3.

—Mm, ¿Dónde estoy? Ahg, mi cabeza.—Liam se puso la mano en la frente.

Olía algo de comida ¿Quién o qué será el dueño de aquel olor tan delicioso? Lentamente abrió la puerta del extraño lugar en el que se encontraba. Lo primero que vio fue a Ji-seok cocinando con un delantal azul y el cabello un poco despeinado, pero además lo invadió un olor a comida casera que hace un tiempo atrás no degustaba.

—Es Ji-seok. — *pum* Cerró la puerta. ¿Por qué esta aquí? Lo invadieron gran parte de los recuerdos de ayer. Que su secreto se había filtrado y que ayer había estado con Mason y su hermano.

—Ya te levantaste, puedes venir a comer, hice sopa para ti.

Aún con desconfianza y sin saber porque se encontraba en esa casa, mas bien departamento, salió por el exquisito olor de la sopa recién preparada.

—¿Tienes resaca?

—Un poco.

—¿Recuerdas lo que paso ayer?

—Acabo de recordar la mitad cuando te vi, solo no me acuerdo donde estoy y como llegue aquí.

—Oh que bueno, no te olvidaste lo más importante. Ten toma asiento.

—No… Gracias.

—Estas en mi casa.

—E-en tu casa? ¿Y dormí en tu..? *ding dong*

—Voy Noona, tranquilo dormiste en el de visitas— Le paso un plato de sopa. —Ten, tómala despacio que está caliente.

—Está bien.

Ji-seok fue casi corriendo hacia la puerta principal, donde el timbre sonaba con insistencia.

—Ay Ji-seok porque tardas tanto, no ves que tengo prisa para llegar al aeropuerto. Adiós, mi amor ¿pórtate bien con Ji-seok sí? Cuídala bien.

—Adiós Noona.

La señorita, deposito un beso en la frente de la bebé para después entregárselo a su hermano menor y se pudiera ir. Ji-seok se dirigió a su cuarto y dejó a su sobrina en la cuna que previamente había instalado ahí. Después regreso a la cocina para preguntar por la sopa.

—Ay, me queme.

—Te dije que tuvieras cuidado.

—Perdón ¿Podría saber quién era?

—Mi Noona, vino a dejar a mi sobrinita porque tiene un viaje de negocios.

—Emm ya.— “También tiene una hermana mayor, que bonita casualidad.”

—Sobre lo de ayer…

—Todo es verdad, soy el hijo menor de los Hansson, y todos en mi familia tenemos los genes 0403—me estaba costando un montón no llorar— es complicado para mi hablar de esto, se han querido aprovechar de mi y muchas personas son falsas conmigo por eso. Y n-no quiero que tú seas de esas personas.

—Oye, oye, no llores, que tengas o no los genes no cambia nada mi forma de pensar de ti, con el poco tiempo que te conozco sé que eres gentil, un poco torpe, a veces, tierno, amable y una buena persona, no es tu culpa tener esos genes, eres perfecto tal cual eres ahora.

Lo volvió a ver, y al verlo triste decidió darle un besito en la frente en forma de darle ánimos y saber que estaba seguro y en confianza con él. *wa wa wa*

—No, Eun-ji se despertó, estaba seguro de que se había quedado dormida. “Que me pasaba porque lo besé, acaso estaba loco” pensó.

Que es lo que acaba de pasar ¿no me odia? Le debo decir gracias, creyó que ya había perdido el momento de decirle.

—Mejor me voy a ver que quiere Eun-ji.

A paso rápido Ji-seok se fue hacia los ruidos del llanto, pero Liam lo detuvo al abrazarlo por la espalda.

—¿Liam?

—G-gracias por lo que dijiste.

—No fue nada. Me doy la vuelta y le devuelvo el abrazo, fue curioso como Liam de tan bajito que es, enterró su cabeza en mi pecho. Se ve que esta sonrojado porque tiene las orejas rojas.

—Liam.

—Sí?

—¿Estas llorando otra vez? ¿Por qué no me miras a la cara?

—No quiero.

—¿Por qué no?

—No puedo.

—Mírame. Le iba a dar otro beso en la cabeza, pero de pronto giro su cabeza para mirarme y…

—¿Mm?

Nos besamos por error.

—Esto… mejor me voy donde Eun-ji, perdón no era mi intención.

—V-voy a usar el baño. — Cerró la puerta al entrar al baño, puso sus manos en el lavamanos y se miró al espejo. —¿Qué fue eso? M-mi primer beso f-fue con Sunbae. Pero….

—¿Cariño, tienes alguien quien te gusta?

—M-mamá ¿Qué cosas dices?

—Jeje, bueno aún no, pero en algún momento la tendrás. Solo quiero decirte que no dejes que te roben tu primer beso si es una persona que no te gusta, no seas como yo, también fíjate quien realmente es la otra persona y no te dejes engañar para que no jueguen contigo; es lo menos que quiero que le hagan a mi hijito.

—Mamá, eso tratare, gracias.

—Fíjate cuanto les faltan a las galletas, no querrás que se quemen.

—Ok.

En ese momento tenía como 14 años, lo veía un poco extraño porque casi no tenía contacto con el mundo exterior al ser educado en casa. Mientras se miraba en el espejo se dijo a si mismo. —Mamá, al menos no fracase en esto, mi primer beso fue con la persona que me gusta. ¿Qué hago, y si ahora todo se queda incomodo? No me molestaría, pero será mejor actuar como si nada hubiera pasado.

Eun-ji en que lio nos metiste. —Menos mal, solo fue que se despertó, mejor termino de preparar el desayuno.

Liam abrió la puerta justo cuando Ji-seok había terminado de pasar por el frente de ella. —Umm— Lo agarré de la camisa por la espalda. —No te disculpes, estuvo bien para ser mi primero.

—¿Tu qué? ¿Fui tu primer beso?— “Oh, fui su primer beso.” No se lo podía creer, como alguien tan lindo como Liam nunca antes había besado a alguien.

—Emm sí, pero si quieres finjamos que nunca paso, ya que fue por error.

Ji-seok se dio la vuelta y agarro gentilmente mi mandíbula.

—Entonces ¿quieres uno que no sea por error?

Sentí como mis mejillas se empezaron a calentar. —Sí quiero. Vi como Sunbae se acercaba lentamente a mi hasta que nuestros labios se juntaron, era delicado y tranquilo, sentía el calor de sus labios y como sujetaba mis mejillas. Me sentí bien, con una de mis manos sujetaba su camisa. Pensé, con que este es un beso pero no, creo que solo estaba esperando a que me acostumbrara para hacerlo más fuerte y agresivo. Sentía su cuerpo y el mío calentarse, cuando me di cuenta me había acorralado contra la pared y había introducido su lengua en mi cavidad bucal, me costaba mucho seguirle el paso. Era muy abrumador, muchas sensaciones al mismo tiempo que nunca había experimentado, creo que me gustaba… —Mhm. Pedí aire al darle unos golpecitos en el antebrazo, nos separamos y ambos teníamos la respiración agitada, nos volvimos a ver y en la mirada de ambos se veía que queríamos seguir. El deseo del uno por el otro además del amor.