dan les acerca más hacia las cenizas de Rasental - mientras más hablaba más miedo generaba - ...Sin centinelas, sin ejército, sin cazadores... este mundo caerá - un escalofrío nos dio a todos los blobs que estábamos ahí
- Tal vez ya no hayan cazadores y ejército, pero si hay y seguirán existiendo centinelas, he nos aquí. - el miedo se fue de cada blob, los ánimos fueron recuperados - y... si el destino de un centinela es morir para que otros vivan entonces acepto mi destino - movió uno de sus brazos y uno de los blobs disparó una lanzagranadas.
- ¡Ahoraaa! - digo con el otro blob dando señal a que todos disparen, pero empiezan a entrar más demons haciendo que matar a esa bestia sea difícil.
Todos tuvimos que movernos y ayudarnos entre nosotros, no teníamos tiempo para apuntar hacia un objetivo en especifico, teníamos que matar a los demons que empezaban a subir por las escaleras. Las voces se escuchaban
- ¡Balas! -
- Necesito ayuda -
- Cuidado tras tu espalda -
- ¡Apartense! - disparo un blob directo hacia un paquete de combustible ocacionando una explosión en llamas.
Ya no había salvación, las llamas recorrían los lugares, nos reunimos en el medio del búnker, los demons se quedaron quieto observandonos a la espera de la orden.
- No podrán ganar - otra vez hablaba la bestia - Ustedes no son rival para mí - pero está vez la voz ya no nos causaba terror, ya habíamos aceptado nuestro destino, si debíamos morir luchando así sería.
- Eso es todo lo que tienes, Bestia!? - dijo Alex
- No - La tierra se movió y dentro ella salieron demons con corazas Y otros más - ...esto es todo lo que tengo - dio la orden y todo los demons que nos rodeaban fueron tras nosotros que estábamos en medio.
Empezamos a disparar hasta que oímos que dos misiles impactan a diferentes lados del búnker.
Lo que estaba allá afuera nos había dado tiempo para armarnos de nuevo y terminar con lo que debíamos.