—No me esperes temprano, voy a salir con uno grupo de amigos.
—Adiós.
Cerró la puerta de un solo golpe.
—Ay este, sale todos los fines de semana, será mejor que prepare la sopa que Hyung me enseño hacer de la resaca.
Estaba haciendo un trabajo que le faltaba para la universidad, vi el reloj y marcaba las 1 am. Bentley aún no llegaba. Fui a mi armario y saqué un abrigo para ponérmelo y luego irme a traer a mi amigo.
*ring, ring* —Aló ¿quién habla?
—Mason, el amigo de Bentley ¿Dónde están?
—Ay que bueno que vienes, ven y llévate lo, estamos en…
Mason llega al lugar. —Hola, ¿Dónde está Bentley? —Todos le apuntaron la puerta.
—Afuera, en el callejón, a la izquierda.
—Gracias.
—Qué bueno que se lo llevó, yo creí que iba a conseguir novia, pero por culpa de ese don juan no pude.
—Ay hombre, te acostumbras, eso siempre pasa, tienen una obsesión con su cara y con su bolsillo creo que también. No es como que tenga buen cuerpo.
Mason llega al callejón, estaba oscuro, pero logró reconocer a Bentley besándose con una chica.
—Umm, Bentley ven. --"Me disgusta tener que hacer esto siempre, pero después me preocupo por su seguridad"
"¿Mason? Nah, creo que escuche mal." Pensó Bentley.
—Bentley Hansson, ven o le digo a Elizabeth.
—Dile, que se joda y que me deje vivir la vida.
—Oye vete, déjanos solo. —Dijo la mujer desconocida.
—Ay estos, ¿Qué tengo que hacer para que vengas conmigo?
—Pensándolo bien mejor me voy contigo, adiós.
—Oye ¿a dónde vas? Acaso no íbamos a ir un hotel.
—Sí, pero prefiero ir con él, mejor ve con los demás.
--¡Oye!
Abre la puerta de la casa y al entrar, Bentley va al refrigerador a sacar unas cervezas.
—Oye ¿qué haces, no tomaste lo suficiente antes?
—No fui a tomar, fui a ligar.
A Mason a veces le colmaba la paciencia lo “Don Juan” que podía ser su amigo, pero después de conocerlo tantos años ya se le hacía normal. Bentley era una persona con carisma y un gran atractivo visual; o eso decían las personas. Tenía heteromancia al igual que su hermana, ojos azules y verdes. Un cabello negro azabache que le llegaba hasta la cintura, aunque casi siempre lo llevaba amarrado. Una sonrisa gentil y un semblante alegre. No poseía muy buena vista así que siempre traía unos anteojos redondos perfectos para su tipo de cara que chocaban constantemente con su nariz perfectamente perfilada y su fleco. En los últimos dos años que Mason había estado viviendo con Bentley y Elizabeth, le había conocido como 10 “parejas”, tanto hombres como mujeres. Y entre comillas porque muchas eran casuales y no formales.
—Entonces ¿me acompañas? Aprovechando que Elizabeth no está, no nos puede decir nada.—Dijo el pelinegro.
—Bueno.
—Sí.
Había pasado como 2 horas y ya los dos estaban borrachos.
—Mason ¿Por qué a veces eres tan insensible? Haces cosas sin fijarte en los demás. —Arrecosto su cabeza en mi hombro.
—No lo soy.
—Si lo eres.
—¿Cuándo lo fui? --no entendía porque me decía eso.
—Cuando estaba besando a la chica y ahora.
—¿Por qué ahora?
—Umm, ¿te pusiste una nueva colonia?
Lo tenía muy cerca de mi, alzó su cabeza en dirección a mi cuello y lo escuché oler mi cuello. De la nada lo lamio y me causó un escalofrío.
—¡¿Bentley, que haces?! Creo que estás muy borracho.
—Es que huele muy dulce.
—Pero es…
Cruzamos miradas y Bentley se me quedó viendo en un punto debajo de mis ojos y se acercó tanto hasta que sentí sus labios contra los míos.
—Mm.
—Esto no… — Nos volvimos a besar.
—*suspiro* Mason…
Cuando amaneció los rayos del sol atravesaban la gran ventana del cuarto de Mason y se impregnaban en la cara de Bentley.
—Agh, maldito sol.
Bentley vuelve a abrazar a Mason inconscientemente.
—¿Mm? —Abre los ojos. —¿Ah? ¿Por qué está aquí y tengo una camisa suya? Mierda ¿qué fue lo que hice ayer?
Se trata de levantar para irse a su cuarto, en silencio para no levantar a Mason. Se da cuenta de lo que llevaba puesto, más bien, lo que no llevaba. Solo tenía la camisa y su bóxer puesto. Al llegar a su cuarto que estaba prácticamente a la par, agarrá ropa y se metió a bañar.
—Hola, buenos días. — dije con una sonrisa mientras preparaba la sopa para la resaca.
—B-buenos días. —Bentley llega con una sudadera gris oscuro y un jogger del mismo color. Con su largo cabello suelto y su par de lentes.
—Hice sopa.
"Como puede actuar tan normal, yo tampoco recuerdo nada, pero tengo una idea."
—¿Qué paso ayer? --Me dijo mientras se sobaba la cien.
—Lo último que recuerdo es que estábamos tomando, mucho; ah, y te vomitaste así que te cambie.
—Yo no recuerdo nada.
~
Los días siguientes fueron muy complicados, tenía ensayos todos los días hasta muy tarde. Y cuando llegaba al apartamento Liam siempre estaba encerrado en su cuarto haciendo una tarea que tenía que terminar. A veces se quedaba dormido encima de la mesa y lo tenía que llevar hasta su cama. Realmente nos hablábamos muy poco, aunque viviéramos en la misma casa. Se veía muy estresado, así que quería hacer algo para que se despejara un poco.
*toc toc* Ji-seok abre la puerta —Liam ¿quisieras ir a ver una película el viernes?
--¿El viernes? Creo que sí, si no duermo hoy ni mañana voy a tener tiempo.
—Oye, deberías dormir más, eso te hará daño.
—Lo digo en broma, sé que debería dormir más, pero es que no me va a dar tiempo de terminar el proyecto, perdón.
—¿Enserió no hay nada que pueda hacer para ayudarte?
—¿sabes coser o dibujar?
—No, pero si puedo hacer algo para que te desestreses.
—¿Qué cosa?
—Sígueme.
Nos movimos a la sala y Liam se sentó en el sillón.
—Ya que la última semana no has cuidado mucho de ti mismo. Hazte skin care. Y cortare unas frutas para ti. ¿Qué opinas?
Editado: 17.10.2024