Never be the same // omegaverse // larry stylinson

Parte 15.

Louis salió del lugar donde vivía con una funda debajo de su abrigo desgarrado, agachando la cabeza en una mala idea. El agua se desplazó por su espalda, un escalofrío recorriéndolo mientras aceleraba su paso para tomar el bus y no seguir tanto tiempo debajo de la lluvia. No podía permitirse enfermarse, por nada del mundo. No podía permanecer en cama por una gripa que arruinaría todo como la última vez, donde él alzó la cama con todo y colchón. Louis había terminado ese día con su cabeza estrellándose contra el suelo, y la gripa desapareció enseguida.

Seguía nervioso, de cualquier forma. Una parte pequeña de él le pedía quedarse en casa escondido, recibir golpes de él, todo con tal de no regresar a la casa de Harry y descubrir que quizá él ya lo había pillado, que sabía del dinero que Louis había escondido en su abrigo. Pero estaba la otra gran parte de su ser, que le exigía regresar a ese lugar y asegurarse que las cosas estaban bien, sufrir las consecuencias si era descubierto, con tal de saber si el cachorro estaba bien. Si Harry había vuelto totalmente en sí como para ya no intentar hacer algo más en contra del bebé, que apegaba su mejillita gorda sobre el pecho de Louis cada vez más. Atravesaría su corazón algún día, y Louis no sabrá qué hacer cuando eso suceda. Si ya detener la emoción cuando lo tiene en brazos es difícil, llegar a quererlo como algo más que el niño que cuida para poder comer sería un punto que lo rompería totalmente, porque nunca le pertenecería un angelito como él. Como el suyo. No tenía permitido tener uno sobre sus brazos todo el día y llamarlo suyo. No tenía derecho.

Cuando subió al autobús, se aseguró que lo que llevaba en el interior de la bolsa no estuviera mojado. Medio sonrió cuando comprobó que el pequeño traje amarillo desteñido seguía seco y seguro, pese a la fría lluvia que cayó sobre Louis y lo dejó empapado.

—Oh —Una anciana se sentó a su lado, sonriendo con sus mejillas flácidas y señalando lo que Louis tenía en sus manos—, muy bonito traje.

Louis también le sonrió, bajando la mirada a la ropita de su bebé, no nueva pero que nunca pudo usar.

—Muchas gracias —le respondió, sintiéndose menos cansado, menos helado y un poco cálido.

—¿Cuántos meses tiene tu bebé, cariño? —Seguía sonriendo, abrigada en un gran abrigo que Louis revisó con un poco de envidia y vergüenza por los trapos viejos que él siempre usaba para fingir que estaba abrigado—. La ropa debe comenzar a quedarle pequeña. Dejas de acunarlo un día y al siguiente ya te llega por la cadera —Rió, el omega imitándola.

—Tiene casi tres meses —Louis se había acostumbrado a mentir tanto que sus mentiras llegaba a creérselas él mismo—. Y sí, crecen demasiado —Rodó los ojos, guardando la ropa en la misma funda. La señora a su lado asintió, creyendo también lo que Louis le decía.

—Tengo tres hijos —dijo más tarde—, y no recuerdo cuándo fue la última vez que pude cargarlos —Louis la escuchó atento, esperando que algún día él sintiera la misma duda—. ¿Cómo se llama tu cachorro?

El castaño la miró por un largo segundo donde tantos pensamientos se acumularon que fue difícil procesarlos todos. Antes de que se diera cuenta, su boca ya se había abierto e hizo lo que mejor sabía hacer.

—Tristán —susurró, sorprendido de su propia voz—. Se llama Tristán...

—Oh, muy bonito nombre —halagó, callando por el resto del viaje hasta que bajó en una esquina. Louis se preguntó si ella lo sintió, si pudo palpar su tristeza y decidió callar sabiendo que Louis terminaría llorando a mares frente a ella.

Se preguntó si notó a Louis pellizcando su brazo hasta que ella dejó el asiento a su lado vacío. La última pregunta que se hizo fue si los demás podían escuchar sus sollozos desde donde estaban, si notaban sus hombros sacudirse mientras Louis se dedicaba a mirar a la ventana del autobús para evitar la vergüenza de ver a alguien a los ojos y que ese alguien supiera la verdad. Él no tenía un bebé. No tenía un cachorro al cual darle el pecho ni mucho menos su amor. Había mentido con tanta facilidad, y el pesar le sacaba lágrimas que no podía parar, tal como la lluvia que se derramaba fuera de la ventana. No tenía nada.

Al salir del autobús, la lluvia siguió cayendo sobre su cabello y su cuerpo, manchándolo de pena por llevarse el papel del ser más miserable, el omega más imperfecto. Ni siquiera había podido llevar a su cachorro por un mes más en su vientre, donde se suponía que era su hogar hasta que naciera. No pudo abrazarlo y darle el amor que le había jurado en la oscuridad de una habitación fría con sus pataditas siendo lo único que le daba calor. Era un omega imperfecto, que vivía una fantasía sofocante mientras cada hora que transcurría, el rostro de su bebé era reemplazado por el de un cachorro más. Le estaba resultando tan fácil olvidarlo cuando mantenía en sus manos un bebé de alguien más, dándole el pecho y dejando que sus dedos le dieran caricias que llevaban como destinatario otro camino. Un camino que se volvía borroso con los días. 
¿Por qué alguien como él recibiría algo tan bueno como un cachorrito, de todas formas? Le habían dicho tantas veces que ni una cosa buena jamás le ocurriría y, cuando creyó que eso no sería así, la realidad se lo recordó por última vez. 
Los días despertando y manteniendo los ojos cerrados, creyendo que todo era una horrible pesadilla donde levantaría la sábana y su bebé estaría aún en su interior, no cambiarían nada en sus desgracias.

Pensó que había dejado de llorar para cuando estuvo en el pórtico de la casa de Harry. Tocó la puerta absorbiendo de su nariz, sintiendo la fría lluvia también pasearse por sus mejillas y esconderse debajo de su cuello cuando la puerta se abrió. Harry le sonrió un poco, menos falso que antes e igual de herido, luciendo como una persona que no se pasaba llorando por su omega muerto. Louis encontró similitudes en ambas situaciones, dando un paso hacia adelante con su cuerpo tambaleante. Apenas duró flotando en el aire cuando los brazos de Harry lo recogieron en su angustia injustificada, por algo que debía superar ya.




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